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Mi nombre es Wang Xianglian. Casi muero en una ocasión cuando tenía 35 años, pero reviví.

Esto sucedió luego que di a luz a mi segunda hija. Vivíamos en la pobreza y el trabajo era agotador. La desnutrición y la enfermedad me agotaban y solía desmayarme frecuentemente.

Mientras me encontraba en un coma en el que casi morí, descendía entre la oscuridad por unos escalones que llevaban a un largo pasillo. Al ver que me acercaba, un señor se apresuró hacia el pasillo y anunció en voz alta: "Wang Xianglian se reporta" sosteniendo una bandera sobre su cabeza y luego se arrodilló frente a una mesa ancha.

En la mesa se encontraba sentado un señor vestido de rojo con un cinturón de color jade y un sombrero con hilos de perlas colgando frente a su cara como un emperador chino. Las perlas oscurecían su cara. Dos damas estaban detrás de él, cada una sostenía un abanico largo de plumas. Un consejero se encontraba a un lado de la mesa.

Supe que me encontraba frente al rey del inframundo. Estaba muy ocupado viendo un libro de nombres y no me prestó atención. Me acerqué con cuidado a donde el consejero y le pregunté tímidamente: "Honorable Señor, ¿cuánto tiempo viviré?". Me di cuenta que había encontrado mi nombre debajo del de mi esposo. Entonces observé algo y le pregunté: "¿Por qué mi nombre está tachado y luego cubierto con papel adhesivo?". El consejero dijo: "Un nombre tachado significa que la persona ha fallecido. Un papel adhesivo significa que la persona ya no está bajo la jurisdicción del inframundo".

El consejero continuó: "Ya no perteneces al inframundo". Entonces me empujó fuertemente y me desperté. Escuché a los gallos cantando y me di cuenta que ya había amanecido. De acuerdo con las leyendas chinas, el inframundo cierra sus puertas cuando comienza un nuevo día en el mundo humano.

Entendí que había muerto la noche anterior pero que había retornado a la vida porque ya no era regida por el rey del inframundo. ¿Pero por qué? Pronto después descubrí la respuesta.

Falun Gong llega a mi pueblo natal

Era conocida en mi vecindario como una mujer dura y con mal temperamento.

Cuando Falun Gong fue difundido en nuestra área en 1996, los oficiales del pueblo dijeron que si alguien podía lograr que yo practicara Falun Gong, esa persona le haría un enorme favor a la comunidad. Querían decir que si practicaba Falun Gong, dejaría de causar problemas.

Un vecino finalmente me convenció a probarlo. Me dijo: "Falun Gong es realmente bueno. No tienes que pagar ni un centavo. Los ejercicios curarán todos tus problemas de salud". Sabía que mi salud seguiría deteriorándose, así que decidí intentar practicar Falun Gong. Cuando empecé a averiguar al respecto, no pude encontrar a nadie para que me enseñara, porque nuestra aldea estaba muy apartada y recluida en las montañas.

Era terca y persistente así que seguí buscando Falun Gong. En un complejo residencial en una ciudad, le pregunté a una persona que pasaba por allí: "¿Sabe dónde puedo aprender Falun Gong?". Me sonrió y me dijo: "¡Has encontrado a la persona adecuada! Te llevaré al lugar".

Fui al apartamento de alguien. Todos fueron muy amables conmigo. Aprendí los cinco ejercicios y me dieron el libro Zhuan Falun.

Tres días después, regresé a mi aldea con el libro y me convertí en un practicante de Falun Gong. Fue una fecha importante en mi vida, el 28 de junio de 1997.

Transformación

Leía el libro Zhuan Falun siempre que podía. Les pedí a mis hijos que me enseñaran los caracteres que no sabía. Me conmovía hasta las lágrimas mientras lo leía. Me enseñó el significado de la vida y me explicó por qué una persona tiene enfermedades, tribulaciones y vive en la pobreza. Todo era por el yeli acumulado de vidas anteriores. Sólo una práctica de cultivación como Falun Dafa puede cambiar el destino de una persona.

Todo el resentimiento hacia mis familiares, junto con la pesada carga de la vida, finalmente me fue quitado. Mi suegra era jorobada y le costaba mucho hacer cualquier tipo de esfuerzo. Mi suegro era un hombre honesto pero muy pobre. Mi esposo era sencillo y tonto desde mi punto de vista. Como éramos pobres, usábamos ropa barata y los aldeanos nos miraban mal. Solía ser muy callada y tímida. Luego que me casé y nació mi primer hijo, tuve que defender a toda la familia ya que nadie más lo hacía.

