(Minghui.org)

Honorable Maestro

Saludos a todos los practicantes

Mi nombre es Mai y soy de Suecia. Desde que tenía 19 años de edad, me he estado preguntando qué podía hacer para evitar volver a este mundo.

Soy artista además de orfebre y mi trabajo es muy físico. Un día tras terminar varias esculturas, una de ellas de 4 metros de granito negro y la otra de 6 metros de Granito natural, empecé a sufrir mucho dolor en las articulaciones. Nada podía aliviarme el dolor.

En el pasado he viajado mucho al sudeste asiático y en los años 80 en uno de esos viajes entré en contacto con la acupuntura y la medicina con hierbas china, que me ayudaron a mitigar mucho mis dolores. Esto me conmocionó tanto que en el año 1986, junto con mi esposo, pusimos en marcha en Suecia la primera consulta de acupuntura. Así que la medicina china no es algo extraño para mí.

Un día, vi a unas personas haciendo unos movimientos que despertaron mi interés y les pregunté si podía unirme a ellos. Fue al instante cuando noté que era algo extraordinario, una onda de calor se extendía por todo mi cuerpo mientras hacía los ejercicios. Mi dolor de años desapareció al instante aunque las posiciones eran estáticas, y todo alrededor se volvió más brillante. Me sentía grande, pura, limpia. Fue como regresar a casa. Esto sucedió en el año 1998, el año en que encontré a Falun Gong. Ese verano acudí varias veces al lugar de práctica y además compré y leí Zhuan Falun. Aún no podía aceptar todo en el libro, así que lo leía a saltos. Pasado un año, dejé de cultivarme, estaba demasiado apegada a la vida humana común. Todo lo que me llegaba era atractivo, trabajos muy interesantes y por tanto me faltaba el tiempo para la cultivación.

En 2001 sufrí un ictus y me llevaron al hospital. La mitad de mi cuerpo estaba paralizada, pero la parálisis desapareció casi al instante. En el análisis de rayos X no encontraron nada, así que me dejaron volver a casa. Pasaron los días y el incidente cayó en el olvido. Fue en este periodo cuando decidí regresar a mi ciudad natal, situada en una gran isla, para llevar una vida más tranquila. Volví a leer Zhuan Falun y retomé la práctica. Leía el libro a diario y entonces me iluminé a ello. El incidente del infarto sucedió porque dejé la práctica, aunque mi creencia en Dafa y en el Maestro Li Hongzhi hicieron que pudiera sobreponerme. Esta fue la primera vez que el Maestro puso a prueba mi determinación en la cultivación.

Una noche, estaba despierta leyendo y vi como una burbuja transparente entraba por la ventana y me hablaba. Hablaba tan rápido que no podía entender lo que decía porque era además como mil voces hablando a la vez, las voces se sucedían como imágenes en una película. Finalmente pude aislar una de las conversaciones que hablaba de una máquina con la que teníamos que tener mucho cuidado. Una caja que podía hacer de todo y era muy peligrosa para nosotros. Más tarde, razoné que probablemente se refería a los ordenadores. Otro día vi muchos demonios fuera de mi ventana. Aun otro día vi la palabra S.O.S. escrita en las nubes. Esto me hizo pensar que ahora es el periodo final del Fa.

En 2003 renuncié a mi trabajo por una alergia muy fuerte a los metales. Esta situación me mantenía muy estresada y mi cultivación en ese momento no era fuerte, todo estaba boca abajo.

Sufrí un infarto y me llevaron al hospital. Me analizaron y radiografiaron sin encontrar nada. De todos modos los médicos insistieron en recetarme medicinas, a lo que me negué. Les dije que la medicina recetada me producía fuertes mareos. El médico no me creía dado que el Albyl es un medicamento para hacer la sangre más liquida. En ese momento pensé, soy una practicante de Falun Dafa, no estoy enferma. Así que decidí no tomar medicina alguna y marchar a casa, no sin que antes el médico me advirtiera que yo sería la única responsable si algo pasaba. Tras este incidente retomé la cultivación muy seriamente tanto en el estudio de Zhuan Falun como en el envío de pensamientos rectos. He de decir que con posterioridad he pasado muchas pruebas físicas. Esta fue la segunda vez que el Maestro ponía a prueba mi determinación para cultivarme. Muchas otras pruebas han surgido durante el camino, pero no habría tiempo para contarlas en detalle.

