[Minghui Net] Mi marido tuvo la suerte de empezar a practicar Falun Dafa a finales de los años 90. En ese momento, yo no estaba ni a favor ni en contra. En 1999, cuando los practicantes de Falun Dafa comenzaron a ser perseguidos, no lo entendí, así que no estaba a favor de que él practicara. Esto causó que me evitara cuando estaba practicando.

En agosto de 2010 me diagnosticaron una obstrucción intestinal. Me hospitalizaron durante varios días y me ponían inyecciones frecuentemente. Después de una semana, mis intestinos seguían obstruidos. Los doctores pensaban que se debía a un tumor y me mandaron al hospital provincial. Me quedé allí otra semana, pero eso tampoco ayudó. Estaba viviendo un infierno.

Una noche soñé que dos mujeres desconocidas me secuestraban. Yo preguntaba ¿”Dónde vamos?”, y ellas respondían “te llevamos a un buen sitio”. “¿Puedo volver a casa?”, preguntaba. “No, no puedes”. En ese momento del sueño, mi marido venía y me pedía que no me fuera con ellas. Así que me escapaba y volvía.

Análisis posteriores revelaron que se trataba de un tumor cancerígeno. Me operaron durante 5 horas. El cirujano descubrió que el cáncer ya se había extendido a otras zonas de mi cuerpo y recomendó seis semanas de quimioterapia. ¡No puedo describir lo triste que me encontraba!

Mi marido estuvo a mi lado todo el tiempo. Llevaba un amuleto de Falun Dafa y escuchaba las lecciones cuando se quedaba en la habitación del hospital conmigo. Extrañamente, no le pedí que parara. Además, cuando me decía que dijera: “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, Falun Dafa es bueno”, no decía que no. De hecho, comencé a decirlo sin ninguna duda. Después de la quimioterapia, me hicieron otro chequeo y me aseguraron que ya no había nada malo. Después de un año y medio, me volvieron a evaluar y me dijeron que el cáncer se había extendido a los pulmones y el tumor ahora era tan grande como un puño. Estaba en las últimas etapas de un cáncer de pulmón, así que la cirugía ya no podía hacerme nada. Los médicos sugirieron otra tanda de quimioterapia. Sin embargo, tenía amigos que también habían tenido cáncer y no experimentaron buenos resultados con la quimioterapia. Mi marido preguntó al doctor si la quimioterapia me curaría, pero no podía prometer nada. Entonces decidió que sería mejor que dejara el hospital. El doctor pensaba que eso era muy malo, porque ya habíamos pagado la medicina y ahora no íbamos a utilizarla.

Paramos en un hotel de camino a casa desde el hospital. Mi marido me dijo que dijera: “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, Falun Dafa es bueno” y me dio las lecciones de Shifu en un reproductor de MP3. Las escuché y cuanto más las escuchaba, más cálido y en calma estaba mi cuerpo. Cuando llegamos a casa, necesitaba usar el baño urgentemente. Saqué mucho líquido parecido a sangre densa. Estaba nerviosa, pero mi marido dijo: “Shifu está limpiando tu cuerpo”. De hecho, es así exactamente como me sentía. Cuando me hicieron una colonoscopia, encontraron pólipos, lo cual me hacía difícil comer. Pasé por tantas cosas; ¿cómo era posible? Después de eso, comencé a practicar con mi marido. Mi suegra estaba preocupada por mí y me preparó una gran olla de medicina. Cuando la bebí, tuve diarrea. Después de eso, quemé la olla con la medicina accidentalmente y la dañé. Cuando traje una nueva, descubrí que las ratas se habían comido la medicina que había en la olla. Entonces me di cuenta de que, como practicante, uno no tiene enfermedades.

Mi marido y yo comparábamos nuestros caminos de cultivación. Mi cuerpo había atravesado grandes cambios. Antes, no podía subir las escaleras sin respirar con dificultad. Ahora, mi marido es más lento que yo cuando subimos las escaleras. Si hubiera pasado por quimioterapia, no dudo de que ahora estaría escribiendo mi última voluntad. Fue Shifu quien me salvó y me dio otra vida. ¿Cómo podré pagar a Shifu alguna vez? Mi marido y yo hemos aclarado la verdad diligentemente y, como resultado, mucha gente ha cambiado su opinión hacia Falun Dafa. Saben la verdad y todos dicen: “¡Falun Dafa es bueno!”.

Gracias Shifu por salvarme la vida