(Minghui.org) La ciudad de San Pablo es la más grande de Brasil, y hogar de más de 200.000 chinos. Un gran número de chinos brasileros visitan el centro comercial de la ciudad diariamente. Este centro comercial está entre los más grandes mayoristas de Latinoamérica, y muchos de los dueños de los locales son chinos.

Los practicantes de Falun Gong comenzaron a visitar estos pequeños locales para ofrecerle a los chinos una oportunidad de renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones.

Los practicantes notaron que los chinos están dispuestos a escucharlos y a aceptar el material informativo. Muchos han renunciado a su membresía a las organizaciones del partido.

Un chino dueño de una tienda lee los Nueve Comentarios sobe el Partido Comunista.


En un pequeño centro comercial, los practicantes fueron a cada local, uno por uno. Comenzaron hablando con el dueño del local. Si el dueño renunciaba, a menudo el resto de los empleados también lo hacía. 

 

Leyendo los Nueve Comentarios y renunciando al PCCh 

Muchos chinos en los centros comerciales le pedían copias de Los Nueve Comentarios a los practicantes, una serie de editoriales publicadas por La Gran Época en el 2004 que generó el movimiento de renuncias al PCCh. 

Una persona le dijo a un practicante: “Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista salieron hace un buen tiempo y todos dicen que es bueno. No los he leído aún, pero planeo hacerlo pronto”. 

“Por favor déjeme una copia, me tomaré el tiempo para leerlos”, dijo el dueño de una tienda chino que al momento estaba ocupado. La mayoría de los chinos que trabajaba en esa tienda aceptaron renunciar al partido cuando los practicantes regresaron la segunda vez. 

Algunos pidieron más copias de volantes o Nueve Comentarios para sus amigos, mientras que otros ofrecieron ayudar a los practicantes. Un chino preguntó: “¿Cuántas más copias tienes? Te puedo ayudar a repartir algunas”. 

Los practicantes hablaron con miembros de un grupo de China que tenían una exhibición en una exposición. Todos eran personal de una empresa estatal. Cada uno se llevó una copia de los Nueve Comentarios y a su supervisor lo vieron leyéndolos en su puesto. Éste le dijo a los practicantes: “Lo que dice aquí es correcto, el partido comunista es tan perverso”. El director de una fábrica le dijo a su personal: “Renuncien, renuncien todos”. Eventualmente todo el personal renunció a las organizaciones del PCCh. 

 

Renunciando al PCCh después de enterarse sobre la sustracción forzada de órganos

Una practicante entró en una tienda grande y le contó a la gente allí sobre la sustracción forzada de órganos del PCCh con practicantes de Falun Gong vivos. El dueño de la tienda exclamó: “¿Es eso posible?”. La practicante contestó que tenía mucho material con detalles y evidencia de este crimen.

El dueño dijo: “Sí, escuché sobre esto pero no lo creí. Me pareció que era algo inventado”. La practicante le dijo que los practicantes de Falun Gong se rigen por los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que por ello no dicen mentiras. El hombre dijo: “Por favor déjeme el material para leer. Lo leeré con atención”. Él, junto con su familia y personal, eventualmente renunciaron al PCCh.

Un practicante habló con unos chinos jóvenes sobre la sustracción forzada de órganos. Al principio ellos no le creyeron y les preguntaron si había algún tipo de evidencia grabada. El practicante les pidió que buscaran en Google el audio de las conversaciones telefónicas con diferentes funcionarios del PCCh.

El practicante también les dijo que el ex ministro de salud del departamento de logística general del ejército de liberación popular chino fue recientemente grabado diciendo que Jiang Zemin ordenó personalmente la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong en los hospitales militares.

Los jóvenes chinos dijeron que buscarían las grabaciones en Internet.

 

El PCCh no representa a China

Después de escuchar al practicante, la hija del dueño de una tienda renunció a las organizaciones del PCCh. Sin embargo, el dueño de la tienda discutió con el practicante, diciéndole que no le gustaba escuchar al practicante hablar negativamente de China.

El practicante le señaló que no era ese el caso. Le dijo que China y el PCCh son dos cosas diferentes. Dijo que el PCCh es malo, ya que mata a su propia gente para estabilizar su mandato. Hizo las cosas difíciles para la gente y por eso él tuvo que dejar su país natal para ganarse la vida en Brasil. El PCCh engañó a la gente con su propaganda y mentiras. China tiene esperanzas sin el PCCh.

El dueño de la tienda le dijo al practicante: “Tienes razón. En realidad, nosotros tampoco confiamos en el partido comunista”. Él junto con su otra hija decidieron renunciar al PCCh también.