(Minghui.org) Me sentí un poco intranquilo después de presentar una demanda en contra de Jiang Zemin por lanzar la persecución a Falun Gong la cual había provocado mi encarcelamiento en el pasado. Con mi información ahora hecha pública, me preocupaba que pudiera ser arrestado de nuevo por practicar Falun Gong.

Reflexioné sobre si debía hacer lo mismo que algunos practicantes locales, que salieron de la ciudad para las vacaciones o para visitar familiares después de la presentación de las demandas. Mientras me daba cuenta de que como practicante tenía la protección de Shifu, todavía luchaba para deshacerme de mi miedo.

Recordando una experiencia de años atrás

Mientras intentaba tranquilizarme, de repente me acordé de lo que me pasó cuando la persecución comenzó en 1999. En ese entonces dejé mi residencia en Beijing y busqué refugio en mi ciudad natal. La policía de Beijing, sin embargo, me localizó e informó a sus homólogos en mi ciudad natal. Estos últimos buscaron en todas las casas de mis parientes, obligándome a jugar a las escondidas durante la mitad del siguiente mes.

Un día, cuando estaba mirando por una ventana, de repente me di cuenta de que como practicante de Dafa en el camino divino, nunca debía permitir que la policía controlara ni monitoreara mi paradero.

Luego salí a distribuir materiales de aclaración de la verdad como de costumbre, y ningún policía en mi ciudad natal me molestó nunca más.

Lo que vi al enviar pensamientos rectos

Me inspiré después de recordar la experiencia mencionada y eliminé la idea de buscar refugio. Decidí permanecer en Beijing e intensificar mi estudio del Fa y enviar pensamientos rectos. Cada vez que me sentía ansioso de nuevo, empezaba a enviar pensamientos rectos y no tardaba en calmarme.

Shifu dijo: "Donde esté el mal perverso, habrá densa y oscura bruma" (Hong Yin II). 

Después de presentar la demanda contra Jiang, sentí la energía mucho más fuerte durante el envío de pensamientos rectos. A veces, el campo de energía a mi alrededor era tan fuerte que casi me levantaba.

Unos días antes de escribir este artículo vi algo en otras dimensiones al enviar pensamientos rectos. Un enorme camión cargado de policías aparecía delante de mis ojos. Ellos saltaban uno tras otro, y se reunían en espera de las órdenes. Yo sabía que iban a hacer algo malo, así que inmediatamente comenzaba a enviar pensamientos rectos. Pronto todos cayeron al suelo, dejando al descubierto otra fila de policías detrás de ellos. Con cada oleada que llegaba, yo seguía enviando pensamientos rectos.

Cuando todos los policías fueron destruidos la tierra se tornó negra. En ese momento, apareció otra escena, con un camino sinuoso a través de un bosque. Un nuevo grupo de seres malignos fueron destruidos en el momento en que salieron de la maleza.

Cuando terminé de enviar pensamientos rectos ese día, me di cuenta de que en Beijing es donde está la cabeza del mal, y nosotros los practicantes en Beijing debemos aprovechar la proximidad para eliminar más del mal.

Sobre todo ahora con tantas demandas contra Jiang, es imperativo que nos libremos del mal que interfiere con el proceso de hacerle comparecer ante la justicia. También aprendí que el envío de pensamientos rectos ayuda a deshacernos del miedo que podemos sentir después de presentar demandas contra Jiang.