[Minghui Net] Comencé a practicar Falun Gong el 25 de abril de 1995, mi cultivación personal estuvo sincronizada con el comienzo de la rectificación del Fa. Porque creo completamente en Dafa y en Shifu, nunca he hecho nada en su contra durante la persecución. He confiado en la protección de Shifu y en mi entendimiento del Fa a cada paso.

No empecé a cultivarme por la salud física ni por otra búsqueda. La primera vez que leí Zhuan Falun, el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia atrajo mi atención. Era muy egocéntrica antes de cultivarme, y tenía una fuerte mentalidad de pelea. Mi actitud venía de la filosofía del partido comunista chino (PCCh), “No me tocas, no te toco. Si me tocas, definitivamente buscaré venganza”.

Quedé asombrada por las enseñanzas de Zhuan Falun sobre cómo ser una buena persona. Era completamente distinto a otros libros, me encantó leerlo. Aunque no era considerada una mala persona en la sociedad, luego de leer este libro, supe que me encontraba lejos de ser una verdadera buena persona. Aunque no cumplía con el requisito de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, anhelaba poder lograrlo. Conmovida por las profundas enseñanzas del Maestro, comencé a cultivarme, con decisión.

Estaba estudiando el Fa en casa el día en que empezó la persecución. Un practicante veterano, que me conocía, estaba preocupado por mí porque me encontraba sola en casa. Me llamó y me dijo que mirara la televisión. Encontré que cada canal estaba emitiendo contenidos difamando a Falun Gong. No tuve miedo, y sabía cuán malvado era el PCCh. Mi primer pensamiento fue que debía comprar libros rápidamente, sabía que el PCCh pronto destruiría todos los libros de Dafa. Era un día lluvioso. Caminé hasta la librería y sin dudar compré varios ejemplares de los libros de Dafa. El dueño del negocio dijo: “Ya están difamados como culto. ¡Cómo te atreves a comprar libros!”, “¿Por qué no?”, le respondí, “¡Estos libros son tan buenos!”.

Aunque en ese momento no sabía sobre la clarificación de la verdad, le contaba a todos los que veía cómo Falun Gong enseña a la gente a ser buenos y trae buena salud, incluso contaba sobre mis experiencias personales. A pesar de la tremenda presión por la persecución, me volví más y más determinada en mi creencia en Shifu y en Dafa. No tenía miedo para nada, porque éramos buenas personas siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Practicar Falun Gong era mi propia elección. Sabía que Falun Gong no era malo y que los practicantes tampoco.

En más de diez años de cultivación, además de sentir beneficios físicos al no haber necesitado medicación, experimenté una gran autosuperación a nivel mental. De ser egoísta pasé a pensar primero en los demás. Mi relación con amigos, familiares y vecinos mejoró notablemente.

El director del centro vecinal vivía en frente de mi casa. Era una persona muy directa. Apenas me mudé allí, le clarifiqué la verdad sobre Falun Dafa y el la aceptó. Una vez estuvo enfermo, le llevé unos regalos y 100 yuanes, pero los rechazó. Le dije que quería que esté seguro y saludable, y que deseaba que al menos acepte los regalos. Él sabía que estaba siendo sincera, así que los aceptó.

Le conté los hechos sobre Falun Dafa e historias de personas que fueron recompensadas al decir “Falun Dafa es bueno”. También le di un amuleto, y le dije que decir “Falun Dafa es bueno” le traería milagros. Luego de un tiempo se recuperó. Me dijo con gran felicidad: “Necesito agradecer a Falun Gong. Esa enfermedad es muy difícil de curar, incluso lo decían los médicos. Fui bendecido por Falun Gong”. Le pedí que agradeciera al Maestro. Durante las olimpíadas de 2008 en Beijing, el comité vecinal le pidió específicamente que me vigilara. Pero me protegió diciéndoles: “Los practicantes de Falun Gong son todos buenas personas, hacen buenas acciones. ¿Por qué es necesario controlarlos?”.

Cada vez que nuestros vecinos tienen problemas intento ayudar. Entre ellos hay oficiales de la comisaría, empleados del gobierno, doctores, empresarios... siempre superé mi miedo de clarificarles la verdad y ayudarlos a renunciar al PCCh. Hice con nobleza lo que otros practicantes hubieran hecho.

Una noche, un nuevo residente rompió accidentalmente la llave de su puerta en la cerradura. Estaba estudiando el Fa en casa, cuando escuché gritos abajo. De inmediato fui a ayudar con una linterna. No pudimos sacar la llave, así que busqué el número de un cerrajero y lo llamé. El problema se arregló rápidamente. El vecino me dio la mano y me agradeció con emoción, “Es tan difícil ver a una buena persona como usted. No nos conocemos, y no le pedí ayuda, pero usted vino a ayudarme. ¡Muchas gracias!”. Le dije que era practicante de Falun Gong y que nuestro Maestro nos enseña a ser siempre considerados con otros. Ella dijo: “¡Los practicantes de Falun Gong son tan amables!”. Le aclaré la verdad y la ayudé a renunciar al PCCh.

