(Minghui.org) Un grupo de practicantes de Falun Gong en la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, fueron tras la liberación de un practicante detenido, solo para terminar encarcelados, interrogados, golpeados, y forzados a padecer un lavado de cerebro. Uno de ellos, el Sr. Sun Zihua, relata su experiencia a continuación.

Fuimos a la comisaría de Xiangshui el 6 de agosto para pedir la liberación de nuestro amigo, Wang Jianying. Explicamos que la persecución de Falun Gong es injusta e ilegal, y los oficiales de allí parecieron muy receptivos a lo que teníamos para decir.

Sin embargo, cuando fuimos al equipo de seguridad doméstica de la ciudad de Gongzhuling al día siguiente, tan pronto como pisamos la oficina alrededor de las 10 a.m., fuimos arrestados y encarcelados. Los oficiales de policía nos registraron y filmaron. En las próximas 21 horas, fui sometido a interrogatorio tres veces, los que no cedieron hasta las 2.30 a.m. A la mañana siguiente fuimos transferidos al centro de detención local.


Celda de hierro.

Allí no podía hablar ni moverme. Varios internos fueron asignados para monitorearme. Personal de la oficina 610 mantuvo una sesión de lavado de cerebro intentando forzar a otro practicante detenido y a mí a renunciar a nuestras creencias. Como ellos calumniaron a Falun Gong y a los practicantes, les conté mi experiencia personal y la historia real detrás de la propaganda difamatoria del gobierno.

Viendo que el lavado de cerebro no funcionaba, recurrieron a la violencia. Un día me sujetaron presionando y a la fuerza hasta sangrar. Más tarde me llevaron a una habitación aislada y me golpearon brutalmente. Me ordenaron pararme con las piernas separadas y las manos levantadas. Como me negué me patearon las piernas y tórax, y pisaron fuerte mis dedos. Luego se turnaron para abofetear mi cara mientras me maldecían.

El abuso físico y mental duró hasta que fui liberado el 22 de agosto.