[Minghui Net]

Li Dongshen, vice ministro de seguridad pública y jefe de la oficina 610, está bajo investigación según un reciente anuncio de los medios estatales chinos. Se dice que Zhou Yongkang, ex líder de seguridad doméstica y uno de los principales promotores de Li en el partido, está bajo arresto o arresto domiciliario. Zhou jugó un papel clave en la implementación de la persecución a Falun Gong a través de la oficina 610 y otras organizaciones del comité de asuntos políticos y legales (CAPL)

La frase anunciando por los medios estatales de que Li está bajo investigación es vista como parte de un estratégico complot para liquidar a Zhou. Como consecuencia, ahora la atención está centrada en el rol de la oficina 610 y en su incierto futuro.

El nombre de la oficina proviene de la fecha en la que fue creada, 10 de junio de 1999. Aunque para ese tiempo el partido comunista decía oficialmente no tener ninguna política contra Falun Gong, la oficina 610 ya había comenzado a crear y colectar información en preparación para lo que sería la campaña nacional de persecución meses más tarde.

Después que fuera lanzada la prohibición sobre Falun Gong el 20 de julio de 1999,  la organización de la oficina 610 tenía ya un rol más prominente, eliminar Falun Gong a través de la policía, las cortes, y las fiscalías. Supervisó las operaciones en las instalaciones de detención, incluyendo el establecimiento y operación de un gran número de centros de lavado de cerebro.

Funcionarios del gobierno expendieron propaganda calumniosa difamando a los practicantes de Falun Gong, e intentando hacerlos renunciar a su fe en un proceso referido como “transformación”. Este rol de la oficina 610 nunca fue anunciado públicamente, ni siquiera reconocido, no obstante existió siempre, y sus efectos se sintieron a lo largo y ancho del país.

Un reciente informe de Amnistía Internacional, detectó una tendencia. A pesar de que el partido afirma haber cerrado su sistema de campos de trabajo forzado, la oficina 610 (como también la policía y otras autoridades controladas por la oficina 610), se presenta rutinariamente en los campos de trabajo forzado el día en que está programado liberar a los practicantes de Falun Gong. Y los campos no liberan al practicante a menos que la oficina 610 (u otra persona designada por esta para hacerlo) lo autorice al momento.

En algunos casos, personal de la oficina 610 intenta llevar al practicante directamente a los centro de lavado de cerebro el día que son liberados de los campos de trabajo forzado. Pero con una gran colección de otros tipos de instalaciones de persecución a su disposición, no solo se usan los centros de lavado de cerebro. Instalaciones con nombres inocuos como centros de rehabilitación de drogas, centros de educación legal, o incluso hospitales mentales se usan rutinariamente para detener y perseguir a practicantes de Falun Gong. Después de todo, los oficiales del partido son maestros en el arte del engaño.

El reporte de diciembre de 2013 de Amnistía Internacional detalla cómo la influencia de la oficina 610 excede incluso al sistema legal de China. Mientras que ningún funcionario la reconoce públicamente, las instrucciones de la oficina 610 pasan por alto todo lo demás.

Se estima que un total de 100 mil practicantes fueron enviados a campos de trabajo forzado, y el sistema permite a los oficiales hacerlo arbitrariamente, sin tener que pasar por ningún procedimiento legal que los retrase. Todos los practicantes han sido arrestados y detenidos ilegalmente, algunos múltiples veces.

Como testigos y sobrevivientes de la persecución, más de 100 practicantes de Falun Gong que han sido torturados en China por su creencia se unieron a una manifestación pública en Los Ángeles, octubre de 2013. Cuando el anfitrión del evento pidió que levantaran la mano aquellos que habían sido arrestados al menos tres veces, cerca de 80 a 100 de ellos lo hicieron.

Usualmente la oficina 610 dicta la extensión de la sentencia antes incluso que se involucre la corte. A pesar de la ausencia total de bases legales para la sentencia, muchos de los términos de prisión han sido de más de diez años.

Algunos practicantes son enviados a centros de lavado de cerebro directamente, y otros confinados después que sus términos de prisión o campos de trabajo terminan. En cuanto al sistema de trabajo forzado, los requisitos legales son mínimos para enviar a alguien allí, por eso generalmente se abusan de ello. La tortura mental que se denuncia de estos lugares es muy intensa.

 

 

Este gráfico de barras muestra a la izquierda el presupuesto 2012 para seguridad interna (US$ 111 mil millones), y a la derecha el presupuesto 2012 de defensa (US$ 106 mil millones), publicado por el Wall Street Journal el 6 de marzo de 2012. El presupuesto para seguridad interna se destina a policía, prisiones, tribunales y "otros proyectos de seguridad pública", y sobrepasa al de defensa por tercer año consecutivo. 

Aunque las víctimas directas son los practicantes y sus familias, el enorme costo de estos 14 años de persecución se ha convertido en una pesada carga financiera para toda China y su gente.

Además, a medida que la propaganda se expandía por toda la nación y continuó todos estos años, muchos ciudadanos han sido engañados, y la opinión pública se tornó contra Falun Gong, y contra los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Nada de esto hubiera ocurrido si no hubiera existido la oficina 610. Seguir al partido para maltratar y enajenar a un grupo de personas inofensivas, aquellos responsables han creado una severa obligación moral que tarde o temprano tendrán que enfrentar. ¿No es tiempo de disolver la famosa oficina 610 y permitir que las figuras claves responsables de sus travesías sean llevadas a la justicia?

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2013/12/26/143818.html