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Medio de comunicación de China continental corrobora brutalidad y torturas en el campo de trabajo forzado para mujeres de Masanjia

Abr. 8, 2013

Resumen 

[Minghui Net] Un sitio web de noticias de China continental publicó un artículo extenso la noche del 7 de abril que se titulaba “Secretos revelados del campo de reeducación a través del trabajo de Masanjia: ‘Banco del tigre’ y ‘cama de la muerte’”. 

Esta ocurrencia es realmente destacable porque ninguna de estas historias de torturas horrorosas, de lavado de cerebro y trabajo forzado han sido antes admitidas, mucho menos en un medio de China continental. 

El reporte fue publicado por primera vez en el sitio web ‘Noticias de Qingdao’, luego se sumaron dos portales principales de noticias, Sohu.com y QQ.com. Como es sabido, los medios de China continental son severamente controlados por el partido comunista chino. Su rol ha sido, históricamente, ser voceros de la propaganda del partido. 

Mientras que el reporte no tiene precedentes en términos de admitir las condiciones inhumanas del campo de trabajo forzado de Masanjia, falla visiblemente al no mencionar que aquellos maltratados, torturados y brutalmente golpeados desde mediados de 1999 son, en su gran mayoría, practicantes de Falun Gong. 

Repitamos este punto clave que el artículo no mencionó: la peor parte de la persecución que se ha impartido en Masanjia y en otros campos de concentración sin duda ha sido aplicada a los practicantes de Falun Gong, al menos desde que la campaña oficial para aplastar a Falun Gong fue lanzada en julio de 1999. 

Desde el año 2000, Minghui ha publicado 8.109 reportes de experiencias de persecución a practicantes de Falun Gong que han sido detenidos en  Masanjia y en numerosos campos de concentración en China.

Este es el primer informe de China continental que corrobora los miles de reportes de Minghui sobre las condiciones inhumanas y desagradables a los que son sometidos los detenidos en campos de trabajo en China. Existen, solamente hablando del campo de Masanjia, cientos de reportes sobre practicantes de Falun Gong asesinados en ese lugar.

Sin importar quién esté a cargo, el PCCh sigue siendo el PCCh y sus perversidades y naturaleza maligna no cambiarán. Es absolutamente imposible que el PCCh eluda la responsabilidad por los crímenes monstruosos que ha cometido; estos crímenes no pueden ser borrados. 

Minghui da la bienvenida a toda la gente de buen corazón en China continental que pueda proveer evidencia específica sobre la persecución a Falun Gong, y le pide a la gente del mundo que le cuente a sus amigos, parientes y colegas sobre este crimen contra la humanidad.   

Mientras tanto, los practicantes tienen que recordar que no deben sentirse necesariamente felices, o relajarse en sus esfuerzos diligentes para terminar con la persecución, solo por este pequeño informe positivo en el continente. La persecución continúa, y es inaceptable tomar esto como la verdad. 

Unas cuantas citas

Los siguientes párrafos presentan algunas citas del artículo de Noticias de Qingdao. Para el artículo completo en chino, por favor haga click aquí

El artículo comienza: “Trabajo barato, castigo físico, celdas de confinamiento solitario, picanas eléctricas, “colgados”, “bancos del tigre”, y “camas de la muerte”. A través de las historias contadas por reclusos de campos de trabajo, mucha evidencia física, escritos, documentos de procesamiento, y declaraciones de fuentes internas, este artículo intenta mostrar qué es lo que realmente está sucediendo en un campo de reeducación a través del trabajo, y sirve como una captura del sistema actual de reeducación a través del trabajo. (Nota del editor: se anunció que el sistema de educación a través del trabajo, será cerrado a lo largo del año que viene).

El artículo continúa explicando cómo muchas de las historias contadas provienen de manuscritos que fueron contrabandeados por las detenidas en estos campos. Sabiendo que serían registradas antes de ser liberadas, estas valientes mujeres fueron tan lejos como pudieron y escribieron sus experiencias a mano. Escribieron, dolorosamente a mano cartas tan pequeñas como podían. Esto les permitió escribir mayor cantidad de ellas para poder contrabandearlas. Luego enrollaron las cartas, las ataron bien ajustadas, y las escondieron en sus vaginas para (con suerte) evitar que las encontraran cuando fueran liberadas. 

Liu Hua fue una de las que filtró su “diario de reeducación a través del trabajo”. 

Cuenta una experiencia de cuando fue desvestida. Los guardias le aplicaron descargas eléctricas en su lengua. Ella contó: “Era una descarga tras otra. La electricidad corría por todo mi cuerpo. Mi corazón latía tan fuerte, tan inestable. La electricidad la aplicaban en la punta de la lengua, como agujas perforándola. No podía quedarme parada, y ni siquiera podía intentarlo”. 

Liu describió su carga laboral, la cual era mucho menos extenuante que la de muchos otros. Le pedían que comparara el tamaño de diversos collares y pulseras entre otras cosas. “Procesaba de 1800 a 2000 artículos por día. Aquellos que debían que planchar ropa, tenían una exigencia de 3000 piezas por día”, comentó Liu. 

Uno que cosía los productos finales tenía que producir 320 artículos terminados de ropa por día. 

En su diario, se documentó que después que terminaba su cuota diaria, el supervisor del equipo (que era seleccionado de entre los reclusos) le dijo que hiciera 50 artículos más. Liu fue a hablar con este supervisor pidiéndole un trato más justo. El supervisor la golpeó frente a los guardias. Liu quedó tan herida que tuvo que ser llevada al hospital de la prisión de Dabei para hacerse un examen de ultrasonido. Esto fue el 20 de julio de 2010. 

En su diario menciona a una señora llamada Mei Qiuyu, cuya salud estaba deteriorada debido a los efectos de dar a luz prematuramente a su niño. Mei no podía cumplir con su carga laboral. 

El supervisor le dijo que tenía que quedarse por las noches para terminar su cuota, o sería castigada físicamente haciéndola quedarse parada por largas horas. Mei dijo que prefería aceptar el castigo de quedarse parada. El líder del equipo la tiró al piso de un golpe, se paró encima de su pantorrilla con su tacón filoso, e hizo girar su zapato 360 grados. La pantorrilla de Mei quedó con un agujero. La infección duró varios meses. Incluso hoy se puede ver claramente la cicatriz. 

Reclusos también confirman el uso de “bancos del tigre” y “cama de la muerte” como medio de tortura. Una fuente interna reveló que los “bancos del tigre” se usaban originalmente en un grupo especial de personas. (Nota del editor: “grupo especial de personas” –cualquier chino que lee entiende que este término es usado por el PCCh para referirse a los “practicantes de Falun Gong”). Luego el método se extendió a los reclusos regulares también.