Falun Dafa Minghui.org www.minghui.org IMPRIMIR

Historias antiguas de la China: "Hablar claro" con los líderes de la realeza para beneficio del pueblo (Parte 2 de 3)

Ago. 7, 2014

[Minghui Net] (A continuación de la Parte 1)

Convenciendo al duque de Qi de ser más diligente y bondadoso

Qi Jing Gong (duque Jing de Qi) estaba entregado a un estilo de vida lujoso. Mientras Yanzi estaba en el estado de Lu en una misión diplomática, el duque Jing ordenó que se construyera un nuevo palacio. La construcción se extendió hasta el invierno y hacía mucho frío. Los trabajadores no podían volver a sus casas a recoger sus cosechas, así que éstas se pudrieron en sus campos. Muchos no tenían suficiente comida cuando llegó el tiempo frío. Ellos se quejaron y guardaban la esperanza de que Yanzi regresara pronto y los rescatara.

Cuando Yanzi regresó, se enteró de lo que había ocurrido durante su ausencia. Se dirigió al palacio del duque Jing a reportarse. El duque Jing le ofreció una cena de bienvenida en su honor. Después de que comieron y hablaron un rato, Yanzi se puso de pie y le dijo al duque: “Con su permiso, me gustaría cantar una canción”. Entonces Yanzi comenzó a cantar: “Es fin de año, pero los cultivos aún no han sido cosechados; ¿qué hacer? Estoy preocupado. Hace mucho frío, pero la obra no se ha terminado; ¿qué hacer? Estoy lleno de tristeza”. Cuando terminó, se puso a llorar. El duque Jing inmediatamente se dio cuenta de que Yanzi se refería a la construcción del nuevo palacio. Se acercó a Yanzi y le dijo: “No tiene de que preocuparse. Si se refiere a la construcción del palacio, voy a pedir que esta se detenga de inmediato”. Yanzi le dio las gracias. Tal como lo prometió, el duque Jing pidió que se detuviera la construcción inmediatamente. Tan pronto como se enteraron de la noticia, los trabajadores que estaban trabajando en la construcción abandonaron rápidamente el sitio.

El duque Jing emprendió un viaje de turismo por 18 días. Yanzi le pidió que regresara al palacio para atender los asuntos del Estado. El duque Jing estaba sorprendido, y le preguntó: “¿Por qué tengo que regresar y trabajar? ¿No se están manejando adecuadamente los asuntos legales? Taishi Ziniu (el funcionario a cargo de los asuntos judiciales) los está procesando. ¿No están los lugares de culto consiguiendo hacer los  sacrificios a tiempo? Taizhu Ziyou (un funcionario a cargo del culto) los está manejando. ¿No están yendo bien los programas de intercambio con otros estados? Xingren Ziyu (un funcionario encargado de los programas de intercambio) es el responsable de esto. Quizás no cultivamos suficientes tierras este año, o nuestros almacenes no tienen suficiente comida ni suministros. Los funcionarios a cargo de la agricultura se encargarán de este asunto. Y en cuanto a la gestión global del Estado, tú estás a cargo. Teniendo cinco ministros, ¿por qué debería estar preocupado?”. Yanzi respondió: “Cada persona tiene sus responsabilidades y debe hacer su propio trabajo. Pero hace días que el duque no está trabajando”. El duque Jing se dio cuenta de que lo que hizo estuvo mal, y regresó al palacio con Yanzi.

Aunque el duque Jing tenía ministros dignos de confianza para ayudarlo a manejar el estado, él aún tenía sus propias responsabilidades que cumplir. Simplemente pensó que podía sentarse y relajarse, ya que le hacían todo. Cada uno tenía sus deberes y debía hacer su parte. Pero uno no puede ignorar sus propias responsabilidades sólo porque todo el mundo está cumpliendo con sus deberes.

El duque Jing ayuda a un anciano hambriento

Un día, el duque y varios funcionarios fueron de paseo al palacio Shou. Entonces vio a un anciano pálido y delgado con un gran fardo de leña sobre su espalda. Parecía que el anciano no había comido en mucho tiempo, y se veía agotado. El duque Jing sintió pena por el viejo. Ordenó a los funcionarios que cuidaran del anciano para que no tuviera que trabajar tan duro ni pasar hambre.

Yanzi elogió al duque Jing por lo que hizo. Le dijo: “He oído que la esencia de gobernar un estado es mantener a las personas capaces y virtuosas cerca de uno y mostrar compasión hacia las personas menos afortunadas. Ayudando al anciano demostró que usted está dispuesto a ser amable con su gente. ¡Eso es muy importante!” El duque Jing estaba muy feliz de escuchar eso. Yanzi continuó: “Un duque sabio y justo apreciará a quienes son capaces y virtuosos, y se solidarizará con los menos afortunados. Cuando vean a una persona sufriendo, se acordarán de otras personas en situaciones similares. Por favor, haga que los funcionarios locales busquen a las personas que necesitan ayuda, los ancianos, los jóvenes, los viudos, y los que no tienen familia, y haga los arreglos necesarios para cuidar de ellos. De esa manera, su bondad se extenderá a todo el estado”. Al duque Jing realmente le gustó la idea de Yanzi y de inmediato accedió a seguir su sugerencia. Gracias a los consejos de Yanzi, los ciudadanos de edad avanzada, los jóvenes y los indefensos de la región de Qi fueron atendidos. En adelante, la gente en el estado de Qi vivió una vida más estable y armoniosa.

