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Un pensamiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte

Sept. 8, 2014 |   Por un practicante de la provincia de Hebei, China

[Minghui Net] En el verano de 2000, llevaba más de un año trabajado para una empresa especializada en excavación de túneles. Esta vez estábamos trabajando en un túnel en una zona montañosa y habíamos terminado una parte de la obra. La entrada del túnel era una estructura inclinada y bien iluminada que estaba sobre el nivel del suelo.

En una ocasión, estaba lloviendo muy fuerte y yo trabajaba en el turno de noche. Llamé al supervisor para ver si deberíamos seguir trabajando bajo la lluvia. Él vino a evaluar la situación y no vio ningún riesgo. Me dijo que los trabajadores pueden seguir con la obra.

Poco después de que se fue, noté un torrente de agua, suciedad y grava viniendo hacia nosotros. Parte del agua entró en el túnel que estaba parcialmente acabado, por lo cual el sistema de drenaje no pudo contener el gran volumen de agua y residuos. No sabía de dónde provenía esta agua, pero sabía que los 12 trabajadores estaban todavía dentro del túnel. Si no lograban salir, el agua se los iba a llevar.

Me quedaba claro que, para salvarme, tenía que irme de inmediato. Pero, de repente, me detuvo un pensamiento. Shifu dijo que los practicantes deben considerar primero a los demás. Así que corrí hacia el túnel para advertir a los demás sobre el peligro. Trabajamos todos juntos para salir del túnel. Mientras estaba ayudando a la última persona, tuvimos que enfrentar un torrente que empujaba con fuerza hacía el túnel.

Muchos otros trabajadores ya estaban afuera, tratando de usar todos los medios disponibles para redirigir el torrente y alejarlo de la entrada al túnel.

Luego me enteré que una presa más arriba de la montaña se había cuarteado  por el peso de la lluvia. El torrente de agua venía de la presa rota.

Cuando volví a nuestra residencia, me di cuenta que tenía moretones y cortes en mis piernas y pies. Al día siguiente, mis pies estaban muy hinchados y no podía caminar, así que me senté en meditación. Una semana más tarde, mis pies se habían recuperado.

Mi supervisor hizo que nuestra agencia enviara un artículo sobre mi acto de valentía, que salvó a los trabajadores. Creo que las palabras de Shifu hicieron la diferencia. Si hubiera escapado yo solo del peligro, las cosas hubieran sido totalmente diferentes. Estoy agradecido por la guía de Shifu sobre cómo salvarme a mí mismo y a los demás.