[Minghui Net] Cuando llegué a casa del trabajo la noche del 7 de noviembre de 2012 encontré a mi marido tumbado en la cama con mucho dolor y con fiebre muy alta. Varios familiares y yo lo llevamos inmediatamente al hospital popular del distrito de Acheng.

El médico de guardia le diagnosticó una apendicitis aguda y recomendó cirugía inmediata. Sabíamos que una apendicectomía rutinaria llevaría como mucho 50 minutos, y estábamos bastante preocupados después de esperar por más de dos horas. Casi a media noche, el cirujano salió de la sala de operaciones y nos informó de que él no tenía apendicitis para nada. Antes de que tuviéramos oportunidad de mostrar un signo de alivio, nos dijo que habían encontrado un tumor en el colon y tenía que quitarse inmediatamente. Mi hermano mayor y mi cuñado entraron para saber más y confirmaron las malas noticias. Anonadada, firmé los papeles para conceder una segunda cirugía.

Esperamos unas 3 horas más antes de que nos permitieran finalmente ver a mi marido. Estaba asustada ver todo tipo de tubos insertados en su abdomen. Según una biopsia, tenía cáncer de colon. Sin embargo, no nos convencía y buscamos una segunda opinión del hospital de cáncer de Harbin, el cual no sólo confirmó el diagnóstico, sino que además señaló que el cáncer estaba bastante avanzado y se había extendido a los nódulos linfáticos.

Toda mi familia estaba enfadada por el diagnóstico erróneo que hizo el médico en el hospital de Acheng. Querían volver y enfrentarlo.

Como practicante de Falun Gong, sabía que debo ser considerada hacia los demás. Después de todo, ese doctor no se equivocó deliberadamente en el diagnóstico. Así que me las arreglé para calmar a mi familia, y finalmente accedieron a no ir a por el doctor.

Nos preocupaba que mi marido no pudiera aceptar las malas noticias así que no le dijimos la gravedad de su problema. Cuatro días después de su operación, un amigo que también practica Falun Gong vino a visitarle y le sugirió que probara Falun Gong. Para mi sorpresa, mi marido accedió inmediatamente. Ese día, comenzó a escuchar las lecciones en audio de Shifu. Dieciséis días después, le dieron el alta en el hospital.

Estaba muy agradecida porque el amigo practicante tomara un autobús a nuestra casa cada día para leer los libros de Dafa con mi marido. Cuando volvía a casa del trabajo, yo me encargaba de ayudarlo a hacer los ejercicios.

Puesto que mi marido estaba aún conectado a un catéter, veía claramente lo que salía de su cuerpo cada día. Todo era materia que parecía como carne podrida y sabía que Shifu estaba constantemente purificando su cuerpo.

Mi marido no se perdió ni un día de lectura de los libros de Dafa o de la práctica de ejercicios. Un análisis de seguimiento llevado a cabo un mes después reveló que su cáncer había desaparecido completamente. No tenemos dudas de que fue Falun Dafa y Shifu que lo salvó.

En marzo de 2013, mi marido fue operado para conectarle el colon con el ano. El análisis preoperatorio mostró que todo era normal y la cirugía fue muy bien. El cirujano, que era el mismo que lo había operado la primera vez, estaba sorprendido al ver que no había rastro de células cancerígenas y no podía creer lo rápido que se había recuperado.

Mi marido ahora está libre de cualquier enfermedad y es un practicante de Falun Gong muy diligente.

No hay palabras para expresar nuestra gratitud hacia Shifu y Dafa. Todo lo que podemos decir es “¡Falun Dafa es bueno! ¡El compasivo y venerado Shifu es bueno!”.