Hago todo lo posible por validar la belleza de Falun Dafa en todo momento y lugar. Siempre he ayudado a limpiar el hall de entrada. Cuando dejan la basura en sus puertas, las llevo hasta el contenedor. Mis vecinos dicen que soy buena persona. Siempre respondo: “Puedo hacer esto sólo desde que practico Falun Gong”, sin importar quién me elogie.

Aclaro la verdad en todo momento de mi vida diaria. Quienquiera que viene a mi casa para arreglar algo, llevarse la basura reciclable, o ya sean amigos y familiares, siempre les clarifico la verdad y los ayudo a renunciar al PCCh. Cuando voy a los supermercados les aclaro la verdad a los oficiales de seguridad. Siempre los halago: “Ustedes, los oficiales de seguridad, protegen a los clientes. Son buenas personas, así que debo contarles la verdad. Falun Gong es un método de cultivación de la escuela Buda, enseña a ser buena persona siguiendo el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y poner a los demás en primer lugar. No se engañen por las mentiras del PCCh. Estarán seguros al saber la verdad”. Casi todos aceptan la verdad y acceden felizmente a renunciar al PCCh.

El director de la oficina 610 de nuestra zona, luego de comprender los hechos sobre Falun Gong y ser testigo de las acciones de los practicantes, dijo: “Todos los practicantes de Falun Gong son buenas personas. Las malas personas no pueden practicar bien Falun Gong”. Por esta razón nuestra zona ha estado bastante bien al resistir la persecución. Nunca hubo aquí un centro de lavado de cerebro. Cuando la oficina ha recibido órdenes de instalar un centro de lavado de cerebro, siempre han sido muy inteligentes para resistirse.

Podría seguir hablando tres días y tres noches sin parar sobre la clarificación de la verdad. Sin embargo, hubo un incidente que me conmovió más. Antes de practicar Falun Gong, participé en un esquema de pirámide* e incluí a una compañera de estudios de mi ciudad natal. Al final, ambas fuimos víctimas. Por esto, ella me odió tanto que no me habló por años. Un día, después de muchos años, nos encontramos de casualidad. Ella empezó a insultarme de inmediato con palabras muy agresivas. Miré hacia adentro, pero no podía ver por qué me trataba así.

La vi en el mercado otra mañana. Quise reconciliarme con ella, así que fui a saludarla. Esta vez estaba más violenta y sus palabras fueron más crueles. Incluso los vendedores del mercado la apoyaron y comenzaron a insultarme. Me sentí avergonzada, e injustamente insultada. Me preguntaba por qué ella seguía tratándome así si nunca le respondí a sus insultos. Seguí mirando hacia adentro al llegar a casa. De repente encontré la razón. Me estuvo maldiciendo todo este tiempo, ¿por qué no le había aclarado la verdad? Generó tanto yeli al maldecirme porque la había dañado en el pasado. Y ahora seguía permitiendo que siguiera insultándome y creando más yeli. Era todo mi culpa. Encontré que la razón por la que no le clarificaba la verdad era porque tenía miedo de que no la aceptara y me lastimara. ¿No estaba siendo egoísta?

Decidí arreglarme, compré algunos regalos, y le pedí a otro practicante que me acompañara a visitarla. Temía que no me abriera la puerta si iba sola. Cuando el practicante pidió verla, abrió la puerta. Al verme dijo: “¡Cómo te atreves a venir a mi casa!”, y me empujó, pero logré entrar en la casa. Le pedí al otro practicante que no mencionara a Falun Gong de entrada, ya que no aceptaría la verdad por el odio que sentía hacia mí.

Luego de mis sinceras disculpas, le devolví el dinero que había invertido en el esquema piramidal. Fui muy cuidadosa con mis palabras. Le dije que lo hacía porque era una cultivadora. Para mi asombro me dijo que ya sabía que era practicante de Falun Gong. Entonces con naturalidad le aclaré la verdad. Aceptó lo que le decía y renunció felizmente al PCCh. Me pidió que me quedara a almorzar, me dio su número de teléfono, y me pidió que le aclarara la verdad a sus amigos. Supe que mi sincero deseo de salvar gente la había conmovido. Shifu me ayudó a resolver el conflicto, y demostró una vez más los milagros de Falun Dafa.

También aprendí el verdadero significado de lo que dijo Shifu:

“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu” (Zhuan Falun).

Shifu ha preparado nuestros caminos para salvar gente. El éxito estará asegurado si los practicantes actuamos con compasión y pensamientos rectos. Al soltar mis preocupaciones egoístas, un ex supervisor, a quién le clarifique la verdad más de diez veces, finalmente accedió a renunciar al PCCh.

Recientemente descubrí que por pasar más tiempo aclarando la verdad, me volví menos diligente con el estudio del Fa. De tanto en tanto me veo interferida por algunos apegos. Aprendí lo que shifu dijo:

En el pasado había una frase en la religión budista, y significa que desde el comienzo hasta el final deben ser igual que al comienzo, así seguramente llegarán a la perfección” (“Qué es un Dafa dizi”).

Las palabras de Shifu me alentaron a ser más diligente, cumplir con mi misión, hacer bien las tres cosas y atender mis responsabilidades.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!

 

*Nota del traductor: Esquema de pirámide es un sistema de negocios que se basa en que los participantes refieran a más clientes y más clientes, para producir beneficios para los participantes originales. Estas pirámides son consideradas estafas o timos.