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Tratando a mi ex esposo y su familia con la compasión de un cultivador

Ene. 30, 2014 |   Por Yingchun, una practicante de China

[Minghui] Conocí a mi futuro esposo cuando nos encontrábamos estudiando en la universidad. Nos llevamos bien los primeros ocho años de nuestro matrimonio; incluso tenía una buena relación con toda su familia.

Pero de un día para otro, sin aviso, mi esposo me pidió el divorcio. Mi padre había estado implicado en una causa cuando el presidente de una compañía de seguros fue condenado a prisión. Mi esposo temía que mi padre afectara su ascenso y su estatus social. Sin saberlo, además, estaba teniendo un romance.

Estaba muy decidido, no tenía otra opción más que aceptar el divorcio.

Manteniendo un corazón de compasión

Mi esposo vino de una familia pobre. Cuando nos casamos, fue mi familia quién nos dio un departamento y la mayoría de nuestras pertenencias. También su carácter era malhumorado mientras que yo era tranquila y cálida. Mis amigos y familiares opinaban que me había casado con alguien por debajo de mí. Se enojaron cuando se enteraron que me había pedido el divorcio. Algunos sugirieron que debía hablar con su jefe e intentar que lo degraden, y otros sugirieron que le pida dinero.

No los escuché. Había estado practicando Falun Dafa por cinco años, así que puse mi mejor esfuerzo en seguir las enseñanzas del Maestro, que debemos tratar cada cosa con un corazón sereno y no tener pensamientos de contender con otros. Como mi esposo había elegido divorciarse, decidí respetar su elección.

Nuestro divorcio fue pacífico. No pidió la custodia de nuestro hijo pequeño, así que se quedó conmigo. Una amiga dijo que sería difícil volver a casarme con un niño pequeño en mis manos, pero no le presté atención. Estaba feliz de tener a mi hijo de tres años, lo cuidé y planeé para él una buena educación, para que creciera y fuera una persona amable y buena.

Decidí que si mi esposo no me daba suficiente dinero, no le pediría más. Trabajaba en un banco, así que mi ingreso era más que suficiente para los dos. Algunas personas me decían que era tonta.

Algunos amigos incluso me aconsejaron que no tuviera ningún tipo de relación con la familia de mi marido y que no permitiera que vean a mi hijo. No creía que fuera algo bueno para mi pequeño, ni tampoco sería justo para mi ex esposo y su familia.

Como practicante, no debo albergar odio contra otras personas. Debo tener un corazón de compasión y pensar en otros primero.

Protegiendo la armonía familiar

No sentí la pérdida luego del divorcio. Estaba saludable, me había recuperado de una espondilosis cervical al practicar Falun Dafa. Podía hacer todas las tareas del hogar y mantener la casa limpia y ordenada. Estaba en calma y no tenía malos pensamientos, hacía bien mi trabajo, cuidaba a mi hijo y visitaba a mis padres con frecuencia.

Pasaba mi tiempo libre estudiando el Fa y no me sentía sola. A pesar de la persecución, nunca dudé en mi determinación a practicar la cultivación. ¡Falun Dafa es bueno!

La familia de mi ex-esposo estaba nerviosa al verme luego del divorcio, temía que no los dejara ver a mi hijo. No obstante, pronto se dieron cuenta que era la misma persona que antes. Entonces, se sintieron cómodos conmigo nuevamente y nos trataban muy bien. Pasaban a buscar a mi hijo una vez por semana, al traerlo de regreso me traían frutas y alimentos.

Mi ex suegro me traía comida al trabajo cada semana, a veces más de lo que podía terminar. Le dije que no era necesario, pero insistió, diciendo que seguiría haciéndolo hasta que mi hijo tenga 18 años. Me sentí conmovida por su bondad, que se extendía al agradecerme frente a otros y siempre refiriéndose como su nuera.

Regresé la amabilidad de mis ex-suegros enviándoles presentes para cumpleaños y días festivos. Mantuvimos una relación fuerte y afectuosa. Mis colegas me admiraban al ver mi relación afectuosa con ellos.

Mi ex esposo, al ver que no lo odiaba ni tampoco buscaba venganza, se sintió conmovido. Manejaba hasta mi trabajo cada mes y me pagaba 2.000 yuanes para los gastos de vida de mi hijo. A veces hablábamos sobre la educación de nuestro hijo y su bienestar.

Mi familia es bendecida por Dafa

Si no hubiera practicado Falun Dafa, no habría podido manejar mi divorcio tan bien. Al comportarme de acuerdo con los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia y hacer mi mejor esfuerzo para estar en armonía con otros obtuve felicidad.

Han pasado ocho años de mi divorcio. Tengo un buen trabajo y una buena vida. Mi jefe es bueno y respeta mi creencia.

Mi hijo ha crecido y es inteligente y educado. Le va bien en la escuela y es un niño sano, tanto mental como físicamente. No tiene sentimientos negativos por vivir con un solo padre. Mi ex esposo aún tiene su antiguo trabajo, mi ex suegro, quién ahora tiene 70 años, está sano y todavía anda en bicicleta.

¡Las bendiciones de Dafa han iluminado a toda mi familia!

 

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2014/1/27/144627.html