[Minghui Net] Recientemente empecé a tener algunos problemas físicos. Empecé a toser, a tener escalofríos, mareos, fiebre, falta de energía, etc. Mientras estaba enviando pensamientos rectos, me di cuenta de repente: las viejas fuerzas me quieren destruir.

El 24 de marzo, al enviar pensamientos rectos, creí ver a Shifu en la cima de una colina, a un metro de distancia. Grité: ¡Shifu!, ¡Shifu!, pero no respondió. La colina se volvió cada vez más grande y, poco a poco, se alejó flotando. Corrí hacia la colina ansiosamente y seguí gritando, pero no hubo respuesta.

Floté hacia el otro lado de la colina, donde todo era triste, oscuro y horrible. Tanto "Shifu" como la colina habían desaparecido. De repente, me volví más alerta. Me di cuenta de que no era Shifu, sino una transformación de las viejas fuerzas. Grité: “¡Sálvame! Por favor, ¡sálvame!”, pero aún no hubo respuesta.

Pensé en el nombre de Shifu y lo grité tres veces. De repente, el lugar horrible desapareció. Floté arriba de otra colina y seguí enviando pensamientos rectos. Me volví tranquilo y en paz. Sin embargo, después de terminar de enviar pensamientos rectos, mi corazón latió con fuerza durante mucho tiempo.

Les conté esta experiencia a los compañeros practicantes de nuestro sitio de práctica. Compartieron conmigo que eran las viejas fuerzas quienes se habían transformado en Shifu, planeando destruirme, pero Shifu me salvó. Hice heshi (presionando ambas manos juntas, frente al pecho, mostrando respeto). Estaba agradecido a Shifu por rescatarme.

Basándome en esta experiencia, me iluminé a dos puntos:

Las viejas fuerzas nos persiguen en diferentes formas

Para perseguir a los practicantes, las viejas fuerzas pueden recurrir a las cárceles, a la ilusión del yeli de enfermedad y a otros medios. Pero la táctica más despreciable es transformarse en la imagen de Shifu, para engañar a los practicantes.

No obstante, sin importar cuán insidiosas sean, si estudiamos bien el Fa y nos cultivamos profundamente, y si creemos firmemente en Shifu y en el Fa, todos sus esfuerzos serán en vano.

Las viejas fuerzas no perdonarán a ninguno de nosotros. Cuando empecé a tener tribulaciones de yeli de enfermedad, sabía que todavía tenía brechas y que las viejas fuerzas las estaban usando. Sabía que tenía que hacer bien las tres cosas, negar todos los arreglos de las viejas fuerzas y mirar hacia adentro.

Después de empezar a mirar seriamente hacia adentro, me di cuenta de que aún tenía muchos apegos, aunque me había estado cultivando durante 10 años. Esto realmente me asustó. Por ejemplo, estaba muy feliz cuando la gente común me decía que me veía joven porque practicaba Falun Gong, o cuando los compañeros practicantes me decían que había persuadido a mucha gente a renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. A veces, incluso ostentaba. ¿No tenía que eliminar todos esos apegos?

Ahora tengo 81 años. A veces, cuando tenía síntomas de yeli de enfermedad durante mucho tiempo, me preguntaba si Shifu me había abandonado. Pensaba: ¿Las viejas fuerzas realmente se llevaron mi espíritu principal?”. Hubo momentos cuando enviaba pensamientos rectos, que me preguntaba si realmente funcionaban.

Todo esto es la interferencia de las viejas fuerzas, que intentan impedirnos creer totalmente en Shifu y en el Fa. Aunque todavía tengo muchos apegos que necesito eliminar, puedo corregir mi comportamiento midiéndome con el estándar del Fa y siguiendo solamente los arreglos de Shifu. ¡Nunca reconoceré los arreglos de las viejas fuerzas!

La importancia de creer firmemente en Shifu y en el Fa

Como practicantes, debemos creer totalmente en Shifu y en el Fa. Cuando nos encontramos con tribulaciones, le podemos pedir a Shifu que nos ayude. No se olviden de decir el nombre de Shifu porque, tan pronto como lo oyen, los factores malvados se desintegrarán inmediatamente.

Debemos persistir en enviar pensamientos rectos y en creer firmemente en el gran poder de nuestros pensamientos rectos, porque Shifu nos refuerza.