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Atesorando mi segunda oportunidad

Ene. 29, 2015 |   Por un practicante de Falun Dafa de la provincia de Hebei

(Minghui.org) Me considero afortunada por haber encontrado Falun Dafa a los 10 años de edad. Pero me arrepiento en decir que aflojé durante un tiempo.

Sin embargo, nuestro compasivo Shifu no me abandonó. Me protegió, me dio recordatorios, y arregló lo mejor para mi.

Una niña en busca del significado de la vida

Antes de practicar Falun Dafa, a menudo me cuestionaba el propósito de la vida. Estaba muy confundida y me sentía muy vacía. Me daba miedo esa sensación, y ningún intento aliviaba ese sentimiento. No compartí con nadie estos pensamientos porque pensaba que un adulto no podría entender que una niña de 9 años pudiera tener esos sentimientos y pensamientos.

Un familiar practicante de Falun Dafa vino a casa a cenar. Cuando le presentó Dafa a mi abuelo yo escuché todo. Instantáneamente supe que Dafa podría resolver mi confusión y vacío, y que era lo que yo había estado buscando.

No tuve el coraje de decirle a mi pariente que yo quería aprender la práctica. Luego soñé que Shifu me llevaba volando al Cielo junto con mi hermano menor y nos enseñaba los ejercicios. 

Un día mi madre y yo retiramos a mi hermano de la casa de mi tío; yo sentí que esa era una gran oportunidad de aprender los ejercicios. Después de todo, su casa era un sitio de práctica. Pero mi madre se oponía. Sintió que era mera curiosidad y que les traería problemas. Yo era una niña obediente, pero esta vez me quería salir con la mía. Mi tía dijo: “Si ella quiere aprender, déjala que aprenda”. Mi madre ya no se opuso.

No tengo palabras para describir la felicidad y alegría que sentí. Ya no sentí vacío, miedo ni confusión. También fue de ayuda que mis padres y otros parientes se volvieran practicantes. Tenía solo 10 años y me crié inmersa en la compasión de Shifu. Me siento tan afortunada de haber tenido esta relación predestinada.

Fe firme a pesar de las turbulencias

El partido comunista chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Los medios nos avasallaban con artículos que difamaban a Dafa. Yo tenía 13 años y mi hermano 11. No podía entender por qué estaba pasando esto. Pero, sabía que Dafa era bueno y que Shifu era bueno. Mis padres fueron a apelar al gobierno central por el derecho a practicar Dafa.

Yo me quedé en casa y escribí cartas a los periódicos. Les hice saber de la bondad de Dafa, y les pedí que se retractaran de las acusaciones contra Dafa.

Mis padres fueron detenidos porque se rehusaron a renunciar a la práctica. Mi hermano y yo quedamos en casa, solos. No teníamos miedo. Sabíamos que nuestros padres estaban haciendo lo correcto y estábamos orgullosos de ellos.

Mis parientes nos llevaron a visitar a nuestros padres en el centro de detención. Nos dijeron que debíamos llorar frente a ellos y suplicarles que regresaran a casa. Ellos querían que renunciaran a Dafa y firmaran una declaración que así lo dijera. Pero mi hermano y yo estábamos muy claros: estábamos muy felices de ver a nuestros padres. No lloramos y nos mantuvimos con buen ánimo. Rehusamos repetir lo que nuestros parientes nos habían dicho. Nuestros padres se sintieron muy seguros.

Tal vez parezca peligroso y triste que dos niños se queden solos en casa. No nos importó que algunas personas nos mirasen mal; sabíamos que nuestros padres no habían hecho nada malo. Aunque estaban detenidos, nosotros no teníamos miedo.

Mi esposo comienza a cultivarse

Cuando crecí dejé casa y trabajé en otra ciudad. No tenía el ambiente para estudiar el Fa con mi madre, así que comencé a aflojar. Pero en mis sueños Shifu me hacía recordar que sea diligente.

En un sueño vi mi trabajo de presentación de mi examen. Mi nota era “desviado”. Lo leí como “no correcto”, porque la palabra en chino para “desviado” es una combinación de “no” y “correcto”. Tuve otro sueño en donde regresaba a la escuela. Mi nombre estaba escrito en la pizarra en la entrada del edificio de las aulas. Decía que debía regresar por la tarde.

