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Templando mi voluntad tan sólida como diamante

Dic. 19, 2013 |   Por una practicante en la provincia de Heilongjiang

(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes! 

Me he cultivado en Dafa durante 18 años. Debido a la gran misericordia de Shifu y a su protección, pasé desde ser una persona llena de yeli a una discípula de Dafa. 

Dafa nos ha dado una nueva vida a mí y a mi familia

Sufrí mucho después de casarme. Mi esposo me golpeaba siempre que tenía ganas y también lo hacían sus padres y hermanas. Un mes después de dar a luz a mi hijo, mi esposo trajo a su padre y hermanas a mi casa, me golpearon en el suelo y revisaron todas mis cosas. 

Mi niño lloraba constantemente y con frecuencia estaba enfermo y necesitaba ser hospitalizado. Yo perdía el conocimiento a menudo y era incapaz de comer algo. Mi marido estaba fuera de casa la mayor parte del tiempo y sólo venía ocasionalmente para golpear e insultarnos al niño y a mí. Pensé en suicidarme muchas veces, pero me di por vencida por el bien de mi hijo. 

En el peor momento de mi vida, un colega me presentó Dafa. El día en que comencé a leer Zhuan Falun, mi hijo pudo quedarse dormido tranquilamente. En el proceso de leer los libros de Dafa y de hacer los ejercicios, todas mis enfermedades desaparecieron. Mi hijo también se convirtió en un pequeño y saludable discípulo de Dafa. 

Viendo los cambios milagrosos en mí, mis colegas empezaron a cultivarse también, uno tras otro. Seguimos los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en el lugar de trabajo y nos convertimos en buenos empleados. El supervisor estaba muy contento y nos facilitaba la sala de conferencias y el espacio al aire libre para que podamos tener nuestro grupo de estudio del Fa y hacer los ejercicios. Algunos de mis familiares y amigos también empezaron a cultivarse. 

Siguiendo el camino recto de cultivación 

En 1999, el partido comunista chino (PCCh) inició la persecución a Falun Gong. Mi marido amenazó con divorciarse de mí para obligarme a renunciar a la cultivación. 

Me arrestaron ilegalmente y me encarcelaron durante dos meses en un centro de detención. Cuando me debilité físicamente debido a la tortura, me mandaron a mi casa. Luego otra vez me detuvieron, torturaron y liberaron. Después de ser arrestada cuatro veces, me llevaron a un hospital psiquiátrico donde fui torturada hasta casi morir. Mi familia tuvo que pagar una multa de 12 mil yuanes antes de poder llevarme a casa. 

Para entonces, mi marido ya se había divorciado y me habían despedido de mi trabajo. Mis padres tuvieron que cuidar de mi hijo y mi situación les preocupaba constantemente. 

Más tarde, fui encarcelada en un campo de trabajo forzado por tres años y quedé discapacitada por la tortura y el abuso. Durante ese período de tiempo, mi casa fue saqueada dos veces. Debido a tantos años de persecución, mi hijo ni siquiera me pudo reconocer cuando volví a casa. 

Los compañeros practicantes me trajeron los libros de Dafa y las nuevas conferencias de Shifu. A través del estudio del Fa, entendí que la persecución fue arreglada por las viejas fuerzas. Estaba decidida a seguir solamente el camino arreglado por Shifu. Practiqué los ejercicios, estudié el Fa y pronto recuperé mi salud. 

Produciendo materiales de aclaración de la verdad 

Poco después de ser liberada del campo de trabajo forzado, nuestro sitio local de producción de materiales de aclaración de la verdad fue destruido y trasladaron el equipo a mi casa. Yo no tenía conocimiento de informática. Mirando la computadora inactiva, estaba muy preocupada y esperaba que Shifu pudiera arreglar que un practicante con buen nivel de xinxing y con habilidades técnicas ponga la máquina en uso. Entonces oí la voz compasiva del Fashen de Shifu: "Éste es el arreglo elaborado por Shifu". Me di cuenta que Shifu me estaba animando a producir materiales de aclaración de la verdad.

Bajo la guía de Shifu, aprendí a usar la computadora. He trabajado con otros practicantes y hemos producido diversos materiales. El sitio de producción de mi casa está en operación desde hace más de siete años y mejora cada día a día. 

Escribiendo para validar el Fa 

Después de leer el Fa de Shifu sobre cómo exponer la persecución en las áreas locales, me di cuenta de que todavía no había escrito ningún artículo para exponer sistemáticamente a las malas personas en nuestra área local y sus maldades. También, algunos de nuestros artículos anteriores tenían información incompleta así que me decidí a trabajar en esto. 

Descargué de la página web Minghui todos los artículos relacionados a la persecución en nuestra región y averigüé la información que faltaba y la que necesitaba ser verificada y completada. Para cumplir con este trabajo, necesitaba contactar a los compañeros practicantes de varios condados de nuestra región. La carga de trabajo parecía enorme. 

