(Minghui.org) El 21 de octubre de 2015, en el segundo día de la visita de estado del presidente chino Xi Jinping al Reino Unido, practicantes de Falun Gong concurrieron a la calle Downing número 10 para pedir atención a la persecución en China y a las recientes demandas contra Jiang Zemin, ex dictador chino.

A pesar de la continua llovizna, los practicantes se quedaron parados sobre la acera por cerca de ocho horas repartiendo información a los transeúntes y al personal de los medios de noticias, mientras Xi se reunía con el Primer Ministro David Cameron.

Los practicantes de Falun Gong expusieron pancartas en una protesta pacífica en el recinto gubernamental británico el 21 de octubre de 2015.

Jiang inició la brutal "represión" sobre Falun Gong en China en julio de 1999 y continúa influyendo en las políticas chinas aun luego de su retiro en 2002. Después de sufrir 16 años de terror y abuso, más de 180.000 practicantes de Falun Gong y sus familiares presentaron denuncias criminales contra Jiang según registros de la página web Minghui hasta septiembre 2015.

Los grupos de bienvenida y protesta sobre la calle Downing fueron distribuidos por la policía en zonas separadas. Al grupo de Falun Gong lo ubicaronfrente de la entrada del recinto gubernamental, un lugar claramente visible que podía observar la gente de dentro y fuera del edificio.

El séquito de Xi entra al edificio del gobierno británico.

Mucha gente estuvo interesada en conocer más sobre Falun Gong. Un oficial de policía dijo que el grupo de Falun Gong fue la protesta grupal más pacífica que haya conocido. Luego de escuchar que las fuerzas policiales están envueltas en la represión a Falun Gong en China, dijo que esto está mal, y “ellos (los oficiales de policía chinos) deben proteger a la gente, no dañar a los ciudadanos”.

Estudiantes chinos, turistas y otros peatones leyeron las pancartas.

Estudiantes chinos tuvieron curiosidad en conocer la historia real sobre Falun Gong, que es muy diferente al odio exhibido en la propaganda emitidapor el PCCh. Varios de ellos se quedaron por un tiempo conversando con practicantes. Al final, la mayoría decidió tomar una postura contra la persecución renunciando formalmente a sus membrecías al PCCh y sus organizaciones.

“Tecreo y estoy de acuerdo contigo”, dijo uno de los estudiantes a un practicante. “Jiang cometió actos inmorales y debe rendir cuentas de acuerdo ala ley”.