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​Desde Los Ángeles hasta Washington DC, 4.800 kilómetros en bicicleta por el bien de otros

Oct. 30, 2015 |   Por una joven practicante de Seattle

(Minghui.org) ¡Saludos, Benevolente Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Tengo 15 años. Este verano, participé en el proyecto Ride to Freedom que apuntaba a rescatar a niños en China que son huérfanos por la persecución a Falun Gong.

Treinta jóvenes practicantes de Falun Gong de 16 países atravesaron en bicicleta de Costa Oeste a Este. Comenzamos en Los Ángeles el 1° de junio y terminamos en Washington DC el 16 de julio, recorriendo un total de unos 4.800 km. Me beneficié mucho durante el viaje y me gustaría compartir esta experiencia con Shifu y con compañeros practicantes.

Aumentando la sabiduría al priorizar mi cultivación

Para poder participar del proyecto necesitaba la aprobación de mis profesores. Estaba en mi tercer año de la escuela secundaria. Los estudiantes en general durante mayo y junio trabajan en grandes proyectos o se preparan para exámenes. Estaba preparando mi examen de ingreso a la universidad en ese momento. Ya me había presentado dos veces al examen y aún no aprobaba la composición. Estaba preocupada y estresada.

Cuando me calmé y miré hacia adentro, me di cuenta de que lo había priorizado por sobre mi cultivación. Al iluminarme a esto, empecé a despertarme temprano para hacer los ejercicios, estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos.

Expliqué al director y a los profesores por qué era importante para mí participar en Ride to Freedom. Todos me apoyaron. Algunos profesores incluso me indicaron lo que debía estudiar mientras estaba ausente de la escuela para no atrasarme con el plan de estudios. Algunos profesores me permitieron tomar exámenes con anticipación. Mis profesores de historia, matemáticas, y cocina me pidieron con entusiasmo que presentara Ride to Freedom a mis compañeros de clase. Dos días antes de partir, aprobé el examen de composición para la universidad con un sobresaliente. Obtuve 99 puntos, cuando antes había obtenido solo 65.

La verdad es que no pasé mucho tiempo preparándome para el examen escrito. Me di cuenta de que Shifu me alentó y me dio sabiduría para que, al final, todo saliera bien.

Los milagros ocurren cuando creemos en Shifu y en Dafa

Al tercer día del viaje estábamos camino en descenso por la autopista. Autos y camiones pasaban rápidamente. Nuestro ritmo también era rápido. Al comienzo, apretaba los frenos todo el tiempo por miedo a caerme de la bicicleta. El clima se puso cada vez más ventoso. Cuando pasé por unas pequeñas rocas, mis brazos dolían mientras me aferraba al manubrio para que la bicicleta no se sacudiera tanto. Era difícil controlar mi bicicleta, y temía tener un accidente. Mis brazos dolían tanto que dudaba poder aguantar tanto tiempo. En ese momento, un pensamiento firme surgió en mi mente: “Aférrate firmemente al manubrio, sin importar qué pase”.

Comencé a recitar el poema de Shifu una y otra vez:

“Como el loto puro en el mundo fangoso- millones y billones de

ciruelos florecen

En el viento gélido, luce más encantador

Día tras día, nieve y lluvia – lágrimas de dioses y de fo

Anhelando por el regreso de las flores de ciruelo

No se pierdan en los apegos mundanos

Sean firmes en los pensamientos rectos

Desde la antigüedad al presente

Es solo para esta vez

(“Flores de ciruelo”, Hong Yin II)

Cuando mi ritmo aceleró grité: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! El Fa rectifica el Cosmos, el mal es completamente eliminado”.

Al final, me sentí más tranquila, y mis pensamientos rectos se fortalecieron más y más. Sentí que Shifu estaba a mi lado. Un compañero practicante me dijo: “Puedo sentir que mientras más andas, menos temes. Sé que el miedo no es tu verdadero ser”.

Cuando terminamos la jornada, hicimos los ejercicios en el desierto, donde había muchos mosquitos. Mis brazos de repente se sintieron livianos, sin peso. Entendí que Shifu me ayudó a eliminar mi yeli cuando estaba andando en bicicleta. Cuando estudiamos el Fa después, vi la foto del Maestro en el libro y comencé a llorar. Por la protección de Shifu y por el dolor que soportó por mí, no habría podido terminar los 56 Km ese día. Al mirar en retrospectiva, hice la mayor parte de mi progreso ese día.

