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British Medical Journal publica “El truco semántico de China con los órganos de prisioneros”

Nov. 11, 2015

(Minghui.org) El blog del British Medical Journal (BMJ), una publicación semanal, publicó una entrada en su blog titulado: “El truco semántico de China con los órganos de prisioneros”, el 15 de octubre de 2015, por K. Allison, et al.

Los autores afirman que “Desde 2006, una creciente evidencia sugiere que los prisioneros de conciencia son asesinados por sus órganos en China, teniendo como blanco principal a la práctica de la Escuela Buda, Falun Gong, entre otros, brutalmente perseguida en China. El asunto ha capturado cada vez más la atención de los medios públicos (por ejemplo informes radiales de la BBC, y de las estaciones de televisión SBS y CBC) y la esfera política (por ejemplo la resolución del Parlamento Europeo sobre la “Sustracción de órganos en China” el 12 de diciembre de 2013 y una reunión bajo el mismo nombre en el Parlamento Europeo el 21 de abril de 2015)”.

Bajo la presión de la comunidad internacional, funcionarios de trasplante de China admitieron la sustracción de órganos de prisioneros bajo pena de muerte años atrás, para cambiar la atención de su práctica de la sustracción de órganos forzado a prisioneros de consciencia. Pero la Asociación Médica Mundial (WMA por sus siglas en inglés) afirma claramente en su política que “en las jurisdicciones donde la pena de muerte se ejecuta, los prisioneros ejecutados no deben ser considerados como donantes de órganos o tejidos”.

Para evitar el criticismo internacional, “El 3 de diciembre de 2014, el director del comité de donación de órganos y el ex viceministro de salud, Huang Jiefu, anunciaron que China cesaría de usar los órganos de prisioneros bajo pena de muerte para trasplante después de enero de 2015. Desde entonces, muchos profesionales médicos y periodistas internacionales han creído que China ha dejado de usar a los prisioneros ejecutados como fuente de órganos. Esto, sin embargo, es un juicio erróneo de la situación en China”.

Los autores señalaron que “El término “órganos de prisioneros bajo pena de muerte” a los que Huang se refiere es diferente de la definición común de órganos de prisioneros. El anuncio al que Huang se refiere es sobre la intención de detener el uso de órganos provenientes de la sustracción ilegal sin el consentimiento de los prisioneros. Si se obtiene el “consentimiento”, la obtención de órganos de prisioneros ejecutados es legal según las leyes actuales en China.

“Estos órganos de prisioneros obtenidos bajo “consentimiento” se clasifican ahora como donantes voluntarios de ciudadanos. La categorización de prisioneros como ciudadanos regulares en este contexto se ve facilitada porque actualmente no hay ley china que distinga a los prisioneros de los ciudadanos regulares para fuente de órganos”.

“Pero el uso de órganos de prisioneros “donados voluntariamente” en China sigue violando los lineamientos éticos internacionales. Es un principio fundamental en la medicina de trasplante que la donación de órganos debe ser voluntaria, lo que requiere una decisión autónoma e informada. Aún con “consenso”, utilizar órganos de prisioneros no es aceptable: los prisioneros no tienen libertad de acción y tampoco están plenamente informados, no son libres de manifestar su consentimiento libremente y tampoco pueden hacerlo sus familias”.

“Dichos órganos aún son utilizados para trasplantes, pero ya no se consideran como órganos de prisioneros en China:

“Todas estas afirmaciones colectivamente dan un mensaje claro: los prisioneros con pena de muerte aún tienen permitido, o quizás incluso se los alienta a donar “voluntariamente” sus órganos en China. Estos órganos son ahora clasificados como donaciones voluntarias de ciudadanos”.

Aparentemente, China juega con un truco semántico con este asunto. Los prisioneros de órganos son continuamente sustraídos bajo un juego de palabras diferente para evitar condena. “El truco semántico de China con los órganos de prisioneros funciona “exitosamente” y ya ha comenzado a dar frutos”.

Los autores destacaron que: “Aún hay actualmente una gran confusión en la comunidad internacional sobre este tema debido a la falta de transparencia de China. Por ejemplo, en el taller en el Parlamento Europeo sobre “sustracción de órganos en China” el 21 de abril de 2015, el ex presidente de la Sociedad de Trasplantes (TTS), Francis Delmónico, erróneamente afirmó que “la obtención de órganos de prisioneros ejecutados es ilegal desde el 1.° de enero de 2015, según la ley china”. Más recientemente, Jeremy R Chapman, editor en jefe de la publicación Transplantation, afirmó en un comentario de la edición de julio que “el uso de órganos de prisioneros ejecutados es ahora, por mandato gubernamental, ilegal”. Estas interpretaciones son un claro contraste ante las declaraciones mencionadas anteriormente que realizó el funcionario de trasplantes chino que dice que en 2015 se continúa defendiendo abiertamente la “donación” de órganos de prisioneros.

Además, los autores encontraron que, “El anuncio de diciembre de 2014 en sí mismo no es una ley ni una reglamentación gubernamental. Sólo es una afirmación de buenas intenciones pero no tiene fuerza de ley. El anuncio ni siquiera está mencionado en las políticas de la Comisión de Planificación Familiar y Salud Nacional del PCCh, que administra el Sistema de Respuesta de Trasplante de Órganos de China. Y para destacar cierta incertidumbre legal, la regulación de 1984 permite el uso de prisioneros ejecutados que no ha sido absuelta”.

Los autores señalaron que “Después de repetidas promesas incumplidas en el pasado por parte de China, como la carta de la Asociación Médica China a la WMA en 2007, la resolución fallida de 2013 en Hangzhou, simplemente anuncios, que no tuvieron acciones legales subsecuentes ni tampoco verificación que esa perspectiva legal sea implementada, no debe ser considerada como satisfactoria por parte de la comunidad médica.

“Si este truco semántico (etiquetar a los órganos de prisioneros de conciencia como donaciones voluntarias de ciudadanos) es aceptado por la comunidad médica internacional, China estaría oficialmente violando los lineamientos éticos internacionales, y la práctica no ética de sustracción de órganos de prisioneros se convertiría en una historia sin fin”.

El artículo continuó: “además, el nuevo “parámetro” puede provocar hasta un aumento de sustracción forzada de órganos de prisioneros de conciencia también”.

“Recategorizando a los prisioneros como ciudadanos regulares, como donantes “voluntarios” de órganos, el sistema nacional de obtención de órganos de China puede realizar abuso para encubrir la fuente de órganos de prisioneros bajo pena de muerte y prisioneros de conciencia”.

Concluyeron: “Entonces, en nombre de los parámetros éticos internacionales y la población vulnerable a riesgo de abuso, el uso de órganos de prisioneros de cualquier tipo debe ser prohibido por la ley china. China debe hacer que su sistema de donación de órganos sea transparente y verificable por organizaciones profesionales independientes y abierto a inspecciones internacionales para ganar credibilidad. Hasta entonces, las sanciones deben permanecer vigentes”.