Unos días más tarde, un coordinador de un condado vecino me pidió que fuera a verlo. A través de él, establecí contactos con practicantes en esa área y en varias otras. Todos ellos me proporcionaron activamente la información que sabían. 

Siento que todo el proceso fue exactamente como dijo Shifu: 

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,

el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”

(Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II)) 

Desde entonces me he convertido en la corresponsal de Minghui para nuestra región. He compilado y presentado a Minghui los hechos de la persecución local, casos de retribución de los perpetradores, las historias de lo maravilloso de Dafa y hechos cotidianos de gente que despierta después de conocer la verdad. Me di cuenta de que ser corresponsal de Minghui también es validar el Fa. 

Refinando la voluntad 

Me iluminé a que, mientras más cerca estamos del final, más rigurosos son los requisitos que Shifu pide a sus discípulos. Si no nos cultivamos sólidamente, no seremos capaces de satisfacer los requisitos de Dafa. 

Una mañana, empecé a reunir materiales de aclaración de la verdad. Un compañero practicante me llamó y me pidió que vaya con ellos. Yo me apresuré para reunirme con los practicantes y no regresé hasta después de las cuatro de la tarde. 

Prendí rápidamente mi computadora para terminar de hacer los materiales. Poco después, me llamó un compañero practicante coordinador de otra área y me dijo: "Debe tomar el tren esta noche y venir aquí. Paso a recogerla mañana". 

Unos días atrás le había pedido a este compañero practicante que juntara historias de persecución de los practicantes locales y pensé que había terminado el trabajo. Pero yo no había terminado de preparar los materiales que tenía que entregar. Necesitaba reunir sistemáticamente los materiales que había descargado de Minghui y la información acerca de la persecución de los practicantes en sus áreas. Por eso, tenía que llevarlos a los practicantes de allí para verificarlos y actualizarlos. Tuve que saltar la cena y empezar rápidamente a trabajar en los materiales. Logré acabar una hora antes de que saliera el tren. 

Después de seis horas de viaje en tren, llegué al destino. Verificamos cada copia de los materiales y terminamos después de las tres de la tarde. Pensé que sería posible tomar el tren de las cuatro para volver a mi casa. 

Esa noche, los practicantes locales habían planeado rescatar a un practicante que había sido detenido en la cárcel. Mi primer pensamiento fue enviar pensamientos rectos en mi casa. Pero, de repente, decidieron que debía ir con los demás practicantes. Me daba mucho miedo y sentía que no tenía suficientes pensamientos rectos. Un practicante dijo: "No necesariamente vas a estar en la primera línea. ¡Quédate conectada al Internet y prepara algunos materiales!".

Creo que nada pasa por casualidad en la cultivación. Las necesidades de Dafa son mi elección incondicional. 

Después de más de diez horas de viaje en tren, tuve que esperar media hora para subir a un autobús. Por haber dormido muy poco durante los varios días de viaje y, además, como el autobús estaba abarrotado de gente, empecé a sentirme mareada. Después de vomitar mucho, el viaje insoportable en autobús finalmente llegó a su fin. 

Después de bajar del autobús, me sentía mal y temblorosa y mi cara estaba muy pálida. Caminamos otra milla hasta llegar a la casa de un practicante. Entonces empezamos a estudiar el Fa con el grupo e intercambiar experiencias. Esa noche me tuve que ir a la casa de otro practicante porque no había espacio para que nos quedáramos todos en un solo lugar. Después de las ocho de la noche, fuimos a la estación de autobús, viajamos una hora y luego tomamos otro autobús. Los atascos de tráfico, los autobuses sobrecargados de gente, el frío y la descompostura por andar en coche me hicieron pasar momentos muy difíciles y me sentía muy mal. 

Llegamos a la casa del practicante después de las once de la noche. Luego preparamos materiales de aclaración de la verdad hasta después de las dos de la mañana.

Al día siguiente, fuimos a la prisión de mujeres. Un guardia de la prisión se portó muy grosero con nosotros y no nos permitió visitar a nuestra compañera practicante. Enviamos pensamientos rectos y el guardia accedió a dejarnos visitarla por la mañana. 

Dos días después, fuimos a la prisión de mujeres. La gente que estaba de visita formaba una larga fila. Enviamos pensamientos rectos y aclaramos la verdad a la gente que nos rodeaba. 

Durante la visita, los guardias de la prisión nos preguntaron si practicamos Falun Gong. Un practicante dijo: "¿Qué tiene que ver practicar Falun Gong con visitar a nuestros seres queridos?". Los guardias se quedaron en silencio al escuchar esta respuesta. Después, pidieron ver nuestras identificaciones y los permisos de visita. Tratamos de aclararles la verdad, pero no nos escucharon. 

Shifu dijo:

“Clarificar la verdad es la llave maestra” (Enseñando el Fa en la Conferencia de Atlanta, 2003). 