Un día, a mitad de viaje, los practicantes que iban delante de mí, comenzaron a gritar algo, que me puso ansiosa. Todos ellos se detuvieron. Alguien de repente tomó mi equipo de hidratación por detrás, haciendo que cayera de mi bicicleta al pasto.

Me levanté enseguida, pero estaba preocupada. Pensé de inmediato: “Estoy bien, soy Dafa dizi”. Moví mis piernas y pensé, “Aún puedo seguir”. Los otros practicantes se acercaron para ayudarme a limpiar mis piernas. Mi pierna izquierda estaba sangrando. Me dijeron que era mejor no mirar mi pierna. Otro practicante me recordó: “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Reforcé mi voluntad: “Estoy bien. Falun Dafa es Bueno. Debo terminar mi trayecto”. Me puse en cuclillas y vi que mis piernas estaban bien. Seguí mi trayecto”.

Yendo en bicicleta, miré adentro y encontré que tenía una mentalidad de ostentación. Erróneamente me consideraba más fuerte que otros, pensando que podía soportar más que ellos. La impureza de mi campo provocó este accidente. Me recordé por qué estaba participando en este proyecto. No era por mí, sino para salvar a los huérfanos de Dafa dizi, y para aclarar la verdad.

Ese día hizo mucho calor, casi 32 °C. Había andado por más de cinco horas; por momentos tenía tanto dolor en la rodilla que lloraba. Además los mosquitos también me picaban en la herida cuando meditaba. Consideré a todas estas cosas como ilusorias y no las reconocí. Viendo a través de las ilusiones y fortaleciendo mis pensamientos rectos en Dafa y el Maestro, nunca más volví a caerme de la bicicleta.

Por supuesto, durante el viaje hubo veces en que mis pensamientos rectos faltaron. Un día, cerca del final, encontré que en mi pierna habían aparecido más de diez ronchas pequeñas, por lo que me preocupé un poco. Envié fuertes pensamientos rectos para eliminar la interferencia, luego los ignoré y continué andando. Pero uno o dos días después, aparecieron más y más ronchas, que daban mucha comezón. No pude dejar de rascarme, sobre todo a la noche, y al día siguiente aparecieron incluso más.

Comencé a preocuparme, y pensé: “De pequeña tuve urticaria. ¿Habrá regresado?”. Incluso pensé en tratarla. Entonces, una mujer de nuestro grupo me recordó: “Te caíste de rodillas dos veces y te recuperaste rápidamente. ¿Por qué no tienes pensamientos rectos esta vez? Piensa en ello, ¿no es esto una prueba para ti? Necesitas decirte: debo pasar esta prueba”.

Así que me calmé y miré en mi interior; encontré que había aflojado, sentía que estaba muy cerca del final, y por eso no estudiaba el Fa con seriedad. Tampoco aclaraba la verdad activamente. Me preguntaba una y otra vez: “¿Crees en el Maestro? ¿Crees en el Maestro?” y pensaba: "¡Sí!, creo".

Recité las palabras del Maestro:

“Mis raíces están todas atadas al universo, y si alguien puede tocarte, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, puede tocar a este universo”. (Zhuan Falun)

Luego, dejé de prestarle atención al asunto, como si nada hubiese pasado. Cuando el viaje terminó, mis piernas ya estaban bien. A partir de este incidente, aprendí que cuando mi mente está en Dafa, los milagros pueden ocurrir.

Clarificando la verdad con una mente recta

Un día, nos detuvimos en una casa de té para tomar algo, y vi a un chico del otro lado de la ventana que estaba sonriéndome. Me acerqué hasta él y le conté sobre Ride to Freedom y por qué estaba participando. Me pidió que nos sacáramos una foto y me dijo: “Vivo en la ciudad de Nueva York y tengo algunos volantes de Falun Gong. No te preocupes, aprenderé más sobre Falun Gong y me cultivaré”. Sentí que tenía una relación predestinada con él. Le di una flor de loto y le dije: “Esta flor de loto es de Taiwán; es preciosa. Espero que puedas acordarte de Falun Dafa y sus principios de Verdad – Benevolencia – Tolerancia”. Me agradeció sinceramente y noté lágrimas en sus ojos. Cuando se marchó, lloré.

