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Aprovechar el tiempo para salvar seres conscientes

Dic. 2, 2013 |   Por una practicante de la provincia de Shandong, China

[Minghui Net] Extracto: 2006 fue el año que soporté la más grave persecución. Tenía rotos los huesos de la zona de la espalda inferior y a los de las plantas de los pies me los hicieron añicos. Tenía los pies y tobillos desfigurados y la pierna izquierda insensible. Me pusieron una placa de acero en la zona lumbar. Desde entonces, me recordé: “No soy una persona común, sino un cultivador en el camino hacia la divinidad”.

¡Saludos estimado Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!

He estado practicando Falun Dafa desde 1998. En este artículo, me gustaría informar a Shifu y compartir con los compañeros practicantes mi experiencia al manejar las tribulaciones con pensamientos rectos.

Los practicantes de Falun Dafa que asisten a Shifu en la rectificación del Fa y salvan seres conscientes, frecuentemente tienen nuevos entendimientos y muchas historias de alegrías y tribulaciones en sus senderos de cultivación. A continuación contaré varias de mis historias.

Ayudar a la gente a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas

He estado aclarando los hechos y ayudando a la gente a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Tengo un huerto de árboles frutales de una hectárea y más de 30 aves domésticas. Sin embargo, nada puede alejarme de asistir a Shifu a validar el Fa y salvar seres conscientes.

Cuando voy a comprar, pienso: “Comprar es secundario. Asistir a Shifu en salvar a la gente es más importante”. A veces puedo brindar la verdad sobre Falun Dafa a más de 10 personas. Incluso cuando tengo prisa no descuido mi responsabilidad como practicante. Cuando asisto a bodas, primero mando pensamientos rectos. “Hoy voy a ir a salvar a la gente, no a disfrutar de la fiesta ni a pasármelo bien”. Normalmente puedo salvar entre 7 y 20 personas en una boda.

A veces paso junto a una persona que está secando trigo y le ayudo a mantener abierta la bolsa mientras le hablo sobre Falun Gong, y felizmente lo acepta.

Un día de camino al estudio del Fa, vi a cinco mujeres sentadas en el parque. Me sonrieron y un pensamiento apareció en mi mente: “Quieren que les salve”. Sin embargo, me di cuenta de que podría llegar tarde a mi estudio del Fa si me detenía.

Me apareció otro segundo pensamiento, me di cuenta de que Shifu me pidió que estudiara bien el Fa para salvar a la gente. Me di la vuelta, dejé mi bici en la acera y me acerqué con una sonrisa: “Hermanas, tengo una información valiosa para vosotras”.

Les di a cada una un amuleto con las palabras “Falun Dafa es bueno” impresas en ellos. Todas estaban muy felices al recibirlos. También les hablé sobre por qué deberían renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas y alguna información sobre Falun Gong. Estaban muy contentas al escucharme y me agradecieron.

Luego vi a un anciano en un triciclo. Disminuí la velocidad y empecé a hablar con él. Le hablé sobre la importancia de renunciar al PCCh y con alegría siguió mi consejo.

Esta gente ahora está salvada, su futuro yace en nuestro único pensamiento. Realmente necesitamos mantener pensamientos rectos todo el tiempo.

El 6 de septiembre, una autoridad del PCCh jubilada y sus amigos se me acercaron para comprar maíz. Uno de ellos no podía tomar una decisión y le dije que le daría un alias, pero no accedió y dijo que solo su padre podía bautizarle. Al final, le dije: “¿Qué tal Hermano Sui?” Luego accedió.

Cuando se iban a marchar, sentía que aun tenía algunas reservas. Le empaqué el maíz y le hablé sobre la verdad de nuevo. Su esposa, que estaba con él dijo: “Realmente estás haciendo esto por nuestro bien y te lo agradezco. Cuando lleguemos a casa, le instaré a que diga a menudo ‘Falu Dafa es bueno’”.

Nada detiene a un practicante diligente

Otro coche paró y salieron cuatro personas para comprar maíz, pero el maíz  se había agotado. Luego dijeron: “¿Puedo llevarme algunos cacahuetes?” Les llevé a mi parcela y pensé: “¿A caso no han venido para obtener la verdad?”.

