(Minghui.org) Mi ambiente de trabajo era normalmente muy agradable y tranquilo. Sin embargo, una compañera de trabajo, que estaba sentada a mi lado, siempre estaba haciendo sonidos inquietantes, como reír, maldecir, o murmurando para sí misma. Mi jefe y otros que estaban a cierta distancia no la podían oír. Solo yo, por estar sentada junto a ella, la podía escuchar muy claramente. Eso me perturbaba mucho.

Esta persona era también egoísta, tacaña e imitaba a los demás, lo que realmente me molestaba. Siempre estaba interesada en entrometerse en los asuntos de otras personas, sin importar si se trataba de negocios o de sus vidas personales. Sin embargo, cuando le preguntaban acerca de sí misma, nunca hablaba y fingía no escuchar. Ella copió la ropa que llevaba y mis cosas; incluso arregló su escritorio y el protector de pantalla de su computadora como el mío. Se vestía casi igual que yo. Esta situación continuó durante mucho tiempo, y la aguanté.

Tenía buenas intenciones y le di algunas sugerencias. Después de varios intentos ineficaces para ayudarla, hice un tipo de muro de separación como el “Muro de Berlín” con estantes de libros entre mi asiento y el suyo. Sin embargo, la situación no mejoró, sino que se intensificó.

Un viernes por la tarde, su voz se hizo más fuerte, con su risa continua, maldiciones y gruñidos. Casi me volvió loca. Sentí que mi presión arterial aumentaba e iba directamente a mi cabeza. Tenía dificultad para respirar, y casi quería pelear con ella, o ir directamente a mi jefe para quejarme. Por supuesto, no hice eso; conseguí contenerme.

Ese fin de semana escribí unas notas para prepararme y tener una conversación con ella. Pensándolo ahora, todo el asunto fue ridículo. Pero en ese momento, realmente estaba muy adolorida. No me podía calmar sin haber escrito algo para dirigírselo.

Revisé sus datos generales: ambas empezamos en la misma unidad casi al mismo tiempo, pero ella había sido ascendida a una empleada de tiempo completo después de seis meses. Yo sigo siendo una empleada informal después de dos años y medio. Durante este tiempo, me sentí frustrada y deprimida. No podía creer que la habían ascendido a una empleada de tiempo completo. No lo podía aceptar.

 

Mirando hacia adentro y encontrando mi apego a la envidia

Después de terminar de escribir mis pensamientos sobre lo que le quería decir, me di cuenta que estaba realmente celosa de ella, precisamente porque ella no era tan capaz como yo, pero había logrado más beneficios, y había sido promovida a tiempo completo antes que yo. Esta era la causa de mi envidia.

Seguí escribiendo, haciendo nuevos descubrimientos y logrando otros entendimientos. Originalmente quería razonar con ella y tratar de convencerla de mejorarse a ella misma pero, después de escribir el borrador, encontré mis propios problemas.

Al parecer odiaba el ruido, estaba muy preocupada por esto y ponía demasiado énfasis en mi entorno y en mis condiciones. Sin embargo, en esencia era egoísta ya que trataba de controlar a los demás por mi apego a la comodidad. Estaba haciendo la lista de sus problemas y me centraba persistentemente en su mal comportamiento. En realidad estaba tratando de cambiarla, sin cambiar yo misma.

De repente, un domingo por la tarde tuve una idea: ¡sólo debía derribar ese “muro”! Me sorprendió que haya tenido esa idea. Me di cuenta que ¡debería eliminar el muro incondicionalmente, pase lo que pase! En ese momento, me vinieron las lágrimas, sentí compasión y supe que era una buena decisión.

Me di cuenta que la envidia había sido el origen de esta situación. Mi colega tenía sus problemas, pero todo había empeorado por mi apego a la envidia. Mientras más escribía, más problemas encontraba. No me había dado cuenta que estaba celosa, sin embargo cuando me di cuenta, no lo quise creer. Entonces decidí que me gustaría revelarlo y eliminarlo.

 

El comportamiento de mis colegas cambió después de que mejoré mi xinxing

Originalmente me había esforzado mucho para cambiarla primero, y después iba a quitar esa pared. Pero consideré que tal vez debería retirar primero la pared. Finalmente decidí derribar el muro incondicionalmente. Este fue, paso a paso, mi proceso de mejora.

El lunes, vi que mi colega realmente ya no se reía, no decía malas palabras y tampoco murmuraba mucho. ¡Estaba sorprendida! Aparte, me dio los libros de examen que quería. También, ya no imitaba mi ropa y suministros. Mirando hacia atrás en esos dos años, mi actitud hacia ella había sido realmente terrible. Fue increíble.

Después de que mi xinxing mejoró, seguí teniendo mejores entendimientos: descubrí que aún lo que había escrito era totalmente equivocado, porque todas eran acusaciones, y pedía de los demás para satisfacer mis necesidades. La situación en realidad sólo necesitaba tolerancia en lugar de hablar para corregirla. Así se resolvería la situación, y ella sería todavía ella misma.

Para ser una verdadera cultivadora, necesitaba ser tolerante con mi colega y mirar hacia adentro. Después de decidir quitar el "muro", la situación cambió.  ¡Mirar hacia adentro es milagroso!

Eliminé el egoísmo y la actitud de proteger mi privacidad. Los otros colegas tampoco se comportaban de manera egoísta. Renuncié a enfocarme en mí y eliminé el apego de mirar el egoísmo de los demás, sus imitaciones y cómo hacían ruido. Después de haber mejorado, la situación se volvió totalmente diferente. La benevolencia no se puede alcanzar de manera forzada. Cuando haya una verdadera mejora, nada podrá molestarme.

Shifu dijo:

“Mira como si no vieras—

Sin confundirte ni estar tentado.

Escucha como si no oyeras—

Sin perturbar el corazón”. 

(En el Dao, Hong Yin)

He eliminado los apegos de sentir disgusto, ser vengativa y no perdonar. Sin embargo, algunas situaciones no rectas podrían abrir una brecha, por lo cual necesito eliminar los apegos completamente.

Descubrí que mi apego a la envidia y la ira no se han eliminado totalmente. Ya no tengo tales apegos con respecto a esta persona en particular, sin embargo les tengo envidia a muchos de mis colegas que participan en programas culturales o que son promovidos. Así que mi corazón se mueve otra vez.

Algunos de mis colegas son más jóvenes que yo, así que no tienen tanta experiencia de trabajo como yo, pero obtienen las cosas que quieren. No les tengo envidia con otras cosas, pero si les tengo envidia cuando están siendo promovidos y sus carreras despegan, por sus logros académicos y por sus talentos. Todavía tengo el apego a la fama y a los beneficios personales, y para mí estos apegos se relacionan directamente con el apego a la envidia.

China es un ambiente tan complicado, y los estándares morales están disminuyendo dramáticamente cada día. Como una joven practicante de Dafa, tengo que ser diligente y recta, y seguir los arreglos de Shifu. Shifu dijo:

“Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego. En la sociedad humana común, el hombre compite y pelea uno contra otro, engaña o trata de ganarles a otros en astucia y lastima a otros por estos pocos beneficios personales; hay que dejar todos estos corazones. En especial, aquellos que hoy están aprendiendo gong aún más tienen que dejar estos corazones”. (Lección Primera, Zhuan Falun)

Definitivamente memorizaré el Fa de Shifu y seguiré esforzándome para eliminar mis apegos.