Hace no mucho tiempo que había llegado el momento de abandonar mi seguridad y ayudar seriamente en el proceso de la rectificación del Fa. Empecé repartiendo folletos sobre las violaciones a los DDHH en China, la persecución a los practicantes de Falun Dafa, también sobre las películas Free China; El coraje de creer y Gao Zhisheng: Más allá del miedo. También he estado aclarando la verdad a familiares y empresas en mi entorno además de solicitar la firma para la petición de DAFOH a las Naciones Unidas.

En julio de este año acudí en Estocolmo a la conmemoración del inicio de la persecución en China el 20 de julio de 1999. Era la primera ocasión en que lo hacía y participé en la demostración de ejercicios delante de la embajada China y en la entrega de folletos de aclaración de la verdad. En esos días también se presentaba en Estocolmo la exposición de arte Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Fue esa noche que decidí quedarme en Estocolmo por 16 días y ayudar en la exposición y aclarar la verdad a los turistas chinos. Mientras escribo esto para compartirlo, me alegro al recordar ese momento. No todo tiene que ser finalmente como uno lo había pensado, ¡a veces es incluso mejor! Cada mañana, sobre las 9, me dirigía a la sede del ayuntamiento de Estocolmo, y allí hacíamos los ejercicios para que los turistas pudieran verlo. Es este un lugar muy visitado por turistas de todo el mundo, chinos también. Los turistas chinos normalmente se sorprenden mucho al ver a practicantes occidentales haciendo los ejercicios. Uno de esos días, entre 10 y 15 turistas chinos se pararon donde yo estaba para tomar el periódico. Se mostraban muy felices y me hablaban como si pudiera entenderlos. Yo asentía a cada cosa que me decían aunque realmente no conozco el idioma chino; pero en cierto sentido es como si pudiera entenderlo. Hablaban mucho de Falun Gong, de que tenían amigos perseguidos y hablaban todos. Algunos tenían lágrimas en sus ojos y se les notaba felices por poder hablar con alguien de su desesperanza. También otro grupo de turistas con los guías incluidos se dirigió a nosotros para saber qué ejercicios hacíamos, y pudimos hablarles en detalle de Falun Gong y de la persecución en China. Uno de los guías era muy negativo hacia Falun Gong. Tuve entonces la oportunidad de aclararle la verdad en detalle y pareció serenarse, así que le expliqué aún más en detalle. Cuando nos despedimos, sonrió, me abrazó y mostró su alegría por haber compartido sobre Falun Gong, ya que esto le permitiría explicar la verdad a otros turistas en el futuro.

Cuando estaba ayudando con la exposición, me presentaba a la gente en la calle como defensora de los derechos humanos y les decía que teníamos una exposición sobre la persecución a los practicantes de Falun Gong en China. Entregaba folletos y les pedía que consideraran firmar la petición de DAFOH sobre la extracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong y otros presos de conciencia. Las personas solían tener un sentimiento de tristeza al ver la exposición, llegando muchas veces a las lágrimas. Pudimos hablar con gente de muchos lugares del mundo. Realmente ser parte de la exposición fue algo grandioso, difícil de explicar, pero que trajo gran alegría a mi corazón. Nunca había estado tanto tiempo con otros practicantes compartiendo un lugar y esto ayudó a elevar mi nivel, y realmente me encontraba muy serena y concentrada durante todo el día, como envuelta en una bola de cristal. Un día por la tarde/noche, tenía dolor de cabeza, dificultades en la visión y empecé a ver luces blancas y a sudar mucho, al punto que tuve que cambiar las sábanas durante la noche. Durante 16 días dormí entre 2 y 4 horas la mayoría de los días.

Cuando regresé a casa, había dejado atrás varios apegos. Había entendido en mis sueños cuales eran aquellos apegos que debía dejar. Algunas noches experimentaba latidos por todo el cuerpo y esas noches prácticamente no dormía. Mis huesos tenían mucho yeli (karma) y tenía que ser eliminado. Estoy por ello eternamente agradecida. Con estos cambios en mi cuerpo aprendí también a ser humilde al encontrar conflictos. Manteniendo el respeto y el aprecio hacia mis compañeros practicantes y la gente del mundo, mi mente llevaba una energía más pura y un reforzamiento de todo lo bueno y positivo. Espero que esta apertura de mi mente me ayudará en el futuro a ser un discípulo genuino del periodo de la rectificación del Fa y a ayudar al Maestro a rectificar el Fa. Sé que no lo he hecho bien en muchos aspectos pero como practicante de Dafa no puedo pensar solo en mi. Quiero dejar eso atrás y seguir adelante, con rectitud, mirándome hacia adentro, practicando y estudiando el Fa. Esto es lo que el Maestro quiere.

Gracias Maestro

Gracias a todos los compañeros practicantes.