(Minghui.org) Quisiera compartir mi experiencia personal sobre cómo me he beneficiado con Falun Dafa. Solía tener quince enfermedades antes de empezar a practicar. Todas estas enfermedades desaparecieron dos meses luego de comenzar a practicar Falun Dafa. No tengo palabras para describir mi apreciación por la profunda compasión del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa). ¡Nada que pueda hacer podrá devolver lo que Shifu ha hecho por mi!

Aprendiendo los ejercicios

Siendo una joven de 45 años tuve que dejar de trabajar debido a mi mal estado de salud. Mis enfermedades incluían fluidos sanguinolentos en ambas cavidades pleurales, quistes en los ovarios, artritis en el manguito rotador, miocarditis, isquemia miocárdica, arteriopatía coronaria, inflamación pélvica, y problemas en la ciática, etc. Me ingresaron al hospital tres veces en 1997 debido a un fluido seroso y sanguinolento en las cavidades pleurales. Mi condición fue empeorando a pesar de tratamientos repetidos. Tenía limitada la capacidad para respirar, cada dos escalones tenía que detenerme a tomar un respiro.

Mi esposo dijo un día en abril de 1998: “Has estado en cama todo un invierno. ¿Por qué no sales a hacer unos ejercicios?”. Me pareció una buena idea. Había una escuela junto a mi edificio de departamentos, mucha gente se juntaba allí a hacer ejercicios.

Me arrastré hasta el patio de la escuela y vi que había un grupo de gente bailando, haciendo Tai Chi, y todo tipo de ejercicios. El más popular era uno muy suave con una música. Cuando me acerqué al grupo, un hombre me preguntó si me gustaría aprender Falun Dafa. Nunca había oído escuchar hablar de Falun Dafa, pero me interesó inmediatamente. Decidí unirme a la mañana siguiente.

Una brisa cálida me despertó a horario en la mañana siguiente, justo antes de que sonara mi alarma. Fui al sitio de práctica grupal y copié los movimientos del resto. El segundo ejercicio fue un gran desafío para mi. Requería que mantuviese los brazos en alto por mucho tiempo. Yo estaba tan débil que tuve que morderme los dientes para mantenerlos. Finalmente concluimos los cuatro ejercicios pero me dolían tanto los pies que no podía moverme.

A la misma hora en la mañana siguiente, una brisa cálida volvió a despertarme. Cuando fui a unirme al grupo, un asistente me asistió en los movimientos y me enseñó en detalle cómo hacerlos.

Lo mismo ocurrió al tercer día. Me sorprendió que la cálida brisa me despertase a tiempo. Ahora sé que debió haber sido el Maestro quien me despertaba.

Luego del tercer día, el asistente del sitio sugirió que me sumara al grupo de estudio del Fa. Me sumé al grupo de estudio del Fa hace 17 años, y nunca he dejado de aprender Dafa. Estaba tan emocionada de tener el libro Zhuan Falun, que abracé el libro con profunda adoración. Supe que el propósito de mi vida era obtener Falun Dafa. Dediqué la mayoría de mis días a cultivarme al concluir con mis tareas del hogar.

Me crecieron nuevos ovarios

En 1984, cuando fui a ver al médico por dolores en mis ovarios, me dijo que le parecía que tenía tumores, y me sugirió hacer una cirugía diagnóstica. La biopsia indicó que tenía quistes e inflamaciones, así que me quitaron los dos ovarios.

Ocurrió que en mi trabajo hubo un examen de salud para las mujeres un mes después que comencé a practicar Falun Dafa. Cuando el médico me dijo que mis dos ovarios estaban en perfectas condiciones yo le dije que debía haber un error, porque me los habían sacado en una operación. ¡No podía creer que el Maestro no solo me había limpiado el cuerpo sino que también me había dado nuevos ovarios!

Liviana y libre de enfermedad

Luego de solo dos meses de cultivación en Falun Dafa me sentí completamente bien. Mi cuerpo estaba limpio y liviano. Podía subir las escaleras de a dos escalones a la vez sin sentirme cansada. Podía hacer cualquier trabajo físico sin sentir cansancio. ¡Estaba feliz como un niño! ¡Mi ser enfermo y malhumorado había desaparecido! Me fusioné con el brillo de Falun Dafa. ¡No hay palabras para describir el tipo de felicidad que viví!

Maestro, ¡quisiera agradecerle por su compasiva salvación!