Sabía que Shifu me estaba recordando a que debía estudiar Dafa nuevamente. Aún practicaba Dafa de vez en cuando, pero no estaba mejorando y la sensación de vacío y miedo regresó.

Mucha gente quería ayudarme a encontrar un esposo. Yo deseaba que la familia de mi futuro esposo fuesen practicantes. Cuando conocí a mi esposo el no era un practicante, pero sus padres y hermana eran practicantes veteranos que habían comenzado la cultivación antes de 1999. Él también apoyaba a Dafa.

En la víspera de nuestra boda mi madre le dijo: “Te doy a mi hija. Ambos deben atesorar esta relación predestinada. Espero que puedas suplicarle que practique Dafa y que no afloje”. Mi esposo recordó las palabras de mi madre. Yo quería divertirme, pero mi esposo dijo: “Tu madre me culparía porque no estudiaste el Fa bien”. Entonces decidió estudiar Zhuan Falun conmigo.

Comenzamos estudiando media hora y finalmente una hora, leyendo una lección completa. De esta forma, mi esposo comenzó a cultivarse. Me dijo: “Fui tan estúpido antes. Mi ambiente en casa era tan bueno. ¡Qué relación predestinada! Me arrepiento de comenzar a cultivarme tan tarde”. Sus padres y hermana estaban muy felices de que se convirtiese en un practicante.

Descubriendo formas de contarle a la gente sobre Falun Dafa

Aunque teníamos acceso a Internet, no teníamos una impresora, así que escribíamos cartas para aclarar los hechos sobre Dafa al público. Era poco eficiente. Un día, mi esposo recibió un mensaje de texto de aclaración de la verdad que nos abrió una nueva puerta. Compramos una tarjeta de teléfono y utilizamos un celular viejo para reenviar el mensaje de aclaración de la verdad a colegas.

Luego, mi cuñada nos enseño los foros técnicos que están en la página de Minghui. Nos dimos cuenta que, como jóvenes practicantes, deberíamos estudiar bien las cuestiones técnicas. Necesitábamos tener ese conocimiento para aclarar la verdad con los celulares, trabajar con las computadoras, e instalar y utilizar software.

Mi esposo se especializó en informática en sus estudios, así que comenzó a estudiar todo lo que pudo acerca de celulares, software, y hardware. Yo estaba a cargo de imprimir y hacer los materiales de aclaración de la verdad. Tuvimos muchas dificultades porque comenzamos desde cero. También tuvimos conflictos de xinxing cuando trabajábamos juntos. A veces estuvimos cerca de divorciarnos, pero al final siempre miramos internamente, descubrimos nuestros problemas de xinxing, y superamos cualquier cosa que enfrentamos.

Atesorando esta oportunidad

No era todo fluido, pero mi esposo y yo sabíamos que teníamos grandes responsabilidades que cumplir como Dafa dizi. Shifu nos juntó para que trabajemos juntos, nos ayudemos, y mejoremos. Debemos cultivarnos diligentemente, asistir a Shifu en el período de la rectificación del Fa, y salvar a seres conscientes.

Estoy agradecida de los arreglos compasivos de Shifu. Sin los esfuerzos de mi esposo yo no sería capaz de enviar mensajes de voz y de texto, estudiar los nuevos artículos de Shifu, y leer los artículos de experiencias de practicantes.

Mi esposo y yo mandamos decenas de cartas de aclaración de la verdad de Dafa cada fin de semana. Debido a la gran cantidad necesitábamos dividirlas para enviarlas y así evitar problemas. Buscamos direcciones por toda la ciudad para entregar las cartas. A veces nos pasábamos la parada o nos tomábamos el autobús equivocado; a veces no encontrábamos ninguna dirección luego de horas. Cuando ocurría esto, le pedíamos a Shifu desde nuestro corazón que nos ayude y encontrábamos lo que necesitábamos.

Aunque me sentí profundamente arrepentida por no haber hecho un buen uso de mi tiempo desde que descubrí Falun Dafa de tan pequeña, estoy agradecida a Shifu por haber arreglado las cosas con mi esposo para que podamos cultivarnos juntos, mejorarnos juntos, y hacer las tres cosas juntos. Shifu me dio un tan buen ambiente para practicar. Atesoraré esto, me cultivaré bien, y haré aún mejor las tres cosas.