Tuvimos la exposición de arte "Zhen Shan Ren" en abril, en Riga. La preparación de la exposición llevó un par de meses, pero no participé en este proceso desde el principio. Justo antes de la exposición, sentí fuertemente el deseo de ayudar.

Como no vivo en Riga, me dije que la única manera en que podía ayudar era informando a la gente acerca de esta exposición en mi ciudad natal. Teniendo este pensamiento en mi mente, me fui a Riga para unirme al estudio en grupo y le dije al coordinador que quería ayudar de alguna manera. Después de estudiar el Fa juntos, el coordinador enumeró las tareas que se debían hacer antes de la exposición.

Hacer llamadas telefónicas a las organizaciones estaba entre ellas. En opinión del coordinador era una tarea que yo podía hacer, porque se pueden hacer desde cualquier lugar en Letonia. Pero eso no era lo que yo esperaba hacer, así que al principio le dije que no y otra practicante tomó esta tarea. Después de un tiempo lo reconsideré, me pareció que había algo malo con mi xinxing. Me pregunté por qué yo no quería cooperar ya que siempre he considerado la cooperación entre los discípulos como muy importante.

Nuestro Maestro lo enfatiza en "Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa": “Todos saben que los dizi establecieron unos proyectos para oponerse a la persecución, aclarar la verdad y salvar a la gente; lo más crucial es que todos tienen que coordinar bien, si coordinan bien, recién podrán hacer las cosas bien”.

Ya había creado una idea de lo que podía hacer y ésta me impedía aceptar otra sugerencia. Además, nunca había hecho este tipo de trabajo antes, hacer llamadas telefónicas, por lo que era algo nuevo y desconocido para mí. Sin embargo, eso es exactamente lo que la convertía en una gran oportunidad para elevarme. Fui hacia la practicante que tomó la tarea y le ofrecí mi ayuda.

El primer paso era encontrar organizaciones en Internet, buscar sus números de teléfono y direcciones de correo electrónico. Decidimos llamar a las grandes empresas ubicadas en el distrito de Riga.

El siguiente paso era hacer llamadas telefónicas. Quedamos en que yo llamaría a las organizaciones a partir del inicio de nuestra lista, y la otra practicante comenzaría por el final de la lista.

Después de enviar pensamientos rectos juntos, empezamos a hacer llamadas telefónicas. Hice la primera llamada y dije que una exposición de arte internacional tendría lugar en Riga y que yo podría enviar un e-mail con algo de información al respecto, los empleados de esa organización podrían estar interesados ​​en ver esta exposición. Incluso antes de terminar lo que quería decir, ya había recibido una respuesta afirmativa y positiva.

Me sorprendió lo fácil que fue. En tal alegre estado de ánimo hice la siguiente llamada telefónica, y ya no fue tan fácil. Me dijeron que por lo general cobran dinero por distribuir ese tipo de correo electrónico en la organización. Sin embargo, estaba bien si les enviaba el correo y considerarían reenviarlo a todos sus empleados.

Hice la tercera llamada y recibí un rechazo. Me hizo comprender que tenía que enviar pensamientos rectos antes de cada llamada telefónica para eliminar todos los factores que impiden a la gente conocer la exposición. Mi yo tiene que ser purificado de todas las cosas malas, para que mi corazón esté tranquilo antes de cada una de las llamadas que haga.

Mientras realizaba las llamadas telefónicas tuve la oportunidad de observar muchas emociones humanas y deseos que tenía -alegría cuando las cosas iban bien, el deseo de convencer, renuencia a recibir el rechazo,  perseguir un resultado, el deseo de reconocimiento, el deseo de competir, la falta de confianza , el egoísmo y el miedo a lo que los demás pensaran de mí.

Por la tarde, la otra practicante me llamó. Me preguntó cómo me iba con las llamadas telefónicas y a qué organizaciones había llamado. Para ella era importante saberlo, de lo contrario podría ocurrir que empezáramos a llamar a organizaciones que ya habían recibido una llamada. Resultó que ella había llamado a muchas más organizaciones que yo. Me sorprendió porque pensé que estaba trabajando lo suficientemente rápido. Ahora el deseo de competir y vencer apareció. Me apresuré a hacer llamadas y empleaba poco tiempo en el envío de pensamientos rectos y en limpiarme. Puesto que tenía prisa y mi corazón no estaba tranquilo, pronto recibí una respuesta negativa. Me di cuenta de que era mejor dejar de hacer llamadas telefónicas ese día, ya que no podía calmar mi mente y corazón.

La conclusión más importante de esta experiencia es que después de cada una de las llamadas pude darme cuenta de algunos apegos que tenía. Y entonces, antes de cada una de las siguientes llamadas, los apegos que encontré podrían eliminarse cuando me limpiaba enviando pensamientos rectos. De tal manera el proceso de ascender era rápido.

 Antes de empezar a realizar llamadas telefónicas no tenía confianza en mí y estaba preocupada por lo que la gente podría pensar. Ahora ya pienso diferente. Si nuevamente hubiera necesidad de ayudar a los proyectos de Dafa con llamadas telefónicas, seguramente lo haría. Si nos involucramos en un proyecto, debemos ser capaces de cooperar y ser coordinados. Si nos coordinamos bien, el poder de Dafa será grandioso y el resultado de cualquier proyecto de Dafa que hagamos seguramente será bueno.

Durante un periodo más largo de tiempo, que fue aproximadamente de medio año, hacía la meditación de una hora en muy pocas ocasiones. No podía convencerme a hacerla de ninguna manera. Gracias a la exposición todo esto cambió. Cuando llegué a casa después de estar en Riga dos días para ayudar con la exposición, comencé a hacer la meditación de una hora regularmente. Sucedió una elevación significativa, y todo fue gracias a la exposición de arte El Arte de Zhen-Shan-Ren.