[Minghui Net] El 1 de agosto de 2012, el Sr. Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea, dijo en una conferencia de prensa: "Según los datos publicados por la Comisión Europea, el 58% de los bienes producidos en China están clasificados como peligrosos. El contenido de cromo de zapatos para niños hechos en China supera diez veces la norma establecida. Productos falsificados procedentes de China implican casi todo tipo de industria, incluyendo juguetes, herramientas y textiles". Un informe publicado recientemente muestra que el año pasado las aduanas de la UE incautaron productos falsificados por un valor de 1.300 millones de euros y que casi tres cuartas partes de los mismos provenían de China.

Varios informes indican que en China continental un gran número de productos de exportación fueron producidos en las prisiones y campos de trabajos forzados en donde los reclusos trabajan en condiciones muy desfavorables, razón por lo cual, es difícil garantizar su calidad. Estos productos de exportación son potencialmente perjudiciales para la salud humana. La viscosa, líquido utilizado en el proceso de producción de elementos de decoración contiene en su mayoría disolventes volátiles como el tolueno. Al ser inhalado, tales disolventes pueden producir neurotoxicidad y daños al cerebro, hígado, riñones y otros órganos vitales. Ellos también pueden causar somnolencia, dolores de cabeza, irritación de las vías respiratorias y así sucesivamente. En casos graves, pueden causar la pérdida del conocimiento, así como daños al hígado y al riñón e incluso la muerte. Algunos consumidores son alérgicos a la composición de la viscosa, causándoles hinchazón y picazón de la piel lo cual puede inclusive producir problemas respiratorios severos y hasta la muerte.

 

Los productos realizados en los campos de trabajo forzado de Kunming, en la provincia de Yunnan, incluyen una variedad de carteras y portamonedas

 

Estas prisiones y campos de trabajos forzados son usados como fábricas subterráneas que extraen la sangre y el sudor de sus presos y donde se persigue brutalmente a los practicantes de Falun Gong. No solo torturan a los practicantes, sino que también los obligan a trabajar despiadadamente. Un artículo publicado en el sitio web Minghui expuso productos realizados en el campo de trabajos forzados para mujeres en la provincia de Jilin. El artículo reveló que utilizaban materiales venenosos para hacer sus productos y también describió el proceso de producción y las condiciones duras e insalubres.

"Jin-Long-Yu" es una marca de aceite de cocina que se encuentra habitualmente en las tiendas de comestibles y supermercados en China. La gente apenas nota la pequeña etiqueta atada a la botella y es muy improbable que supieran que el nudo fue hecho manualmente por las reclusas y practicantes de la prisión de mujeres de Shanghái.

 

Las etiquetas de "Jin-Long-Yu", productos hechos en los campos de trabajo en la prisión de mujeres de Shanghái

Desde hace mucho tiempo, la quinta división de la prisión de mujeres de Shanghái se beneficia de este trabajo de hacer nudos en las etiquetas de "Jin-Long-Yu". Con los años, la cantidad de nudos por cada trabajadora pasó de 300 a 650 por hora, lo que significa 5.200 nudos cada día, basado en un día de ocho horas de trabajo. Los cordones que se usan son gruesos lo que produce que los dedos se pelen al frotarlos repetidamente, sobre todo en el invierno cuando hace frío y el ambiente es seco. Al atar nudos continuamente durante varios meses, se hacen callos en los dedos, los que después se pelan, los callos se forman otra vez y se vuelven a pelar.

La etiqueta de "Jin-Long-Yu" es representativa de los artículos producidos en esclavitud en las prisiones y en los campos de trabajos forzados en China. Las autoridades utilizan el lavado de cerebro, la tortura y el trabajo esclavo para perseguir a los practicantes de Falun Gong física y mentalmente. Por ejemplo, en la prisión para mujeres de la provincia de Liaoning, al menos 21 practicantes de Falun Gong murieron a causa de la persecución. No hay manera de saber cuántos practicantes fueron atormentados hasta quedar física o mentalmente incapacitados. Las jefas de división de la prisión para mujeres de Liaoning tienen una cuota de producción que alcanzar y la gratificación que las sub-jefas reciben está vinculada a la productividad, por lo tanto, ellas tratan de explotar a las practicantes lo máximo posible sin importarles si viven o mueren.

La esclavitud laboral extrae la sangre y el sudor de un practicante, es una táctica usada para forzarlos a "transformarse", destruyéndolos física y mentalmente. Por ejemplo, en el campo de trabajos forzados para mujeres en la provincia de Yunnan, las practicantes están obligadas a trabajar de las 7:30 a.m. hasta las 11:00 p.m. o hasta la medianoche y a veces hasta las 2:00 a.m. para luego empezar a trabajar de nuevo a las 7:30 a.m. A pesar de las largas horas de trabajo, la mayoría no puede completar sus cuotas. En consecuencia, las guardias extienden las horas de trabajo, mantienen a las practicantes de pie, las privan del sueño, las golpean y prolongan su período de estadía. Las guardias de los campos de trabajos forzados suelen patear a las practicantes o instigan a criminales a golpearlas y maltratarlas. También las fuerzan a correr o a estar de pie como castigo, además las maltratan tanto verbal como emocionalmente.

En los últimos 13 años, los practicantes detenidos en los campos de trabajos forzados y en las prisiones de China, han sido obligados a confeccionar grandes cantidades de productos bajo el sistema barato de esclavitud lo que ha significado ganancias generosas para los guardias y para las autoridades del partido comunista chino. Estas ganancias, producto de la esclavitud laboral, estimula a las prisiones y a los campos de trabajos forzados a continuar explotando a los practicantes para así seguir beneficiándose del lucrativo negocio. Algunos anuncios que invitan a la inversión en áreas de desarrollo económico en China continental incluso hacen referencia al uso de mano de obra barata de las prisiones y campos de trabajos forzados para atraer a los inversores extranjeros.

Los productos hechos en los campos de trabajos forzados en la China comunista, ganan cada vez más atención internacional y han suscitado la protesta de la gente. En realidad, esto ha afectado a la humanidad entera. Estas fábricas modernas que hacen uso de la esclavitud no son sólo una violación grave de los derechos humanos sino que también perjudican al espíritu mercantil de la competencia leal. La persecución de los practicantes de Falun Gong es la destrucción de la humanidad y la moralidad. Con conciencia y justicia, los pueblos del mundo, independientemente de su raza o posición, tienen el deber de hacer lo que sea necesario para poner fin al sistema de esclavitud laboral usado por el partido comunista chino.

 

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2012/8/23/135125.html