[Mingui Net]

Soy un practicante de Falun Dafa de 10 años de edad. Mientras mi madre se preparaba para escribir y compartir su experiencia de cultivación en el sitio web Minghui, yo también sentí que quería compartir la mía. Me lo tomé muy en serio así que saqué un pedazo de papel y comencé a escribir.

Escribí más de 190 palabras, era más largo que las tareas de escribir que recibo de la escuela. Le pedí a mamá que escribiera esto por mí, pero me dijo que mi artículo no tenía suficiente contenido. No me sentí desanimado y escribí toda la experiencia solo, palabra por palabra. Luego de ver esto, mi madre se conmovió y prometió editar mi experiencia.

Clarificando la verdad

Cuando tenía dos o tres años, imitando a mi madre, solía decirle a la gente que repitiera: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno!”. Al principio no lo decía correctamente y los adultos solían reírse. Estas palabras las repetía a los perros, gatos y hasta a las plantas.

Siendo protegido por Shifu

Cuando tenía cinco años, fui a una reunión escolar con mi madre. Mientras los adultos conversaban, los niños jugaban en el patio. Al principio estaba jugando en el columpio, pero rápidamente me aburrí. Quería dejar de balancearme pero no pude hacerlo, así que terminé cayendo al piso.

Me corté por encima de la ceja y estaba sangrando. Hubo otro corte en mi estómago que tenía la forma de una luna curva, pero no estaba sangrando. Un niño mayor me llevó donde estaba mi mamá, y ella me dijo: “¡No tengas miedo, no tengas miedo. Shifu está aquí!”.

Sí, Shifu estaba allí protegiéndome. De lo contrario mi ojo se habría cortado lo cual habría sido muy peligroso. Mamá descubrió el corte en mi estómago recién en la noche cuando me ayudó a ducharme. Me dijo que esas heridas podrían haber sido mucho peor y con consecuencias serias y tal vez peligrosas si Shifu no me estuviera protegiendo.

Con la protección de Shifu, me he encontrado con muchos milagros. Una vez estaba jugando en la escuela de mi mamá, cuando me picaron entre cinco y seis veces unos avispones venenosos. Fue muy doloroso, en aquel momento muchas personas tuvieron que ir al hospital a ser tratadas cuando los picaban estas avispas, pero mamá y yo no tuvimos que ir, y nos recuperamos en sólo un par de días.

Hubo otra ocasión donde me quemé el brazo. La quemadura se veía muy mal y todos mis compañeros de clase dijeron que mi brazo se veía feo. No tuve miedo y luego de unos pocos días mi brazo retornó a su condición normal gracias a la protección de Shifu. Siempre que me encuentro con dificultades, sin importar cuán difícil parezca al comienzo, con la protección de Shifu puedo superarlas.

No tengo el deseo de ser líder de la clase

Durante el día nacional del niño el primero de junio, en cada escuela de primaria, los estudiantes solían unirse a los jóvenes pioneros comunistas durante el segundo semestre del primer grado. Antes del primero de junio, mi mamá habló con mi profesor respecto a las acciones malvadas del régimen chino y la persecución de los practicantes de Falun Gong.

Ella negó el pedido del profesor de nombrarme líder del torneo de canciones. Me quedé en casa ese día para que no me forzaran a unirme a los jóvenes pioneros y a usar la banda roja requerida.

Naturalmente, pronto me volví un centro de atención cada vez que entraba en el colegio. Siempre que el portero me preguntaba por qué no utilizaba la banda roja, le decía con orgullo: “No la uso porque no soy miembro de los jóvenes pioneros”.

En segundo grado, mi profesor me pidió ser líder de la clase de salud. Fui a casa y se lo dije felizmente a mi madre. Sin embargo, un par de días después el profesor cambió de parecer ya que no era miembro de los jóvenes pioneros. Fui a casa y le dije a mi madre: “No tengo el deseo de ser líder de la clase”.

Ahora puedo entrar libremente al colegio porque todos los profesores saben que no soy miembro de los jóvenes pioneros.