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La prisión para mujeres de Beijing, persigue practicantes discapacitados (Fotos)

Jul. 26, 2013 |   Por un corresponsal de Minghui en la provincia de Hebei, China

[Minghui Net] La prisión para mujeres de Beijing dice operar humanamente, pero en realidad es inhumana. El personal de la prisión incluso persigue a practicantes de Falun Gong discapacitados.

La Sra. Chen Fengxian torturada

La Sra. Cheng Fengxian, en sus 60, vive en el distrito de Chaoyang en Beijing. Solía trabajar como traductora de ruso y tiene una discapacidad en la pierna.

Por su creencia en Falun Gong fue severamente perseguida en el campo de trabajo forzado de Beijing, donde recibía, de manera rutinaria, patadas, exposición al sol ardiente y al frío por largos periodos de tiempo y privación del sueño. Debido a que se negó a renunciar a su fe, su sentencia fue extendida 10 meses más.

En el 2009, después de ser liberada del campo de trabajos fue sentenciada a 8 años de prisión.

La detuvieron en el pabellón Nº 8 (ahora Nº 6) de la prisión para mujeres de Beijing. Persistió en su fe y se negó a ser “transformada” y a reconocer que era alguna clase de criminal. Como resultado, la guardia Zhang Haina, ordenó a los guardias y reclusos criminales que la torturaran y humillaran día y noche.

Los guardias a menudo llevaban al baño, donde no hay cámaras, para golpearla.

 

Ilustración de la tortura “sentada en un pequeño banco por largos periodos de tiempo.

A fines de 2009, la prisión intensificó sus esfuerzos por lavar el cerebro de los practicantes. Zhang Haina, prohibió a la Sra. Chen ir al baño, la forzó a dormir en el piso durante el frío invierno, le ordenó que limpiara los baños, y la presionaba de diversas formas.

Zhang también le prohibió tener contacto con su familia y retuvo toda la correspondencia, y tampoco le permitió comprar sus necesidades diarias, ni siquiera pañuelos. Cuando alguien intentaba darle pañuelos, los guardias lo detenían. En el invierno, la prisión no le entregó ropa abrigada, sino una mera remera. Luego la encerraron en una celda con las ventanas abiertas para que se helara.

Para protestar por la persecución, Chen se negó a llamar “señor” o “señora” a los guardias. Como resultado, Zhang le prohibió el uso del baño.

La obligaron a usar una cuenca para orinar; sin embargo, los guardias instigaron a los reclusos para que hicieran desaparecer la cuenca. No teniendo más opción usaba su caja de comida para orinar. No obstante, los reclusos también le hicieron desaparecer la caja.

Después de eso, la prisión dejó de darle comida porque no tenía la caja para ponerla. A veces solo le daban un poco de arroz. Si no decía “señor, quiero comer”, no le daban nada.

Mientras Chen estaba detenida en prisión, su madre de 80 años murió y no pudo despedirse.

La Sra. Wen Yuhong discapacitada por la policía, luego enviada a prisión

La Sra. Wen Yuhong, 57 años de edad, es una granjera del municipio de Huanghua, cuidad de Huairou, Beijing. Vendía queso de soja para mantener a su familia. Gracias a la práctica de Falun Gong, gozaba de una buena salud hasta que la policía la dejó discapacitada.

En marzo de 2004, oficiales de la comisaría de Huangkan en la ciudad de Huairou, y de la oficina 610 de esa misma localidad, irrumpieron en su casa y la arrestaron ilegalmente. La policía la golpeó y la tiró al piso varias veces. También la golpearon contra el marco de la puerta.

Cuando la Sra. Wen se desmayó, varios policías la arrastraron por las escaleras. Su espalda golpeaba el duro piso violentamente. Como resultado, se lastimó la espalda y quedó paralizada.  

 

Ilustración de la tortura "arrastrarndo".

La corte la sentenció a cuatro años de prisión, y la prisión para mujeres de Beijing la aceptó. Se la llevaron y la encerraron en la guardia Nº 19, donde fue cruelmente perseguida.

Los guardias instigaron a la criminal Li Xiaomei y otros a abusar de la Sra. Wen.

Como no podía manejarse sola, necesitaba que otras personas la ayudaran, incluso para ir al baño. La prisión la presionó para escribiera notas de agradecimiento hacia la prisión y el partido comunista chino.

Después de soportar cuatro años de torturas fue liberada. Estaba paralítica y tuvo que pasar medio año bajo tratamiento médico. Luego retomó la práctica de Falun Gong y su salud se recuperó en solo unos meses. Pronto pudo ponerse de pie y comenzó a vender queso de soja nuevamente para mantener a su familia.

En noviembre de 2011, la oficina 610 la arrestó nuevamente, y le dieron una sentencia ilegal de dos años de trabajo forzado.

Actualmente está detenida en el campo de trabajo forzado para mujeres de Daxing  en Beijing. Su salud nuevamente ha comenzado a deteriorase.

Practicante discapacitada forzada a hacer trabajo esclavo

La Sra. Sun Jingping, del área de Shijingsha en Beijing, antes de practicar Falun Gong había sufrido de polio. En el 2003 fue sentenciada a siete años de prisión por repartir volantes con información sobre Falun Gong; las autoridades la acusaron de “intento de difundir información falsa”. Solo tenía 30 años.

Encarcelaron a la Sra. Sun en la guardia Nº 10 de la prisión de mujeres de Beijing. La guardia Zheng Yumei la forzó a realizar trabajo esclavo más allá de su capacidad. El trabajo incluía empacar palitos para comer y hacer cajas de torta.

A la Sra. Wang Liyun, una practicante del distrito de Tongzhou de Beijing, le falta una pierna. En el 2008 la arrestaron por repartir volantes de Falun Gong y la sentenciaron ilegalmente a siete años de prisión.

Detuvieron a la Sra. Wang en la guardia Nº 4 (ahora 3) de la prisión de mujeres de Beijing, donde fue sometida a trabajo esclavo y lavado de cerebro. La empujaban en su silla de ruedas hasta el taller para empacar los palitos y envolverlos, todos los días. A pesar de que era inválida, la carga laboral era la misma que la de los demás.

La Sra. Lin Ruihua estaba en sus 50 cuando la sentenciaron a tres años de prisión por su creencia en Falun Gong. A pesar de que le faltaba una pierna, igualmente fue enviada a la prisión para mujeres de Beijing, donde tuvo que soportar mucho sufrimiento.