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Canadá plantea el tema de la sustracción de órganos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Foto)

Mar. 20, 2014 |   Por Xin Zi, un corresponsal de Minghui en Ottawa, Canadá

[Minghui Net] El gobierno de Canadá planteó la cuestión de la sustracción forzada de órganos en China el pasado 12 de marzo de 2014, durante la 25.a sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

 

La Sra. Anne-Tamara Lorre (derecha), representante de Canadá en la ONU, planteó la cuestión de la sustracción de órganos y la persecución a Falun Gong.

La Sra. Anne-Tamara Lorre, representante de Canadá en la ONU, explicó que el avance y la  protección de la libertad religiosa es una prioridad de la política exterior de Canadá.

El comunicado de prensa diario oficial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU documentó así su intervención el 12 de marzo: “Canadá sigue profundamente preocupado por la difícil situación de las comunidades religiosas perseguidas en diversas partes del mundo, donde, ya sea debido a las restricciones del gobierno o a las hostilidades sociales extremas, los individuos han sido atacados debido a su fe. También sigue preocupando el hecho de que los practicantes de Falun Gong y otros fieles religiosos en China enfrentan una persecución; además, los informes de que los trasplantes de órganos se llevaron a cabo sin el consentimiento libre e informado de los donantes, resultan preocupantes”.

El uso de los reclusos sentenciados a muerte no explica por completo la fuente de órganos

Como de costumbre, los funcionarios del partido comunista chino (PCCh) negaron la sustracción forzada de órganos. Sin embargo, no pudieron explicar el gran número de órganos disponibles para trasplantes en China.

Según un informe del 12 de marzo de Ming Pao, un periódico de Hong Kong, Huang Jiefu, el ex ministro de Salud, verificó que los condenados a muerte también “donan” órganos sin su propio consentimiento o el de sus familias. Además dijo que este tipo de “donaciones” involucra un círculo muy cercano de médicos, personal judicial y policía armada, y sería difícil de probar.

Mientras que los presos ejecutados pueden ser realmente una fuente de órganos utilizados en los trasplantes, el número de presos ejecutados no explica el gran número de trasplantes de órganos.

Los investigadores independientes David Kilgour, ex diplomático canadiense y fiscal del gobierno, y el reconocido abogado internacional de derechos humanos David Matas, llegaron a la conclusión de que hubo 41.500 trasplantes de fuentes no identificadas durante 2001 y 2005. Teniendo en cuenta otro tipo de pruebas, señalaron que la fuente de los 41.500 órganos podría sólo ser explicada por el número igualmente grande de practicantes de Falun Gong encarcelados que están siendo utilizados como un banco de órganos vivos.

Momento internacional condenando la sustracción de órganos

Ha aumentado el apoyo para poner fin a la sustracción de órganos en China con países de todo el mundo tomando acciones para condenar esta atrocidad y evitando que sus ciudadanos se conviertan en cómplices sin saberlo.

El 5 de marzo de 2014, la Comisión de Derechos Humanos del Senado italiano aprobó por unanimidad una resolución, instando al gobierno italiano a poner en marcha una investigación exhaustiva sobre la sustracción de órganos en China a través de canales diplomáticos y otros. La resolución también insta al partido comunista chino (PCCh) a liberar inmediatamente a los presos de conciencia, incluidos los practicantes de Falun Gong.

La Cámara de Representantes de Illinois aprobó una resolución el 26 de febrero de 2014, instando “al gobierno de los Estados Unidos y al Presidente de los EE.UU. a investigar los trasplantes de órganos en China y a adoptar todas las medidas razonables para poner fin a la práctica repugnante de la sustracción de órganos para trasplantes de practicantes vivos de Falun Gong”.

El Parlamento de la Unión Europea aprobó una resolución “expresando profunda preocupación” por “informes creíbles sobre extracción sistemática de órganos de presos de conciencia sin su consentimiento”, el 12 de diciembre de 2013. Fue propuesto conjuntamente por 56 miembros de cuatro partidos políticos en el Parlamento de la UE.

La resolución pide que la UE y sus Estados miembros condenen públicamente los abusos cometidos en los trasplantes de órganos por la república popular de China (RPC), y que concienticen sobre el tema a los ciudadanos que viajan a la república popular China. También exhorta a la UE a realizar una completa y trasparente investigación sobre las prácticas de trasplantes de órganos en la república popular China.

El Parlamento dejó en claro que el plan de China de eliminar gradualmente la extracción de órganos de los presos, “recién para el año 2015” no es aceptable, y pide a China “poner fin inmediatamente a la práctica de extracción de órganos de prisioneros de conciencia y de miembros de grupos de minorías religiosas y étnicas”.

El 28 de febrero 2014, Irwin Cotler, un miembro liberal del parlamento y ex ministro de Justicia de Canadá, hizo un llamamiento para excluir a China del Consejo de Derechos Humanos de la ONU debido a la implicación del régimen chino en violaciones sistemáticas y generalizadas de los derechos humanos, incluyendo la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong.

En un artículo del 10 de enero 2014, La Voz de Rusia, cubrió la condena mundial a la sustracción de órganos, “Más de un millón firman la petición en contra de la extracción ilegal de órganos en China”.

También hay una resolución pendiente en el Congreso de los EE.UU., que condena la sustracción de órganos a gran escala de presos de conciencia sin su consentimiento, especialmente a practicantes de Falun Gong.

Antecedentes

El partido comunista chino (PCCh) lanzó una persecución a nivel nacional contra Falun Gong el 20 de julio de 1999. En su desesperado intento por aplastar a Falun Gong, el entonces jefe del PCCh, Jiang Zemin emitió una serie de órdenes secretas, incluyendo, “arruinar su reputación, arruinarlos financieramente y destruirlos físicamente”, “golpearlos hasta la muerte y contabilizar sus muertes como suicidios” y “cremarlos sin verificar su identidad”.

Se han confirmado 3.746 muertes. Las muertes ocurrieron en más de 30 provincias, municipalidades controladas de forma directa y prefecturas autónomas.

La sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong fue reportado por primera vez en 2006. Este crimen aún no ha sido completamente expuesto.