El Rey Wu de Zhou (周武王), era hijo del Rey Wen del reino Zhou (周文王). Varios años después de que el Rey Wu sucedió en el trono, conquistó la dinastía Shang (商朝) y estableció la Dinastía Zhou (周朝) (1122-221 a. C).

La dinastía Zhou fue un período importante en la historia china. Treinta y siete emperadores gobernaron durante 900 años hasta que fue conquistada por la dinastía Qin (秦朝) en el año 221 a. C.

La dinastía Zhou de China no fue sólo la dinastía que duró más tiempo sino que representó también el punto culminante de la antigua civilización china. Las filosofías confuciana y taoísta que se desarrollaron durante esta dinastía han influenciado a las generaciones a lo largo de la historia china.

Al comenzar su reinado, el Rei Wu le preguntó a Jiang Ziya (姜子牙), su consejero militar, si había un principio simple y efectivo del pasado que podría permitir a las generaciones futuras preservar la fundación del país establecida por sus antepasados.

Jiang Ziya le respondió que tal sabiduría para gobernar efectivamente sí existía y que se encontraba en un libro sagrado que se transmitió entre los reyes precedentes. Le dijo al Rey Wu que él podría escucharla, solo tras purificarse por medio del ayuno.

Tres días más tarde, el Rey Wu llevando puesto su bonete de ceremonias, solicitó respetuosamente que se le concediera esa sabiduría. Se paró en dirección al este para mostrar respeto y no hacia el sur, que es la dirección que los gobernantes encaraban cuando se reunían con sus súbditos.

La sabiduría de los antiguos reyes

Jiang Ziya comenzó entonces a leer el libro: "El que es diligente en la administración del país, que muestra reverencia al Cielo y rechaza la pereza y la extravagancia, tendrá prosperidad".

"Aquel que descuida el deber y codicia la comodidad y el placer no prosperará".

"Aquel que antepone la rectitud ante el deseo personal, no encontrará obstáculos y logrará el éxito. Aquel cuyos deseos egoístas superan los principios morales, no logrará sus objetivos".

Jiang Ziya dijo: "Este es el principio simple y efectivo del pasado que puede permitir a las generaciones futuras preservar la fundación del país establecida por sus antepasados".

También le dijo al rey que si gobernaba con benevolencia, su dinastía se extendería en decenas de generaciones.

Al escuchar esta sabiduría, el rey Wu se inspiró enormemente. Ordenó la inscripción de estas palabras en su espejo y lavabo, en su bastón y espada, arco y lanza, en el pilar, puerta, ventana y en otros lugares, de modo que pudiera utilizarlas para advertir y motivarse en todo momento.

Buscando con humildad el buen consejo

Rey Wu actuó de la manera digna de un rey sabio, con humildad y respetuosamente buscando el buen consejo entre los funcionarios sabios y virtuosos.

Además, hizo inscribir sus palabras como reglas a seguir y las utilizó en la auto-reflexión continuamente para corregir su propia conducta y pensamientos.

Con estas acciones, se esforzó diligentemente en cultivar un corazón de sabiduría pura que le permitió entender la voluntad del Cielo y de gobernar el país con benevolencia.

El reinado de 900 años de la dinastía Zhou puede ser atribuida a los emperadores sucesivos que cuidadosamente salvaguardaron las enseñanzas de sus antepasados, respetaron al Cielo, amaron a sus súbditos y dieron gran importancia a la cultivación del carácter moral.

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