(Minghui.org) Empecé a escribir un artículo acerca de los practicantes que a menudo cuando se encuentran charlan sobre cosas de la gente común, pero me di cuenta de que algo no estaba bien. Repasé lo que había escrito, y encontré que estaba lleno de quejas sobre los otros. No había ni una sola frase en la que mirara hacia adentro. Ni bien me di cuenta de esto, dejé de escribir. Necesitaba mirar con calma dentro de mí.

Una practicante de edad avanzada, a menudo venía a mi casa para charlar sobre cosas de la gente común. Parecía que ella no lo estaba haciendo bien, pero ¿por qué yo me había topado con esto, y por qué me molestaba? No existen casualidades para los practicantes. Me di cuenta de que debía tener que eliminar algunos apegos, y de que había algo que tenía que hacer para mejorar mi xinxing.

Cuando me tranquilicé, me acordé de una antigua historia budista:

Después de que el sexto patriarca vivió recluido en las montañas durante 15 años se fue al templo Faxing en Guangzhou. En ese momento, un monje mayor estaba explicando a otros monjes una escritura budista. Era un día ventoso y la bandera del templo estaba agitada. Dos monjes comenzaron a discutir. Uno decía que el viento estaba agitado, y el otro decía que la bandera estaba agitada. El sexto patriarca dijo: “No es ninguna de las dos cosas, son sus corazones los que están agitados”.

Esto significa que los problemas de cada cual se originan en sus propios corazones, no en el mundo externo. Mientras nuestros corazones no se muevan, podemos ver todo con claridad. De lo contrario, no podemos ver claramente las cosas ni siquiera de cerca.

Me estaban señalando mis apegos humanos.

Cuando los practicantes nos reunimos, a veces hablamos de cosas de todos los días, lo cual es comprensible. Sin embargo, si hablamos de esas cosas demasiado, esto podría ser un problema. Esa practicante anciana conversaba con frecuencia con los compañeros practicantes sobre sus experiencias especiales. A veces hablaba por un buen rato, y terminábamos perdiendo tiempo que podría haber sido utilizado para estudiar el Fa o para practicar los ejercicios. No se lo señalé directamente, para no avergonzarla. Cuando eso sucedía, me sentía ansiosa e impotente y en mi mente le echaba la culpa.

Me di cuenta que tenía un problema de xinxing. Al mirar hacia adentro, encontré fuertes apegos de no querer ofender a los demás y de guardar las apariencias, y me di cuenta de que no me estaba comportando responsablemente con los compañeros practicantes. Cuando conocía a alguien que me caía bien, a mí también me gustaba charlar sobre cosas de la gente común.

Shifu una vez nos dijo:

“Cada cosa que te pasa es una prueba para ver si te consideras a ti mismo como un cultivador, encuentras tus propios errores y acciones incorrectas, y te comportas como un cultivador”. (“Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica”)

Después de encontrar mis problemas, los expuse y los eliminé. Entonces sentí que mi mente se amplió. La sustancia negativa que me hacía culpar a los demás había desaparecido por completo.

Yo esperaba que esta practicante viniera a visitarme para así poder compartir mis pensamientos con ella, y efectivamente vino al día siguiente. Pero me sorprendió que no comenzara a charlar como de costumbre. Después de que hicimos lo que teníamos que hacer, que nos tomó unos cinco minutos, ella inmediatamente quiso irse. Me dijo: “Me tengo que ir. No debería estar siempre hablando de las cosas de la gente común y hacerte perder tu tiempo”.

¡Me quedé muy sorprendida! Era como si supiera lo que yo había estado pensando. En realidad, esta había sido una oportunidad que arregló Shifu para que yo pudiera mirar hacia adentro. Era para ayudarme a eliminar mis apegos. ¡Mirar hacia adentro es realmente una herramienta mágica para un practicante!

Los practicantes deben prestar verdaderamente atención al tema de charlar informalmente sobre las cosas de la gente común. El tiempo de todos es muy escaso, incluso el de aquellos practicantes que no tienen trabajos regulares. Ya que estos aún tienen que cuidar de sus familias y ayudar con proyectos de Dafa. No tenemos tiempo que perder. Vamos a utilizar este tiempo precioso para cultivarnos con diligencia.