[Minghui Net] Mi vecina Quner y sus parientes todos creen que Falun Dafa es bueno y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno y todos han renunciado al partido comunista chino.

Quner quería un segundo hijo. Cuando estaba de seis meses, fue al hospital para que le hicieran un examen prenatal. Los médicos vieron un tumor de primer estadio en el útero. Si se hacía la cirugía para quitar el tumor, el bebé moriría. Pero sin cirugía, si el bebé golpeaba el tumor, Quner podría morir en cualquier momento.

Estaba muy nerviosa. Mi madre, practicante, y yo, le dijimos que no pensara en nada, solo que recitara: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Shifu les protegería. Lo recitaba cada día hasta que nació el bebé.

Cuando rompió aguas, fue al hospital para que le hicieran la cesárea. El médico dijo que el bebé no era grande y que no había necesidad de hacerla. Quner le habló sobre el tumor. La examinó pero no encontró nada. El tumor había desaparecido, y todos sus familiares estaban entusiasmados.

Mi vecino Chen tenía dos tumores del tamaño de un huevo en su brazo. Fue al hospital, y descubrieron que eran malignos. No tenía dinero y vivía en la pobreza. Después de pensar en ello, decidió no contárselo a su esposa y vivir el día a día. Un día, su mujer vio el informe del diagnóstico y se quedó estupefacta.

Ella recordó que sus vecinos siempre recitan: "Falun Dafa es bueno", entonces Shifu le protegería. Así que la familia del Sr. Chen empezó a recitar "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Un día, para sorpresa de mi madre, el Sr. Chen le contó que sus tumores habían desaparecido. Desde entonces su familia creía más en Dafa y siempre le contaba a los demás que no era correcto perseguir a Dafa, que los practicantes de Falun Gong son amables y que Shifu es compasivo.

Un día el Sr. Chen iba en su moto colina abajo. Un camión enorme le golpeó por delante. Acabó en el suelo, lejos de su moto. Los conductores quisieron resolverlo y le dieron 5.000 yuanes.

El Sr. Chen se tocó y se movió, y no le dolía nada. Dijo: “El Shifu de Falun Gong me ha salvado de nuevo. No puedo aceptar vuestro dinero. Pueden irse, porque no estoy herido. Mis vecinos practican Falun Gong y me dijeron que no causara problemas a los demás cuando tuviera dificultades y que me beneficiaría. Ahora ya me he beneficiado. Si Shifu de Falun Gong no me hubiera protegido, no importa cuánto dinero me den, seguiría en el hospital”. Por tanto el Sr. Chen dejó que los conductores se marcharan sin darle el dinero. Cuando otros aprendieron de esto, todo decían que el Sr. Chen era un buen hombre.