[Minghui Net] Me gustaría compartir mis historias de cultivación con todos ustedes. 

Falun Dafa le dio una segunda vida a mi hija 

Cuando mi hija estaba en el tercer grado, contrajo una enfermedad rara y estaba a punto de morir.

Un día, una vieja amiga me llamó y me dijo: "No estoy segura por qué, pero durante los últimos tres días sentí la necesidad de llamarte. ¿Todo bien?".

Comencé a llorar y le conté lo que estaba pasando. Ella dijo: "Entiendo. Por favor, trae la niña al sitio de práctica. Te prometo que va a estar bien".

Al amanecer, llevé a mi hija al sitio del grupo de práctica. Debido a que mi hija era demasiado débil para aprender cómo hacer los ejercicios, nos invitaron a asistir a su grupo del estudio del Fa.

Mientras estábamos esperando que comience el estudio del Fa, me di cuenta de que mi hija empezó a verse mejor. Después de estudiar el Fa durante una hora junto con los practicantes, vi de repente que mi hija abrió los ojos. Grité con entusiasmo: "¡Miren! ¡Ya despertó mi hija!".

Una hora más tarde, fue capaz de sentarse. Todos estaban conmovidos hasta las lágrimas. De camino a casa incluso fue capaz de caminar.

En el segundo día, mi hija y yo asistimos al grupo de estudio del Fa otra vez. En esta ocasión, ella fue capaz de leer el Fa sin cometer ningún error. En el tercer día le dijo a una practicante: "Tía, mi enfermedad desapareció totalmente. He decidido ir a la escuela mañana".

En el cuarto día, compré Zhuan Falun después de llevar a mi hija a la escuela. Cuando abrí el libro y vi la foto de Shifu por primera vez, no pude parar de llorar.

Este milagro sucedió en 1996. Había estado buscando algo, aunque no sabía lo que era. Ese día, salí de la oscuridad. Finalmente encontré a Shifu y el Fa que se arraigaron en mi corazón desde entonces.

Sin darme cuenta, me recuperé de la enfermedad cardíaca y otras enfermedades y me sentí con mucha energía. Como practicante, he seguido estrictamente los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Cuando algo pasa, no busco culpar a los demás, sino miro hacia adentro para ver cómo lo he causado yo misma.

Entrando sola en la "oficina 610"

Después de julio de 1999, cuando el partido comunista chino comenzó a perseguir a Falun Gong, muchos practicantes fueron detenidos.

Un día, mientras estaba estudiando el Fa, de pronto pensé: debo apelar al gobierno y pedir justicia para Dafa y mis compañeros practicantes encarcelados.

Esa noche sentí la energía bajando desde la coronilla. Sabía que Shifu me estaba animando y fortalecía mis pensamientos rectos.

Al día siguiente, fui a la oficina 610 y un joven me llevó a la policía. Le conté al hombre mis historias de cultivación y cómo nuestra familia se había beneficiado de Falun Gong.

Mientras hablaba, el cuarto se llenó de miembros del personal. Ellos se conmovieron por mis historias y aplaudieron después de que terminé de hablar.

Esa tarde, mi marido vino a recogerme y le preguntaron qué pensaba sobre Falun Dafa. Él les dijo que todos los practicantes eran buenas personas.  Salimos y regresamos a casa sin ningún problema. 

Shifu resolvió la crisis para mí

Un día tenía planeado visitar algunas aldeas remotas para repartir materiales de clarificación de la verdad con otros practicantes. Antes de irme, escribí una nota para mi marido, diciendo que no iba a regresar esa noche.

Cuando llegamos a la ciudad en moto, el cielo estaba oscuro y amenazante. Pero cuando llegamos a las casas, el cielo quedó claro y las estrellas brillaban. Sabíamos que Shifu nos estaba ayudando. Entregamos el material informativo de puerta en puerta. De camino a casa, escribimos algunas palabras en las paredes, como: "Falun Dafa es bueno".

Cuando llegué a casa estaba amaneciendo. Mi esposo me dijo: "Un grupo de policías acaba de irse después de esperarte toda la noche". Dijo que les mostró mi nota para convencerlos de que no vendría a casa esa noche.

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2014/3/20/145991.html