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Torturas que sufrí en el campo de trabajos forzados de mujeres en Beijing

Jun. 6, 2013 |   Por Shi Xinhong

Nombre: Shi Xinhong (石新红)
Género: Femenino
Edad: Desconocida
Dirección: Distrito de Changping, ciudad de Beijing
Ocupación: Empleada jubilada de la Fábrica de Lana Nº 2 de Beijing
Fecha del último arresto: 2008
Lugar más reciente de detención: Campo de trabajo forzado para mujeres de Beijing

[Minghui Net] Me llamo Shi Xinhong y soy practicante de Falun Gong del distrito de Changping en Beijing. Soy jubilada de la fábrica de lana Nº 2 de Beijing. Estaba encantada por practicar Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En 1996 me beneficié mucho tanto física como mentalmente. Poco después de empezar a practicar, mi salud mejoró rápidamente y siempre estaba de buen ánimo. Seguí estrictamente los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y los requisitos que el Maestro estableció para los cultivadores. Sin embargo, una práctica tan maravillosa fue oprimida por el partido comunista chino (PCCh) bajo el liderazgo de Jiang Zemin. La persecución a Falun Gong empezó en julio de 1999 y los practicantes fueron torturados brutalmente. Esto es lo que sufrí por mantener mi fe.

Perseguida en el campo de trabajos forzados por cuatro años y medio

Me negué a renunciar a mi creencia en Falun Dafa y por eso, dos veces fui sentenciada ilegalmente a trabajos forzados. Estuve cuatro años y medio en el campo de trabajos forzados entre 2004 y 2012. 

Los guardias del campo de trabajo Nº 4 para mujeres de Beijing, una vez organizaron una reunión para calumniar a Falun Gong públicamente. Cuando una persona maldijo al fundador de Falun Gong me puse de pie y fui hasta el podio. Dos guardias me detuvieron y preguntaron qué hacía. Les dije que quería representar a todos los practicantes de Falun Gong del lugar para hacer un anuncio solemne. Les expliqué que quería anunciar que todo lo que se había dicho y escrito para calumniar a Falun Dafa en el campo de trabajos forzados no servía porque no reflejaba a nuestros seres verdaderos.

Los guardias se asustaron y utilizaron toda su fuerza para empujarme a la oficina. El líder del equipo Zhang Shoufen amenazó con enviarme a una "instrucción intensiva" del campo. Le dije: "yo no tengo miedo. No es fácil venir aquí, así que también puedo hacer que valga la pena. Quiero conocer cada rincón de este campo para que cuando salga, pueda comentarle a la gente cuán demoníaco es y las cosas malas que suceden aquí". Al darse cuenta que su amenaza no funcionaba, Zhang cambió su tono de voz y dijo: "la instrucción intensiva" no es un lugar al que alguien pueda ir porque quiere. Ellos no tienen lugar para usted. La "corregimos" aquí mismo, en el escuadrón Nº 4".

Abusos sufridos en los campos de trabajos forzados

Después de eso, los guardias comenzaron a encerrarme a diario, arriba en el almacén. Me hicieron sentarme en el rincón del almacén, cerca de una pared de menos de un metro cuadrado y asignaron a dos presos para vigilarme. No podía dormir hasta altas horas de la noche ni utilizar el cuarto de baño cuando lo necesitaba. Después de un rato ya no podía aguantar y llegué a tener mucho dolor por la orina. El abdomen se me dilató. No les importó cuando les expliqué a los guardias y a los presos la situación en que me encontraba por no poder ir al baño y retener la orina por tan largos espacios de tiempo, pero ellos me ignoraron.

Un día, oí por casualidad, que alguien de una organización diferente estaba haciendo una visita al campo, entonces grité: "Ellos no me permiten utilizar el baño y estoy en una condición crítica y por eso tengo sangre en mi orina". Los guardias estaban todos atemorizados. El líder del equipo Zhang Shoufen dijo: "le llevaré a ver a un médico si deja de gritar". Me llevaron al hospital del campo. El médico me tocó el vientre y dijo que tenía un tumor. Llamaron a una ambulancia e iban a llevarme a un hospital para hacerme una cirugía. Dije: "yo no tengo un tumor. Esto fue causado por no poder utilizar el cuarto de baño y estaré bien siempre que pueda utilizarlo". El guardia que me llevó dijo: "no la escuché, el cuarto de baño en nuestro campo está siempre abierto. Quien quiera utilizarlo lo puede hacer. A nadie le importa".

