[Minghui Net] Llevo practicando Falun Dafa por 15 años, pero no me di cuenta de que tenía un apego oculto en lo profundo de mi corazón. El padre de una practicante falleció en agosto de 2012. Ella se quejaba del egoísmo de su hermana. De camino a casa recordé lo que me había dicho y juzgué a las cuatro hermanas. De repente, descubrí mi apego –el corazón de querer ser tratado bien y de querer recompensas.

Shifu dijo en El Dao de Hong Yin:

“Haz pero no busques— 
     Manteniéndote siempre en el Dao”.

Cuando llegué a casa, miré adentro para buscar cualquier búsqueda que aún tuviera – la búsqueda de fama, intereses personales, recompensas y ser tratado bien. Me di cuenta de que esos apegos eran resultado del qing (emoción). Habían estado conmigo todo este tiempo, pero no los había reconocido ni cultivado. Cuando fallaba una prueba de xinxing, lo atribuía a mi apego al qing. Los practicantes también decían que tenía ese apego. No había pensado en ello con suficiente profundidad.

Pensaba que había cultivado mis apegos de fama e interés propio. No estaba apegado a cuánto beneficio recibiría, si recibiría una paga elevada o si ganaría la mayoría de los votos para ser nombrado “mejor empleado”. Seguía el curso de la naturaleza. Después de jubilarme, estaba incluso menos apegado a esas cosas, pero aún me costaba mucho deshacerme del qing. Después de mi reciente reflexión, me di cuenta de que mis apegos a las recompensas y a ser tratado bien estaban profundamente ocultos.

Cuando alguien no me trataba bien o no me recompensaban por mi sacrificio, reaccionaba con ira. Tuve un conflicto de xinxing con mi sobrino en 2011. En la superficie, estaba apegado al qing, especialmente a mi hermana, y en realidad era una búsqueda de fama y recompensa. Cuando la mala sustancia en otras dimensiones reforzaba mi apego al qing, no manejaba los asuntos racionalmente o desde la perspectiva del Fa. Actuaba como una persona común.

Comencé a practicar Falun Dafa en abril de 1998 y mi hermana y su hijo también comenzaron a practicar. Fuimos a Beijing para pedir justicia para Falun Dafa en diciembre de 2000. Mi hermana y yo fuimos arrestados ilegalmente y enviados de vuelta a la comisaría de policía. Se negaron a llevarme porque sufría de una enfermedad del corazón y tenía una herida en el pie, pero extorsionaron 2.000 yuanes a mi familia.

Mi hermana fue sentenciada a tres años de trabajo forzado. El campo de trabajo forzado se negó a aceptarla debido a su mala salud. Fue sentenciada a trabajo forzado cinco veces y estuvo detenida en un campo de trabajo forzado cuatro veces, por un total de 2008 días. Mi sobrino estuvo retenido en el campo de trabajo forzado por un año, y en prisión estuvo cuatro años. Pasó 1.825 días allí. Fueron liberados en 2011.

Mi sobrino quería seguir a un practicante cuyo tercer ojo estaba abierto y viajar con él a otros lugares, debido a su falta de claridad de entendimiento sobre los principios del Fa. Los practicantes compartieron con él y señalaron que su comportamiento no se basaba en el Fa porque no era capaz de pagar sus gastos si se iba de viaje, y que podía validar el Fa y salvar seres conscientes en casa igualmente. Pero no escuchó.

El día antes de irse, fui para verle y convencerle de que no se fuera, pero hablé con él con mentalidad humana. Le dije: “Estuviste en prisión cuatro años, tomé un taxi para verte muchas veces, te di dinero y te traje comida. El día que fuiste liberado, llamé dos taxis y gasté 900 yuanes para impedir que agentes de la oficina 610 te secuestraran. En total gasté al menos 3.000 yuanes. No puedes irte antes de devolvérmelos”. El dijo: “No te pedí que me visitaras”. También dijo: “Esta no es tu casa. Preocúpate de tus asuntos”. En realidad me golpeó en la cara. Ya no pude aguantarlo y olvidé que era un practicante. Estaba enfadado y me sentía dolido.