En otra ocasión, pasamos una noche en un campamento. Luego de tomar una ducha, me quedé esperando a otra practicante y una señora entró en el baño. La saludé, pero pensé que a lo mejor no era un buen lugar para aclarar la verdad, así que solo le hablé brevemente sobre Ride to Freedom. Ella se mostró muy interesada y nos invitó a su campamento, también contó a su marido sobre lo que estábamos haciendo. Yo le hablé sobre Dafa, y él me dijo que recientemente había leído sobre la sustracción de órganos en Internet. Ambos estaban confusos sobre lo que pasaba en China, así que les expliqué lo que ocurría con la persecución. Él dijo: “Nuestra familia está viajando desde Los Ángeles hasta Washington DC; ésta es nuestra información de contacto. Espero verlos allí”. A la mañana siguiente la señora fue hasta nuestro campamento y aprendió los ejercicios. También se tomó fotos con nosotros.

Comprendí que cuando clarificamos la verdad, no importa el tiempo, el lugar y la forma, lo que importa es el corazón de las personas. Cuando tienes el corazón, el Maestro hará que las personas se acerquen a ti.

Gracias a que participé de Ride to Freedom, me volví más confiada en esclarecer la verdad a las personas luego de que el proyecto terminara. Ya no me escondo detrás de todo tipo de excusas. Hablé de la persecución con los pasajeros a mi lado en un vuelo de avión, con los turistas en el mercado Pike Place, y con mis vecinos. Todos están esperando oír la verdad.

Descartando apegos en medio de dificultades

Un día, mientras clarificaba la verdad a un abogado en un edificio gubernamental de Illinois, me avisaron que mi grupo de practicantes estaban por partir. Pensé que era importante clarificar la verdad apropiadamente y no simplemente marcharse a medio camino. Después de que terminé de hacerlo, no pude encontrar a nadie, salvo a un fotógrafo que también era practicante.

Estaba preocupada, pero el practicante dijo que no había problema y que no nos perderíamos. Me preguntó: “¿Qué es lo que te asusta? No nos perderemos”. No le dije nada, y volvió a preguntarme. Entonces le dije: “Tengo miedo de que mis compañeros practicantes sepan que estoy perdida”. Él me dijo: “Ese es tu sucio apego de temor a perder la reputación”. Sus palabras me despertaron, e inmediatamente anulé mis pensamientos negativos.

Luego de que me calmara, vi que todavía tenía muchos volantes de Ride to Freedom, y muchas personas venían para donde yo estaba, entonces les clarifiqué la verdad. Todos mostraron apoyo. Luego, otro practicante me llamó para que subiera unas escaleras. Encontré a todo el grupo en la Cámara de Representantes.

A partir de este incidente me iluminé a lo siguiente: 1. Tenía el apego a exhibirme; estaba muy enfocada en hacer cosas, sentía que me había cultivado diligentemente, que clarificaba la verdad mejor que otros y que podía hablar bien, pero era el Maestro el que me fortalecía. Él arregló todo para que clarificara la verdad a todas esas personas. 

2. El Maestro quería hacerme acordar de la importancia del trabajo en equipo. Más tarde, miré con más fuerza en mi interior y me iluminé a que todo parece accidental, pero en realidad está arreglado para nuestra cultivación.

“…cada minuto de tu vida, cada segundo, está en la cultivación…” (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015”)

Solo cuando nos tratamos como Dafa dizi en todo momento, podemos caminar bien el camino de la cultivación.

Estos 45 días fueron el viaje más importante de mi vida. Hubo felicidad y dolor, así como también risas, lágrimas y sudor. Ocasionalmente pensé en renunciar. Sin embargo, cuando pensaba en la situación miserable de los huérfanos de los practicantes de Falun Gong, y cuando recitaba las enseñanzas del Maestro, juntaba valor y continuaba.

Mi determinación original nunca cambió durante el transcurso del tormentoso viaje. Creo que esta experiencia se convertirá en una de las más preciosas de mi vida. Para mí, Ride to Freedom fue algo totalmente nuevo. Perfeccionó mi voluntad y me ayudó a deshacerme de muchos apegos, me volvió una joven practicante más diligente en el período de la rectificación del Fa.

Gracias maestro por darme la oportunidad de mejorar mi xinxing. De ahora en más, seré más diligente en mi camino de cultivación. Voy a ser digna de su salvación y de esta preciosa oportunidad.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!

(Intercambio presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de la Costa Este de Estados Unidos 2015)