Cuando el duque Jing tuvo compasión por un hombre mayor, Yanzi aprovechó la oportunidad para convencer al duque de ser amable y cuidar de todos los ciudadanos del estado. Se necesita tener una mente abierta y considerada no sólo a la hora de dar consejos, sino también al momento de recibirlos. Uno debe afirmar y estimular los puntos fuertes de los demás. Cuando otros le dan un mejor consejo, ¿puede esta persona aceptarlo con felicidad y seguir mejorándose con el fin de alcanzar la perfección?

El plan del duque Jing de premiar a los que no tienen ningún mérito y castigar a aquellos que deberían ser premiados

El duque Jing una vez quiso recompensar a su grupo de preferidos. Tres de sus favoritos recibirían las mejores recompensas, y cinco recibirían recompensas intermedias. Después de que dio la orden, el funcionario a cargo de la contabilidad se negó a llevarla a cabo. El duque Jing estaba furioso. Ordenó remover de su cargo al funcionario de contabilidad. Pero el funcionario a cargo de los asuntos judiciales también desobedeció su orden. El duque no estaba feliz. Le dijo a Yanzi: “Un gobernante debe poder recompensar a la gente que le gusta y no a los que no le gusta. Pero ahora no puedo premiar a la gente que me gusta, y ni quitar a la gente que no me gusta. ¡Es como si hubiera perdido el poder de gobernar el Estado!”.

Yanzi le respondió: “He oído que cuando el gobernante hace lo correcto, y sus ministros siguen su orden, eso es considerado ser obediente. Si el gobernante toma una decisión equivocada, y sus ministros la cumplen, eso es considerado una traición. Ahora quiere dar generosas recompensas a traidores y aduladores, y desea que sus ministros le obedezcan. El duque estará yendo por un camino equivocado, y sus ministros no estarán haciendo bien su trabajo. Duques anteriores han establecido como regla recompensar el comportamiento favorable con el fin de fomentar las buenas acciones, y castigar el mal comportamiento con el fin de prohibir la crueldad. La razón por la que los duques en los períodos de Xia, Shang y Zhou fueron capaces de construir estados fuertes y prósperos fue porque apreciaron y recompensaron a aquellos que podrían beneficiar a sus estados, y no les gustaban y castigaban a quienes podían perjudicarlo. Como resultado, hubo más y más personas capaces y virtuosas, y las personas malas empezaron a cambiar sus comportamientos y a detener sus actos malos. Sus habitantes vivieron en paz y orden”.

Yanzi continuó: “Cuando los estados estaban en declive, y sus duques se ausentaron y vivieron vidas de libertinaje, favorecieron y recompensaron a las personas que los obedecían ciegamente y castigaron a quienes no lo hacían. Ellos menospreciaban su confianza y ya no podían distinguir el bien del mal. En consecuencia, había más y más personas corruptas, y las que eran rectas fueron expulsadas. Al final, las familias se separaron, y los estados fueron derrocados. Usted no podía entender cómo fue que su virtuoso antepasado fue capaz de construir un estado fuerte, y no sabía la razón por la cual ciertos estados cayeron en manos de otras personas. Me preocupa que sus recompensas y castigos excesivos conduzcan a la desaparición de Qi, especialmente si sus ministros tienen miedo de discutir con usted”. El duque Jing se dio cuenta de su error, y le dijo: “Yo no sabía esto. Vamos a mantener la decisión de los ministros”. Luego de una cuidadosa auditoría, el estado de Qi fue capaz de ahorrar tres décimos del dinero que iba a ser mal utilizado por el duque para recompensar a sus favoritos.

El duque Jing estaba tratando de recompensar a las personas que mejor le caían. No se dio cuenta de que sus favoritos no estaban contribuyendo a mejorar del Estado. Si uno es recompensado generosamente sólo por complacer al duque, habrá cada vez más hombres obsecuentes y aduladores. Eso erosiona los valores morales de la sociedad. El hecho de que los funcionarios de contabilidad y judicial desobedecieran las órdenes del duque Jing demuestra su dedicación a sus responsabilidades. Ellos arriesgaron sus propias puestos y posiblemente sus vidas por el bien del estado. El duque Jing sólo pudo ver en la superficie quienes lo siguieron y quienes desobedecieron sus órdenes. No se dio cuenta de que la verdadera obediencia se rige por las normas y el camino recto. Pero el duque Jing hizo una cosa bien. Le pidió un consejo a Yanzi, un hombre recto y sabio. Yanzi llevó a cabo un análisis exhaustivo e hizo que el duque Jing entendiera lo que estaba en juego con sus acciones y cómo tenía que cambiar su rumbo. Cuando uno está confundido acerca de algo, ¿puede darse cuenta que le tiene que consultar a una persona virtuosa? Ante sus propios errores, ¿puede tener una mente abierta y corregir sus acciones? Si una persona entiende claramente cuáles son sus capacidades y debilidades, esa persona puede evitar cometer muchos errores, y llevar una vida sensata y racional.