[Minghui Net] Me  quedé conmovido después de leer un editorial de Minghui sobre la ostentación, junto con los comentarios de Shifu. Lo leí una y otra vez. En la superficie parecía que el artículo tenía algo que ver conmigo, pero cuando me calmé y miré dentro, me quedé estupefacto al ver que yo también había dicho y hecho cosas para socavar el Fa. Estas fueron cosas que venían de mis apegos a la fama y ostentación, que no había eliminado completamente. Sin embargo tengo que enfrentarme a mis errores, exponerlos y rectificarme.

Mirando atrás en mi proceso de cultivación, siento que la mentalidad de ostentación ha sido mi apego fundamental. Crecí en un ambiente donde todos me envidiaban. En mi carrera, se requerían de mis servicios y todo el mundo a mí alrededor me elogiaba, adulaba y me decía cosas agradables de escuchar. Solía usarlos y me volví arrogante y condescendiente.  Debido a que soy llevadero y tengo buenas relaciones, los apegos no eran obvios.

Después que empecé la cultivación, sabía que no eran buenas cualidades, y con el fin de eliminarlas, sufrí un gran reto. Fui coordinador durante la mayoría del tiempo durante los últimos doce años de persecución. Presté mucha atención al estudio del Fa y a memorizarlo, y normalmente era capaz de mirar dentro cuando me encontraba con problemas y prestaba atención a mis palabras y comportamiento. Me esforcé en hacer las cosas basándome en el Fa y traté de no cometer errores ni causar ninguna pérdida. Muchos practicantes me reconocían, me recomendaban y elogiaban. No sabía el daño que estos elogios podían causar y pensé que no me afectaban,  sin embargo me gustaba escucharlos.

Los compañeros practicantes valoraban y apreciaban mis capacidades. Comparados con otros, estudiaba mucho el Fa y muchos practicantes sentían que entendía bien el Fa y disfrutaban hablando las cosas conmigo y de mis entendimientos en el estudio del Fa. Poco a poco me volví famoso en mi zona. Cuando iba a otros condados o localidades, muchos venían al intercambio y escuchaban, a veces en varios grupos. Eso no me gustaba y sentía que no estaba en el Fa, pero no podía negarme cuando los organizadores decían que los demás también intercambiaban, no solo yo. Pero me di cuenta de que era yo quien hablaba principalmente. De camino a casa, mis palabras y comportamiento volvían a aparecer como una película y me hacían sentir incómodo.

A menudo recordaba el Fa de Shifu:

 “Al final, la gente cree en él y lo venera, y considera que lo que dice tiene sentido; entonces cree cada vez más y más en él y, como resultado, esta gente empieza a adorarlo a él en lugar de a las religiones. Una vez que surge su corazón de fama y fortuna, hace que el público le conceda algunas cosas y establece, a partir de entonces, una nueva religión. Les digo a todos, todas éstas forman parte de las religiones perversas; aunque no dañasen a la gente, igualmente son religiones perversas. Es porque interfieren con la creencia de la gente en las religiones rectas; las religiones rectas salvan a la gente, pero aquéllas no pueden” (Zhuan Falun).

Para no involucrarme en algo como eso, nunca participé activamente en las reuniones de intercambio y muchas veces iba a regañadientes. Puesto que yo era el coordinador, había muchos problemas que necesitaban que se resolvieran, particularmente los primeros años de persecución. Para animar a más practicantes a dar el paso, hubo más reuniones de intercambio y no podía evitarlas. Desde sus halagos y elogios, sentí que la gente me admiraba y mi mentalidad de ostentación se hizo más fuerte. Seguía mirando dentro en momentos pero me sentía como un payaso, me sentía terrible cuando mis palabras y comportamiento no estaban en el Fa y decidí no ir a más reuniones de intercambio. Cuando viajaba, no se lo decía a nadie. Solo iba, resolvía los problemas, cuidaba de las cosas y me volvía a casa. Pero normalmente los coordinadores locales se reunían con los practicantes para intercambiar. Me di cuenta que seguía teniendo un fuerte apego de ostentación. Cuanta más gente venía más contento me ponía. Seguía sin poder manejarme bien.  

Gracias a memorizar el Fa, me di cuenta de que mi apego de ostentar no había sido eliminado. Con el fin de erradicar este apego, me negué a asistir a más reuniones de intercambio y volví a ser un practicante corriente en lugar de ser un coordinador. Pero los compañeros practicantes trataron de convencerme que debía continuar, que era mi responsabilidad. Cuando dejé de ser coordinador me persiguieron dos veces.

Durante dos o tres años, no acepté la responsabilidad de ser coordinador y solo me centré en los proyectos. Me sentía mucho más ligero y ya no tenía la tendencia de ostentar. Pero recientemente me necesitaron de nuevo para coordinar y descubrí que mis apegos no se habían eliminado y seguían ahí. Me empujaron de nuevo a primera línea. Parecía que era bastante notorio y todo el mundo estaba pendiente de mi. Me volví bueno al manejar las cosas, tenía ideas, era bueno expresando mis opiniones, haciendo mis intervenciones y mandando a la gente de mi alrededor.  

