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Secretos oscuros de los hospitales psiquiátricos “Ankang” de China (Fotos)

Ene. 12, 2015 |   Por Mingde

(Minghui.org) Los hospitales Ankang, hospitales psiquiátricos de alta seguridad directamente administrados por el ministerio de seguridad pública chino, fueron señalados durante varios años en el informe anual de derechos humanos del Departamento de Estado de EE.UU. (DOS), como lugares donde ocurren abusos desmedidos. 

El informe de DOS del 2011 declara: “Las regulaciones que habilitan a los funcionarios de seguridad pública a enviar a una persona a las instalaciones ankang, no son claras, y los detenidos no tienen mecanismos para objetar las acusaciones de enfermedades mentales hechas por los funcionarios de seguridad. Los pacientes en estos hospitales fueron supuestamente medicados contra su voluntad y sometidos forzosamente a tratamientos de electro shocks”.

A pesar de la documentación de los abusos en las instituciones psiquiátricas chinas, los ankang, que irónicamente se traduce como “instalaciones para la paz y la salud” [de la mente], no son ampliamente conocidos. Están tan encubiertos que muchos psiquiatras veteranos, abogados especializados en los derechos de los enfermos mentales y profesores de psicología criminal han declarado que no saben nada de estas instalaciones. 

Las visitas de familiares de los practicantes de Falun Gong están prohibidas en los ankang. Muchos familiares no saben el paradero de sus seres queridos que están detenidos en estos hospitales. 

Campo de trabajo paralelo 

Los hospitales ankang, hospitales psiquiátricos directamente administrados por el ministerio de seguridad pública, tienen una estructura extra judicial y un proceso extremadamente similar al sistema de trabajo forzado que se declaró cerrado en 2013: la policía puede enviar a cualquiera a los hospitales para ser detenido sin ningún procedimiento judicial. 

De hecho, el departamento administrativo de los hospitales ankang es el mismo que está a cargo de los centros de detención. Por eso, la policía frecuentemente rota a los practicantes de Falun Gong entre los centros de detención, centros de lavado de cerebro, y los ankang, sometiéndolos a intensas tácticas de lavado de cerebro en cada uno de estos lugares. Los practicantes que se niegan a renunciar a su fe después de estar detenidos en los centros de detención, campos de trabajo, y centros de lavado de cerebro usualmente son transferidos a los ankang para ser torturados psiquiátricamente. 

Es de conocimiento común que el partido comunista chino usa frecuentemente instalaciones de salud mental para torturar a disidentes o activistas políticos. Aunque los abusos han sido ampliamente denunciados en diversas instalaciones mentales de China, solo los hospitales ankang están designados oficialmente para retener pacientes contra su voluntad. 

Estas instalaciones tienen una larga historia de “mantener la seguridad doméstica” para el régimen comunista. Tan temprano como 1988, el ministerio de seguridad pública estableció estándares para internar forzadamente a las personas en los ankang. 

Entre las cinco poblaciones a las que apuntan para encerrar en los hospitales ankang, dos son esas clasificadas como que “interfieren seriamente con el orden público” y las que “interrumpen la estabilidad social”. Los practicantes de Falun Gong, disidentes políticos, y ciudadanos que se atreven a protestar contra las políticas del gobierno frecuentemente reciben esta clasificación para justificar el confinamiento en los hospitales ankang.   

Después que comenzó la persecución a Falun Gong en 1999, se establecieron más ankang. En septiembre de 2004 el ministerio de seguridad pública emitió una notificación pública para requerir a las provincias, regiones autónomas y municipalidades que establecieran hospitales ankang tan pronto como sea posible si es que no los tenían ya.

Brechas en el código de salud mental permite que gente saludable sea confinada contra su voluntad en los hospitales ankang

El código de salud mental fue formalmente implementado en China el 1 de mayo de 2013. El código establece el principio de hospitalización voluntaria, y declara que solo aquellos con “síntomas severos” que presentan “peligro de lastimar a otros” pueden ser detenidos a la fuerza en instalaciones de salud mental.

Sin embargo, el código deja brechas que no protegen a los ciudadanos de ser declarados arbitrariamente como enfermos mentales. En tomar la decisión de si una persona representa un “peligro de dañar a otros”, hay una gama de grises que la policía y las agencias de gobiernos relevantes han explotado en la persecución a los practicantes de Falun Gong, disidentes políticos y manifestantes (“manifestantes” en China son los ciudadanos que visitan la oficina de apelaciones para protestar por las políticas del gobierno).

La policía envía a alguien a un hospital ankang que es administrado por el departamento de policía. Por eso si a uno le diagnostican desorden mental, qué medicamentos tiene que tomar y cómo se los administran, o cuándo un paciente tiene que ser liberado, son todos asuntos controlados por la policía. No hay inspecciones de terceras personas en los hospitales ankang. 

Desde la implementación del código de salud mental, muchos practicantes de Falun Gong aún están detenidos en los hospitales ankang o han sido recientemente encarcelados en estas instalaciones. Por ejemplo, el practicante Wang Dong de la provincia de Shaanxi, Qin Hanmei, Zhou Wenjuan, Zhang Bing, y Zhou Xiuqin de Wuhan, provincia de Hubei fueron enviados a los hospitales ankang en 2014.

Abuso de drogas psiquiátricas: una herramienta para torturar a los practicantes de Falun Gong

Desde que la persecución a Falun Gong comenzó en 1999, muchos practicantes han sido falsamente calificados como mentalmente enfermos. Los encarcelan en los hospitales ankang, les inyectan drogas que dañan el sistema nervioso central, los someten a tratamiento de electro shocks, alimentación forzada, y los golpean, todos estos “tratamientos” han sido actualmente prohibidos por el círculo médico internacional. Muchas personas verdaderamente quedaron mentalmente enfermas o murieron como resultado del uso frecuente de drogas tóxicas en los hospitales ankang.

Aquí algunos ejemplos:

 

Liang Zhiqin antes y después de la inyección tóxica y los electro shocks.

La Sra. Liang Zhiqin y otros practicantes de Falun Gong fueron llevados al hospital ankang de Tangshan durante el invierno de 2000, donde les aplicaron inyecciones para dañar su sistema nervioso central. La mayoría luego recordó el dolor de las inyecciones, con síntomas que duraron mucho tiempo después de que la inyección fuera aplicada. Los síntomas incluían incomodidad en el corazón, lengua dura, paso severamente alterado, nerviosismo, pensamientos irracionales, ojos apagados, y pérdida de memoria.

La Sra. Liang Zhiqin sufrió una falla en el corazón y entró en shock dos veces después de recibir las inyecciones con drogas siquiátricas. Estuvo tres años sin poder valerse por sí misma y eventualmente murió en 2009. Otra practicante, la Sra. Li Fengzhen tuvo severa pérdida de la memoria después de recibir las inyecciones con drogas en el hospital ankang. No podía hacer las cosas diarias y enflaqueció.  

 

Li Fengshen sufrió pérdida de memoria después de las tóxicas inyecciones.

 

Yang Baochun antes de las torturas en la instalación ankang.

Yang Baochun, practicante de Handan, provincia de Hebei fue torturado en el campo de trabajo forzado de Handan en 2002, que terminó con la amputación de su pierna derecha. El campo de trabajo lo envió al hospital ankang de Handan tres veces, donde le inyectaron drogas para el sistema nervioso durante cinco años. Para el tiempo en que su familia se lo llevó a casa en 2009, estaba verdaderamente enfermo mentalmente.