Insistí en ir al baño en aquel momento, pero los guardias no me lo permitieron. La ambulancia llegó después de un rato. Mientras me acompañaban a la ambulancia, me escapé y entré a un cuarto de baño cuando los guardias no prestaban atención. Cerré la puerta del baño y traté de orinar. Los guardias vinieron a patear la puerta y me dijeron que saliera rápido. Veinte minutos más tarde, pude orinar. Una vez que salí del cuarto de baño pedí ser examinada otra vez. Después del examen, el médico dijo: "el vientre se ha ablandado milagrosamente. Ustedes no deben negarle el uso del cuarto de baño, de otro modo, su condición podría llegar a ser un verdadero problema".

Viendo que su truco no funcionó, los guardias utilizaron una manera diferente para torturarme y me obligaron a hacer trabajos forzados. Me hicieron trabajar en la huerta durante todo el invierno. Hacía tanto frío que las primeras tres pulgadas de la tierra estaban congeladas y solo tenía una pala como herramienta. No supe cómo hacer un cuadro para hortalizas entonces cavé unos hoyos. Trabajé durante unas horas rectamente y sudé mucho.

Tan pronto como me detuve para recobrar el aliento, ellos gritaron y dijeron: "¿Quién le dijo que podía descansar?", tuve que trabajar sin parar. Aunque era más vieja, era muy sana desde que practicaba Falun Gong y no me sentía cansada del todo. Todos los guardias llevaban chaquetas pesadas sobre una capa de algodón, y todavía parecían tener mucho frío. Yo sólo tenía una blusa ligera y una camiseta de mangas larga pero no sentía mucho frío. Los guardias también pensaron que no estaba bien, ellos no supieron que era porque practicaba Falun Gong y que este era extraordinario. Después, me di cuenta que los trabajos forzados eran también una forma de persecución, porque yo no había violado la ley. ¿Qué era lo errado al practicar y creer en Verdad, Benevolencia, Tolerancia? Entonces me negué a trabajar.

Un "equipo de ataque" fue creado por los funcionarios del campo, en marzo de 2006, para perseguir específicamente a los practicantes de Falun Gong que se negaban a ser "transformados". Había tres guardias que eran asignados para "atacarme", incluso Li Ziping y Zhang Ran. Los guardias asignaron a presos que eran criminales para que me torturaran a diario. Mi ración de alimento no era suficiente ni para un niño. Protesté y el guardia gritó: "¿piensa que es demasiado pequeña? ¡Bien, desde ahora no tendrá nada entonces!". Después de eso, solo me daban un pequeño bollo cocido al vapor sin verduras ni agua. Cuando lo comía tenía que sentarme en un pequeño banco en postura militar estándar.

Fui forzada a usar el baño solo una vez al día a las 2:00 a.m., acompañada de un preso criminal. A veces fui forzada a regresar antes de poder terminar. Mi celda era muy fría y tenía poco con que cubrirme. Al comienzo, no se me permitió dormir y muchas veces me despertaba por el frío después de dormir solo un rato.

Para "transformarme", el guardia Li hizo que me sentara en un pequeño banquillo, con las manos sobre las rodillas formando una línea con los pies poniendo los talones juntos. Después me hizo juntar las rodillas. Yo no podía hacerlo, entonces Li Ziping asignó a presos para poner sus pies contra los míos para mantenerlos en el lugar y empujaron las rodillas hacia el centro. Dolió tanto como estar en un banco del tigre. Como resultado la movilidad en las piernas disminuyó, y todavía no he podido recuperarme.

Los guardias emplearon numerosos métodos de torturas. Luego me hicieron sentar en un rincón por mucho tiempo. Después de estar sentada un rato, sentí como si me sentara al borde de un precipicio. Parecía que si me movía me caía en el abismo. El temor de caerme me hizo sufrir mental y físicamente y quedé agotada. Desde entonces, he experimentado dolor y entumecimiento de la cintura hacia abajo y tengo dificultades para orinar y defecar.

Me quitaron la pensión y me negaron el incremento salarial

Fui liberada al terminar la condena. Soy jubilada de la industria de lana Nº 2 de Beijing. Li Xinhui y otros dos funcionarios de la compañía se negaron a pagarme mi jubilación durante los últimos dos años. Éstos también me negaron dos veces un aumento cuando lo merecía. Cuando entré y pedí mi pensión, los funcionarios evadieron su responsabilidad y todavía no he sido compensada.

Esto es solo la punta diminuta del iceberg. El régimen comunista continúa deteniendo y persiguiendo a practicantes de Falun Dafa. Utilizamos todas las organizaciones internacionales para apoyar la justicia y ayudar a detener las atrocidades contra los practicantes de Falun Gong en China.