(Minghui.org) “Quiero que más gente conozca esto, así que firmaré la petición", dijo Sheree Pearson, una residente de Sídney, sobre la sustracción forzada de órganos sancionada por el estado que ocurre en China. "Espero que más gente haga algo para ayudar a que se detenga". 

Sheree se detuvo cuando vio a practicantes de Falun Gong recolectando firmas en el centro de Chetswood el 21 de noviembre. Firmó la petición y además comenzó a pedir a los transeúntes que firmen, diciéndoles que su firma ayudará a detener esta práctica inhumana del régimen chino.

Sheree Pearson (arriba) pide a transeúntes que firmen la petición. 

Sheree había leído sobre los 16 años de persecución a Falun Gong en los medios, pero estaba horrorizada al saber sobre el asesinato de practicantes para luego vender sus órganos. 

"Lo que están haciendo es asombroso", dijo a los practicantes. "Todo lo que piden es practicar una meditación relajante y pacífica, llena de energía positiva, pero el gobierno chino los está reprimiendo. Es increíble".

"Debemos ayudar para que todos sepan sobre la sustracción forzada de órganos y así detenerla", agregó. 

Salvia (izquierda) y sus hijas Rayna y Canbice de Filipinas firman la petición apoyando a Falun Gong.

Salvia y sus hijas Rayna y Canbice de Filipinas estaban preocupadas por la persecución, y sorprendidas al saber que 200.000 practicantes de Falun Gong han presentado denuncias contra el ex dictador chino por su rol en la persecución. 

Cassie Hubrich y su novio Joel Pearson prometieron dar a conocer la persecución a Falun Gong en las redes sociales para generar consciencia.

Cassie Hubrich y su novio Joel Pearson nunca habían escuchado sobre la sustracción forzada de órganos y se afligieron. "¿Por qué nuestro gobierno no ayuda a detenerla?". Les dijeron a los practicantes que compartirían la información en las redes sociales y alentarían a más gente para que ayude.