(Minghui.org) Tengo 73 años, antes de comenzar a practicar Falun Dafa mi salud no era buena.

Mi sobrina me dio el Zhuan Falun, libro principal de Dafa, y me dijo que estudiándolo uno podía mejorar su salud y elevar la moralidad. Lo acepté con las dos manos y me sentí temblar de emoción.

Lo leí durante dos horas y comencé a sentir mareos y náuseas. Luego me enteré que mi cuerpo estaba listo para dejar ir las enfermedades que me molestaban.

Doce días después, cuando me senté en meditación, recordé un sueño que tuve a los nueve años de edad: vi casas, árboles y muchas personas meditando en círculos; luego se aproximaron a una caja sobre una mesa para escuchar conferencias grabadas.

Unos días después, cuando terminamos de hacer los ejercicios, nuestro asistente dijo que ahora podíamos escuchar una conferencia. Dos personas se levantaron, fueron hasta la mesa, y encendieron una grabadora. Finalmente entendí el sueño de mi juventud; estaba predestinada a aprender Dafa.

Familia atestigua un incidente extraordinario

El 8 de abril de 2007, empecé a toser con mucha sangre. Sabía, que para un practicante, esto era algo bueno, así que solo lo ignoré. Continué así por seis días. Cuando me miré en el espejo, mi lengua estaba morada.

Mi esposo e hijo quisieron llevarme al hospital, pero me negué. Aunque al fin accedí a ir a una pequeña clínica de mi vecindario. El doctor estaba alarmado y me dijo que viera a un experto en el hospital. Mi familia no aceptó un no como respuesta y me llevaron.

Un experto y dos médicos me revisaron. Ninguno sabía por qué mi lengua estaba tan morada. Me prescribieron tres medicamentos. Sin embargo, no permití que mi familia completara la receta. Cuando llegamos a casa, mi lengua estaba normal; todos estaban impresionados, pero agradecidos con Dafa.

Recuperándome de un serio accidente en un mes

Tuvimos un accidente con mi hija cuando me llevó a dar una vuelta en su motocicleta eléctrica el 8 de enero de 2012. Otra motocicleta nos chocó y quedé inconsciente.

Me llevaron al hospital, donde me desperté tres horas después. Pedí a mi familia que me llevaran a casa; sin embargo no me podía mover, y cuando intenté comer, vomité.

El hospital no era un lugar para mí, así que volví a pedir que me llevaran a casa. El director del hospital me dijo que estaba gravemente herida.

“Está sangrando en su cavidad craneal; tiene un chichón del tamaño de una manzana en su cabeza. Además tiene nueve costillas rotas y dos fracturas en su espina lumbar. Presenta derrame abdominal, hidropesía y una hemorragia en el tórax. Debido a su sangrado interno, su costado izquierdo, desde el muslo hasta el cuello, está morado. Es un milagro que sobreviviera”, dijo el director.

Después de 12 días en el hospital, tuve fiebre todas las noches durante aproximadamente tres horas, y luego volví a la normalidad sin ninguna medicación. Los médicos estaban desconcertados.

Esto se prolongó durante cuatro días, y pensé que era una señal para que volviera a casa. Pensé que si esa noche no tenía fiebre, me iría a casa. En efecto, esa noche no tuve fiebre.

El día siguiente insistí en ser dada de alta. Sin embargo, los médicos y mi familia lo objetaron diciendo que no estaba en condiciones para partir. Esa noche la fiebre regresó.

“En casa no tendré fiebre. Firmaré un contrato absolviendo de cualquier responsabilidad al doctor cuando deje el hospital”, dije a mi marido.

Luego de que regresé a casa, me negué a tomar la medicación y no utilicé ninguno de los soportes que el hospital me había dado. Sin embargo, seguía sin poder moverme.

Después de tres días, me obligué a ponerme de pie luego de pedirle al Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, que me diera fuerzas. Entonces pude pararme y caminar. Mi familia fue testigo de esto y todos agradecieron al Maestro. Transcurrió casi un mes para que me recuperara de las heridas.

Fui al hospital a hacerme un examen porque quería que el doctor y el personal vieran lo bien que me había recuperado; estaban asombrados.

Desde entonces, siento mi cuerpo liviano, camino como si pisara el aire, y nunca me canso, independientemente de lo lejos que camine.

Declinando la demanda contra el motociclista

Mi póliza de seguro estipulaba que cualquier gasto médico relacionado a cualquier accidente de vehículo no era reembolsable. La cuenta médica fue de 34.000 yuanes.

El motociclista pagó 7.000 yuanes durante mi hospitalización y luego nunca atendió ni respondió las llamadas telefónicas. Sin que yo lo supiera, mi familia presentó cargos en su contra y gastó 4.000 yuanes en costos legales. El abogado estimó que podríamos recibir un total de 120.000 yuanes de compensación, y me dijeron que el conductor podía afrontarlo.

Cuando me enteré, me opuse fuertemente, porque como practicante, tengo que tratar a otros con compasión. Sin embargo, no pude convencer a mi familia de olvidar la demanda.

Mientras trataba de lidiar con ellos, escuché sobre tres accidentes que terminaron en graves lesiones. Ninguna de las víctimas fue compensada porque los conductores responsables no pudieron hacerse cargo.

Entendí que tenía que retirar el caso. Le pregunté a mi hijo: “¿Qué es más importante, la vida de tu madre o el dinero?”. Así, mi familia finalmente accedió a declinar la demanda.