[Minghui Net] Durante los últimos años, algunos practicantes han descubierto y demostrado que oficiales del centro de lavado de cerebro del distrito de Wanzhou, en Chongqing metían drogas desconocidas en la comida que servían a los presos, normalmente en las verduras y también en las sopas. Los practicantes pueden notarlo al primer bocado. Un practicante, mientras estaba tomando la sopa empezó a notar el cuerpo débil. Fue caminando al pasillo y poco a poco se sentía cada vez más débil. Después, tuvo que tumbarse y empezó a sentir confusa la mente.

El centro también inyecta drogas en la fruta. Después de que los practicantes comen la fruta, empiezan a vomitar. El centro incluso les pone las drogas en el agua. Mientras un practicante bebía el agua, notaba que sabía diferente. Empezó a prestar atención y descubrió que el agua de los practicantes era de un contenedor diferente que el de los guardias. Algunos practicantes siempre estaban en un estado de confusión y con baja moral, por tanto eran “transformados” fácilmente.

El centro de lavado de cerebro de Wanzhou se estableció el 20 de julio de 1999, por la oficina 610 del distrito de Wanzhou con el propósito de perseguir a los practicantes de Falun Gong, tanto física como mentalmente. Oficiales del comité de asuntos políticos y legales (CAPL), la oficina 610, el departamento de policía y los comités residenciales locales conspiraron juntos y crearon una lista de practicantes. Luego a los agentes les asignaban practicantes con instrucciones de seguirlos y vigilarlos. En cuanto los practicantes estaban solos, los agentes les arrestaban y les enviaban al centro de lavado de cerebro. Los practicantes eran confinados en las habitaciones y no les dejaban irse ni contactar con nadie. También les amenazaban y les maltrataban físicamente.

A cada practicante le asignaban un “instructor” que está a cargo y dos personas vigilando que ayudaban a “transformarles”. Los “instructores” eran expertos legales reclutados de la fiscalía, los tribunales o el departamento de justicia o eran otras personas que traían del exterior. Si no había suficiente progreso de “transformación”, entonces el “instructor” sería reemplazado por uno nuevo. Si un practicante seguía negándose a renunciar a Falun Gong, más de un “instructor” trabajarían para lavarle el cerebro y se turnarían para torturar a los que se resistían al lavado de cerebro. Los “instructores” empleaban varios métodos para “transformar” a los practicantes, incluyendo amenazas y engaños.

Temeroso de que le responsabilizaran por los crímenes cometidos en los centros de lavado de cerebro, el partido comunista chino (PCCh) reemplazó a todo el personal del centro de lavado de cerebro de Wanzhou el pasado año. Al nuevo personal ya no se le llama por sus nombres reales ni se atreven a revelar sus trabajos anteriores. Aunque parecen ser crueles y malvados, tienen miedo de recibir retribución del yeli como muchos antes que ellos.

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2013/1/3/136940.html