Sin embargo, me di cuenta de que en cuanto abría la boca, me estaba validando; se volvió algo natural. Me di cuenta de que las palabras no eran puras sino que contenían algo inapropiado, era miserable.

Shifu dijo:

“Ser famoso no necesariamente significa ser verdaderamente sabio” (Zhuan Falun).

Me di cuenta de que precisamente porque no entendía algunas cosas bien, me volví una persona “famosa” a nivel local. Debido a que no entendía el Fa en las bases del Fa, solo estaba suprimiendo la ostentación en la superficie y pasivamente evitaba situaciones donde podía pasar. Era muy difícil eliminar la enorme tendencia que había acumulado por el tiempo.

Ha estado perseverando en memorizar el Fa desde 2005. He visto la conferencia a los practicantes australianos de Shifu. Llegué al entendimiento que lo que estaba detrás de la mentalidad de ostentación, incluía ser obstinado, sentir que soy mejor que los demás, desdén, y un fuerte sentimiento de validarme. Estos son los mayores obstáculos en mi sendero de cultivación. Por el apego a ostentar, desarrollé un fuerte sentimiento de validarme.

Después de llegar a ese entendimiento, eliminé la mayor parte de la mentalidad de ostentar a través de la cultivación sólida. Pero me di cuenta que mi mentalidad no era muy recta después de llevar a cabo las tareas con éxito. Shifu dijo:

 “La cultivación depende de uno mismo, mientras que el gong depende del shifu” (Zhuan Falun).

Pero seguía desarrollando emociones humanas cuando otros me cubrían de elogios y aún pensaba que mostraba que tenía mis méritos.

Luego de estudiar el Fa publicado después de 2009, me di cuenta que cuando no me manejaba bien, era porque seguía sin encontrar mi ser verdadero. Aunque pensaba según las bases del Fa, me di cuenta de que no era yo, seguí sintiendo que era yo, y los seres en otras dimensiones reforzaron este sentimiento. Pero cuando soy capaz de encontrar mi ser verdadero, esa mentalidad de ostentar ya no es tan difícil de eliminar, y ahora cada vez me manejo mejor.

Hace poco leí los editoriales de Minghui, estudié los comentarios de Shifu una y otra vez y releí Escrituras esenciales para mayor avance y Zhuan Falun. Ahora me estoy volviendo más lúcido en muchas cosas. Siento realmente que Dafa me ha cambiado en un nivel fundamental.

Gracias a estos cambios, finalmente me di cuenta de que debido a las emociones humanas me he estado validando, algo que ha sido irrespetuoso con Shifu y que socava el Fa. Cuando intercambiaba con los compañeros practicantes, cuando ostentaba, no validaba Dafa ni a Shifu. De hecho explicaba cómo lo hacía, cómo entendía las cosas. Forzaba mis opiniones en otros, y sin intención dejé que mis compañeros practicantes desarrollaran devoción hacia mí. Mis palabras y comportamientos no estaban según el Fa. Cuando citaba el Fa de Shifu, no aclaraba que era Shifu quien lo había dicho, porque sentía que todo el mundo ya lo sabía, así que creía que no lo tenía que explicar. Incluso cuando explicaba que Shifu lo había dicho y continuaba hablando sin una pausa, ¿no estaba socavando el Fa?

Shifu dijo:

 “Al enseñar el Fa, he mencionado muchas veces que la aparición de los libros de escrituras en el budismo de Sakya Muni y en el período final del Fa es debido principalmente a que algunas personas han añadido al Fa sus propias palabras y entendimientos; esto es la lección más grande en la historia. No obstante, algunos discípulos simplemente se rehúsan a abandonar sus apegos de persona común. Ellos están dominados por su naturaleza demoníaca, estando apegados a presumir de su elocuencia y talentos literarios, dañando así a FOFA inadvertidamente” (“La naturaleza fo no tiene ningún punto débil” de Escrituras esenciales para mayor avance).

Shifu nos avisó hace mucho tiempo:

“La ruptura del Fa toma muchas formas, de las cuales la más difícil de percibir es la ruptura sin intención hecha por los mismos discípulos dentro de la vía de cultivación. El budismo de Sakya Muni empezó a deteriorarse precisamente de esta manera y la lección es profunda”, de Escrituras esenciales para mayor avance - Despertarse sobresaltado).

Ahora verdaderamente me doy cuenta de que la cultivación es un asunto serio. Según “Un manotazo fuerte”, deberíamos estudiar Escrituras esenciales para mayor avance diez veces. Si verdaderamente creemos en Shifu, no importa cuánto entendamos, deberíamos leer el libro diez veces. Entonces será difícil que se cometa el mismo error que cometí yo. Shifu nos está salvando directamente, y todos los dioses del cosmos entero nos envidian. Si no estudiamos el Fa bien, ¿Qué estamos persiguiendo?