(Minghui.org) Algunos practicantes de Falun Gong son diligentes haciendo las tres cosas bien, pero no son cuidadosos cuando hablan. Suelen hablar de las debilidades de la gente, culpan o se quejan de otros, exageran, pasan rumores, y revelan información personal de otras personas. Algunos practicantes navegan por Internet y comparten anécdotas relacionadas con fama o amor, y otros rumorean sobre los demás, sin considerar los sentimientos de nadie, en especial cuando hay familiares alrededor.

La cultivación del habla realmente refleja cuán bien nos cultivamos. ¿Estamos siendo compasivos cuando culpamos o nos quejamos de otros? ¿Confiarán los demás en nosotros si no podemos guardar información personal confidencial? ¿Estamos dando a otros una buena impresión como cultivadores si difundimos historias sensacionales de Internet que además están llenas de qing? ¿No estamos acaso ignorando los sentimientos de otros cuando ostentamos? ¿Estamos siguiendo las enseñanzas de Falun Gong al juzgar y criticar a otros, usando nuestro propio criterio?

Todos sabemos que la cultivación del habla es muy importante. Han ocurrido numerosas tragedias en la historia por hablar inapropiadamente. Esto es aún más así en la sociedad actual donde la moral está corrompida: las personas pueden pelearse o hasta matar por unas pocas palabras. Como practicantes, el resultado es muy grave si no prestamos atención a lo que decimos. Podemos acumular más yeli, perder virtud, y causar conflictos que hagan que sea más difícil despertar a la gente. Incluso podemos contribuir a que compañeros practicantes abandonen el camino de Falun Gong.

Quizás algunos practicantes no son concientes de la seriedad de sus faltas en el habla. Entonces, debemos prestar más atención a este asunto de cultivación. Si estamos en conflicto o las personas no están bien con nosotros, necesitamos pensar si hemos dicho algo inapropiado o si un apego ha hecho que otros se sientan mal.

No podemos decir cualquier cosa que querramos. De hecho, debemos ser considerados con los sentimientos de otros e intentar entenderlos. Nadie quiere hablar con aquellos que ostentan o son engreídos. Solamente una oración egoísta puede herir los sentimientos de otras personas y alejarlos.

Creo que la cultivación del habla empieza con cultivar nuestro propio corazón. Necesitamos eliminar nuestras nociones y cambiar nuestra actitud desde la base. Seremos mejores si somos amables, compasivos, y abiertos, y si pensamos primero en los demás bajo cualquier circunstancia.

He mejorado, pero aún tengo, en algún punto, los problemas que he mencionado. Mientras estemos decididos y sigamos las enseñanzas de Falun Gong mejoraremos, y tenemos que hacerlo por el bien de los demás.

Al igual que una hoja afilada, nuestras palabras pueden dañar a otras personas. Es mejor pensar en las posibles consecuencias de nuestras palabras antes de hablar.