Les encantaron los productos verdes orgánicos de mi cultivo. Recogieron judías, peras, pepinos y cacahuetes. Estaban muy contentos y empecé a hablarles sobre Falun Dafa y les pedí que renunciaran al PCCh.

Una mujer me dijo que su marido trabajaba en el departamento de seguridad pública. No tuve ningún otro pensamiento, solo el deseo de salvarle. Le dije a su marido: “Independientemente de tu profesión, te estoy salvando. La gente de tu departamento también son víctimas, y hoy es una buena oportunidad. Te daré un alias para que renuncies al PCCh y a sus organizaciones afiliadas”.

Les hablé sobre Falun Gong y las razones para renunciar al PCCh. Les di los 9 Comentarios sobre el partido comunista y otros materiales de aclaración de la verdad de Falun Dafa. Le pedí que tratara bien a los practicantes en el futuro y que les ayudara si estuvieran en peligro. Asintió. Antes de que dijeran adiós, insistieron en invitarnos a cenar a un restaurante. Les agradecimos pero rechazamos su amable oferta.

A menudo colaboro con mi hija en la aclaración de la verdad. Podemos ayudar a más de 10 personas a renunciar al PCCh en una o dos horas. Cuando caminamos por la calle, los obreros que han renunciado al PCCh me dicen: “¡Falun Dafa es bueno!” Los saludamos y estamos muy felices por ellos.

Una vez fui al supermercado con una compañera practicante. Trabajamos bien juntas y ayudamos a 40 personas a renunciar al PCCh esa misma mañana

Hace dos años, abrieron un parque nuevo cerca de mi casa. Muchos trabajadores vinieron a pavimentar la carretera, plantar árboles y hacer otros trabajos de construcción. Les ayudamos a todos a renunciar al PCCh, un grupo tras otro.

En el otoño, les ofrecía peras enormes de mi cultivo. Todos estaban muy contentos y comentaban: “Los practicantes de Falun Dafa son muy amables. Esta es la verdad”. Algunos incluso venían a mi casa para llevarse DVDs de aclaración de la verdad varios meses después. Mi marido me dijo: “Lo estás haciendo muy bien y tus clientes hasta vienen a casa”.

Trabajadores comenta: “Siempre llueve después de llegar a casa”

Hace varios años, mi terreno de cultivo era tres veces el tamaño actual. Mucha gente venía a trabajar en él. Les ayudé a todos a renunciar al PCCh. La mayoría de ellos aceptaron la verdad sobre Falun Dafa. En cuanto a los que rehusaban la verdad, esperaba y les aclaraba la verdad de nuevo durante la hora del almuerzo.

Todos disfrutaban escuchándome cantar canciones escritas por practicantes. A veces escuchaban 30 personas a la vez. La cálida atmósfera no se puede describir con palabras.

Algunas personas me dijeron: “A menudo hablamos sobre ti en cualquier lado que trabajamos. Sabemos que practicas Dafa y que eres amable. Cuando trabajamos en tu cultivo, no tenemos ni que preocuparnos de que nos atrape la lluvia. Siempre llueve después que llegamos a casa”. Otros decían: “Ella estudia Dafa y los Fo le ayudan. Los terrenos de otra gente no hacen dinero, pero los suyos dan mucho dinero. Todo en su cultivo va bien, puesto que está bendecida por Dafa”.

Salvar a la gente es un asunto muy serio. A veces cuando fallo en salvar a gente predestinada, me siento muy culpable. No me atrevo ni a mirar la foto de Shifu. Aclarar la verdad y salvar seres es la responsabilidad de los practicantes. Es la parte de nuestro voto y misión histórica. Es una oportunidad que Shifu nos ha dado para establecer nuestra poderosa virtud. Es también el proceso de cultivar nuestro xinxing y elevar nuestro nivel.

Manejar las tribulaciones con pensamientos divinos

En 2006 soporté la más grave persecución. Tenía rotos los huesos de la zona de la espalda inferior y a los de las plantas de los pies me los hicieron añicos. Tenía los pies y tobillos desfigurados y la pierna izquierda insensible. Me pusieron una placa de acero en la zona lumbar. Desde entonces, me recordaba: “No soy una persona común, sino un cultivador en el camino hacia la divinidad”.