Estaba lleno de arrepentimiento y triste cuando volví a casa. No quería hacer nada y apagué el teléfono. No contesté a la puerta cuando llamaron, y no hice ningún material de aclaración de la verdad en tres días.

Ser golpeado así, no era algo sin importancia para mí. Debe haber algo que no va bien conmigo. ¿Me cultivé? Para rescatar a mi hermana y mi sobrino, había ido a la comisaría, al departamento de policía, al centro de detención, a la fiscalía y al tribunal para exigir su liberación. Fui a verles a los campos de trabajo forzado y prisiones. Tomé riesgos para llevarles los nuevos artículos de Shifu y di gracias por la protección del Maestro y permanecer a salvo. 

Mirar dentro revela apegos

Primero descubrí la búsqueda de fama, interés propio y recompensas. Esperaba que la gente me tratara bien. Segundo, me quejaba demasiado de él y lo despreciaba. Tercero, no lo traté como un compañero practicante, sino más bien como mi sobrino. Me veía superior. Cuarto, cuando hablaba con él, lo regañaba siempre y él no podía aceptarlo. ¿Podría tratarse de una deuda que tenía con él de mi vida anterior y eso es por lo que no apreciaba lo que había hecho por él?

Me pregunté: “¿No fue un proceso de cultivación para mí cuando intenté rescatarlos?, ¿me quejé cuando fui a ver a otros practicantes a los campos de trabajo forzado y prisiones? Aproveché esas oportunidades para validar el Fa, aclarar la verdad y salvar seres conscientes, lo cual cultivó mucho de mi miedo y el apego a buscar comodidad”.

Durante el proceso, cultivé mi compasión y reforcé mis pensamientos rectos y mi creencia en el Fa y en el Maestro, permitiéndome elevarme mucho. Había obtenido cosas de valor incalculable que nuestros ojos humanos no podrían ver y que no eran proporcionales a una frase de agradecimiento o cualquier cosa material. Entonces, ¿por qué me sentía dolido?, ¿no se trataba de un apego a buscar ser tratado bien?

Shifu dijo en Zhuan Falun:

“¿Cómo no debes sentirte agradecido con otros? Dentro de tu corazón debes agradecerles sinceramente a todos; en efecto, es así”.

“Todos aquellos corazones que no puedes dejar entre la gente común, hay que hacer que los dejes. Todos los corazones de apego, siempre que los tengas, tienen que ser molidos y desechados en todo tipo de ambientes. Se te hace tropezar, y desde dentro de esto te iluminas al Dao; la cultivación-refinamiento transcurre de esta manera”.

¡Gracias Maestro! Me levanté de esta caída. Me di cuenta de por qué mi xinxing no había mejorado obviamente estos últimos años. Era el egoísmo que estaba profundamente oculto en mi corazón. El egoísmo también generó y reforzó otros apegos, como la mentalidad de ostentación, la competitividad, la complacencia y la envidia. Me sentí aliviado en cuanto me iluminé a los principios del Fa. Envié pensamientos rectos para disolver esos apegos y pedí ayuda al Maestro.

Compañeros practicantes vinieron a verme y me animaron a estudiar el Fa con ellos. Me dijeron que estaban recitando poemas de Hong Yin III. Quemé incienso frente a la foto del Maestro esa noche y me arrodillé, recitando poemas de Hong Yin III. Cuando recité el quinto poema, estaba tan agradecido a Shifu que lloré y mis lágrimas limpiaron mi apesadumbrado corazón.

Shifu dijo en Tonto de Hong Yin III:

 

“La vida es corta

Viniste a quedarte en el hotel

No olvides el deseo que hiciste cuando viniste

Vacilando por la fama, beneficios, qing y odio en el camino

¿Cuándo te despertarás, iluminarás y volverás a casa?”

 

Había memorizado 27 poemas al llegar la medianoche, cuando llegó la hora de enviar pensamientos rectos. !Al día siguiente salí y encontré todo bañado por la luz del sol!