Me quejaba e insultaba a los oficiales del pueblo por el pago injusto de subsidios para mi familia. Molesté a toda la aldea sonando un wok de metal a golpes toda la noche y dije todo tipo de groserías luego de que me robaron unos melones. Entré al equipo de trabajo masculino por la fuerza, exigí el mismo tipo de remuneración y luché contra el líder hasta que cedió. Los oficiales de la aldea y del condado nunca habían recolectado ni un centavo de mi, tuviera o no dinero. Los aldeanos evitaban toparse conmigo y los oficiales volteaban los ojos cuando hablaban sobre mí.

Falun Gong me cambió. Comencé a ser educada, a tratar bondadosamente a todos, y a tolerar todo tipo de pérdidas que incurriera. Cuando las otras familias necesitaban ayuda con algo, siempre estaba disponible. En seis meses, los aldeanos aprendieron sobre la belleza de Falun Gong y los méritos de Verdad-Compasión-Tolerancia a través de mis cambios. Mientras tanto, yo recuperaba mi salud y me veía más joven.

Un día, varios oficiales de la aldea y el condado vinieron a recolectar los impuestos. No había vendido cosechas todavía y no tenía dinero, así que llené una gran bolsa con maíz seco y se la di al oficial. "Lo lamento, no tengo dinero. Si venden este maíz en el mercado, obtendrán mayor cantidad que los impuestos que debo".

Me miraron sorprendidos y uno de ellos dijo: "¿Sabías que eres la primera que paga los impuestos este año?". Hemos estado recorriendo la aldea pero no hemos podido recolectar nada todavía. Te visitamos al último porque esperábamos que tampoco pagarias. Has cambiado totalmente. Por favor, dinos, ¿Qué te ha vuelto tan considerada y cooperativa?".

Les dije que fue gracias a Falun Gong y que mi Shifu me había enseñado a ser una buena persona siempre y en cualquier lugar. Ellos elevaron el pulgar y dijeron: "¡Respetamos a tu Shifu y a Falun Gong! !Tu Shifu es un gran hombre!".

Nuestra familia compró una casa en el 2012. Acomodar las vigas del techo fue un gran evento. Muchos aldeanos vinieron a ayudar cocinando, trayendo agua del pozo, y leña. Mi esposo sonrió y dijo que fue el momento más feliz de su vida.

Antes me evitaban, pero ahora me ayudan voluntariamente. El cambio de actitud de los aldeanos mostraba su respeto por Falun Gong aún después que el partido comunista chino (PCCh) comenzara a perseguirlo.

Clarificando los hechos a los aldeanos

Hay más de 100 familias en nuestra aldea. El trabajo a tiempo completo del secretario del partido en nuestra aldea era reclutar miembros. También difundía mentiras sobre Falun Gong y causaba malentendidos.

Yo era la única practicante de Falun Gong en nuestra aldea, pero no me sentía sola porque el Fashen de Shifu siempre está conmigo. Me mantuve enviando pensamientos rectos para eliminar los factores malignos en otras dimensiones que controlaban al secretario. Luego fue detenida por la policía y la organización del PCCh en nuestra aldea se desbandó.

Esto fue una buena oportunidad para mí. Visité a los aldeanos puerta a puerta clarificándoles la verdad. La mayoría renunció al partido y a sus organizaciones afiliadas. Cuando la secretaria fue liberada, la visité varias veces y la ayudé. Al final ella se conmovió y renunció también al PCCh.

Les clarifiqué la verdad a todos los oficiales del PCCh en mi aldea y en el condado. Le di a cada uno un volante y una copia de los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista Chino. Todos renunciaron al partido. Siempre que había una reunión en la aldea, hablaba abiertamente con los aldeanos sobre los méritos de Falun Gong y les explicaba cómo el PCCh nos engañaba y explotaba.

También fui a las distintas ramas del gobierno en el pueblo, el condado, fábricas, empresas y estaciones de policía a clarificarle la verdad a la gente que trabajaba allí. Muchos de ellos renunciaron al PCCh. Hasta el policía que peor perseguía a los practicantes de Falun Gong finalmente renunció también.

En días de mercado distribuía abiertamente volantes de Falun Gong, amuletos para colgar dentro del carro, y un talismán que decía "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno". A la gente le encantaban los regalos y siempre me pedían que trajera más al día siguiente.

De vez en cuando caminaba a otras aldeas remotas en las montañas para entregar volantes de Falun Gong puerta a puerta. Usualmente comenzaba luego del anochecer y regresaba a casa a las 4 o 5 a.m.

Una vez morí pero Shifu Li Hongzhi me salvó del infierno. Entiendo que todo fue arreglado por Shifu hace mucho tiempo y sólo estoy llevando a cabo mis deberes.