Mi situación era muy complicada. Dos policías se turnaban para vigilarme durante todo el día, pero no tenía miedo. Cuando el doctor me dijo que estaría discapacitada por el resto de mi vida, no solo no creí sus palabras, sino que le pedí irme a casa al cuarto día después de mi cirugía.

Mi familia estaba en contra de mi decisión y el médico se burló de mí. Los pacientes en el hospital no me entendían. Un hombre con el tobillo roto me dijo: “¿Qué vas a hacer después de volver a casa? Tus problemas son peores que los míos y he estado hospitalizado por un mes”.

Le contesté: “Soy una cultivadora, tengo la protección de mi Shifu. Soy diferente que tu. Si no me crees ven a visitarme en un año”. Le di la dirección de mi casa.

Después de volver a casa, mis amigos y parientes no entendían mi decisión. Algunos amigos venían a casa a visitarme. Cuando les aclaraba la verdad  decían: “Ahora que estás así, ¿por qué sigues con tu creencia? ¿Quién va a cuidar de ti?” Les decía: “No se preocupen por mi tengo a mi Shifu. Se los mostraré”.

Dijeron: “Vale, si puedes recuperarte por ti misma, entonces te creeremos y renunciaremos al PCCh”. Estaban siendo sarcásticos cuando dijeron: “¡Nos marchamos ahora, así que espera que tu Shifu te cuide!”.

En un año, podía hacer algo de trabajo en el campo. Vieron que podía caminar y su primera reacción fue: “¡Guau, esto es verdaderamente divino!”. Les recordé: “No se olviden de  vuestras palabras”. Les llevé a casa y luego renunciaron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas”.

Mi proceso de recuperación era más fácil decirlo que hacerlo. Si me trato como a un ser divino se tiene que reflejar en mis acciones. Las tribulaciones en mi familia con mis hijos eran muchas, pero no voy a hablar de ellas aquí. Lo que era crucial era el primer pensamiento cuando me encontraba con problemas. Era la diferencia entre un pensamiento divino o uno humano.

Shifu dijo:

“Decimos que lo bueno o lo malo vienen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias” (Zhuan Falun)

Al final pude recuperar todas las funciones de mi cuerpo porque tuve fe en Shifu y el Fa. Durante todo el día estudiaba el Fa y hacía los ejercicios en la cama. Incluso cuando me temblaba todo el cuerpo en el segundo ejercicio persistía.

Mi cuerpo superó cambios dramáticos. Recuperé la sensibilidad de mi pierna izquierda en siete días. La primera vez que intenté caminar, sentí como si me estuvieran clavando agujas en mis pies. Persistí en caminar, paso a paso. Le dije a Shifu: “Muchos seres conscientes están esperando a que les salve. Usaré este milagro para validad Dafa”.

La palabra “discapacitada” nunca pasó por mi mente. Nunca usé un bastón ni tenía la búsqueda de recuperarme. Solo tenía un pensamiento divino que era estar bien y no tener dudas”.

Cuando me dolían los pies les decía: “Mi cuerpo es divino, está compuesto de materia de alta energía, y no reconozco este dolor”.

Mi marido me dijo que tenía que ir al hospital para que me quitaran la placa de acero que costó 8.000 yuanes. Le dije: “No lo necesito porque la placa ya no está, puesto que Dafa puede hacer cualquier cosa.

Ya han pasado seis años y tengo sesenta años. Nunca sentí la placa de acero en mi cuerpo. Todo el mundo que conoce mi experiencia es consciente de los milagros que experimenté al practicar Falun Dafa.

Shifu restauró mi cuerpo y cumpliré mi promesa de contarle a los seres conscientes los milagros que experimenté por practicar Falun Dafa.

Shifu nos ha dicho que el camino que los practicantes de Dafa toman es lo que dejaremos a la gente del futuro. ¿Qué dejaremos a la gente del futuro? Un ejemplo de seguir los requisitos de Shifu en mi vida diaria, eliminar los apegos, mirar dentro y difundir la belleza de Dafa a los seres conscientes.

Compañeros practicantes, vamos a cooperar bien para cumplir con nuestros votos históricos de asistir a Shifu en rectificar el Fa y ¡dejar una historia magnífica a la gente del futuro!

¡Gracias Shifu!