Todos nos dimos cuenta que no habíamos hecho un trabajo suficientemente bueno de esclarecer la verdad. Así que decidimos ir a la oficina de justicia, a los tribunales y a la fiscalía para pedir la liberación de nuestros compañeros practicantes. Les hablaríamos de Dafa si no liberaban a los practicantes. 

Shifu dijo:

“...el camino que está colocado frente a los Dafa dizi es solamente el de cultivarse concretamente, no hay otro camino” (Qué es un Dafa dizi). 

Después de regresar, mi familia comenzó a mudarse a mi casa. Tenían que guardar muchas cosas allí. Además de los consumibles que se necesitaban todos los días, mi casa estaba llena de equipos para producir materiales de clarificación de la verdad y equipos de oficina. ¿Cómo podría hacer espacio? ¿Apagando las máquinas? Si dejaba de producir materiales, mis compañeros practicantes no tendrían los materiales necesarios para aclarar la verdad. 

Configuré el equipamiento de oficina al modo automático para que pudiera seguir imprimiendo los materiales. Después cerré la puerta y salí a trabajar en el patio. Con el cuidado de Shifu, nadie entró en la habitación donde estaba el equipo de oficina. Mi padre y mi hermano que tenían la llave de la habitación intentaron abrir la puerta un par de veces, pero no pudieron. Yo estaba ocupada preparando los materiales. 

Durante los dos meses de mudanza de mi familia, continué produciendo materiales de aclaración de la verdad. Los compañeros practicantes pudieron recibir oportunamente lo que necesitaron. Parecía imposible, pero con pensamientos rectos podemos hacer que se vuelva realidad. La magia de Dafa y su extraordinario poder siempre se manifiestan a través de los practicantes que se cultivan verdaderamente. 

Cultivándome sólidamente en coordinación y cooperación 

Shifu dijo: “La cultivación-refinamiento de nuestro Falun Dafa elude esta forma en la que un canal acarrea a todos los canales; ya desde el principio requerimos que todos los canales se abran y giren simultáneamente. Al final, se hace que decenas de miles de canales de energía se unan en una sola pieza, alcanzando un estado en el que no se tienen canales de energía ni puntos de acupuntura; el cuerpo entero se une en una pieza. Ésta es la meta final de abrir los canales de energía” (Lección Octava, Zhuan Falun). 

Cuando ayudaba a otros practicantes, solía preguntarme por qué no se cultivaban diligentemente. Más tarde me di cuenta que, en realidad, me estaban ayudando a mejorar mi cultivación. Shifu arregló un entorno precioso de cultivación. Debido a que no fui diligente y tenía apegos, veía que los demás no eran diligentes y tenían apegos. 

Miré hacia adentro mientras escribía este artículo para compartir mis experiencias y descubrí que, como coordinadora, inconscientemente había desarrollado los apegos de no aceptar la crítica y de ser tendenciosa. Mi mentalidad de ostentación causó inadvertidamente admiración por mí y otros practicantes dependían de mí. Un coordinador debe ser un cultivador que no debe validarse a sí mismo o considerarse por encima de otros practicantes. 

Aclarando la verdad con compasión 

Shifu me guió paso a paso en mi camino de cultivación y me animó a aclarar la verdad en persona. Una vez, traté de hablar con alguien, pero sentí que no tenía suficientes pensamientos rectos. De repente, las palabras de Shifu aparecieron en mi mente:

“Con el Maestro al timón, el Fa salva a todos los seres

Una vela es alzada, y cien millones de velas la siguen”

(El corazón sabe, Escrituras esenciales para mayor avance (II))

Todos mis miedos desaparecieron sin dejar rastro. Sabía que Shifu me alentaba y le clarifiqué la verdad a esa persona. 

Desde entonces, aclaro la verdad fácilmente a todos los que conozco. La aclaración de la verdad ha estado estrechamente ligada a mi vida. Aprovecho cada oportunidad para difundir lo maravilloso de Dafa. 

Una vez, mientras estaba de compras en un supermercado, convencí a un vendedor a renunciar al PCCh. Cuando miré hacia arriba vi al policía que había acosado a mi familia muchas veces y que me había arrestado. Lo saludé y él trató de evitarme. Lo seguí para hablar con él. Me dijo: "¿Por qué me sigues?". Respondí: "Porque le deseo a usted y a su familia un buen futuro”. Caminé con él mientras le pedía que dejara de participar en la persecución en contra de los practicantes de Falun Gong y que compensara el daño que había causado. Luego le pedí que renuncie al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Él accedió a renunciar al partido y dijo que ya no iba a perseguir a Falun Dafa, porque sabía que Falun Dafa es bueno. 

Durante mis 18 años de cultivación, pude sentir todo el tiempo el cuidado compasivo de Shifu. Todavía no encuentro las palabras para expresar la magnificencia de la cultivación en Dafa.