[Minghui Net] En el año 1997 encontré algunas dificultades para encontrar trabajo como civil habiendo sido veterano de Guerra. Recurrí a un contacto para conseguir un mejor trabajo en una compañía de electricidad, pues por medio de procedimientos formales no habría sido asignado a una buena compañía. Dos días antes de comenzar a trabajar, mi relación predestinada con Dafa me llevó hasta al libro Zhuan Falun. No pude dejarlo hasta concluirlo. El Fa es tan recto. Decidí, desde el fondo de mi corazón, comenzar mi práctica de cultivación y retornar a mi origen.

Aprendí muchos principios acerca de cómo ser una buena persona a través del libro, especialmente la teoría de “sin pérdida no hay ganancia.” Uno no podría perder algo si aquello le pertenece, y no podría ganar lo que le pertenece a otros. Si para obtener algo tuviste que pelear con otros, compensarás al que lo perdió con una cantidad equivalente de virtud. Eché un nuevo vistazo a mi lucrativo trabajo que obtuve ilegítimamente a través de un contacto y pensé que debía renunciar a él. Después de un día de lucha mental entre mi cultivación y mi ganancia personal, finalmente elegí el Fa. Fui asignado a trabajar en la misma compañía pero a través de los procedimientos apropiados.

Al principio recibí solo la mitad de la paga debido al pobre rendimiento financiero de la compañía. La situación pronto mejoró, y recibí mi paga completa. Tal vez Shifu vio mi deseo de cultivarme y cambió la situación para mí.

Después de que empezó la brutal persecución a Falun Gong el 20 de Julio de 1999, aproveché cada oportunidad para aclarar la verdad sobre Dafa y poder salvar seres conscientes. A principios de 2002, mientras distribuía materiales para aclarar la verdad durante un viaje de negocios en el sur de China, fui detenido ilegalmente y llevado a un campo de trabajos forzados en Changsha, provincia de Hunan. En el campo de trabajos forzados no me rendí y continué aclarando los hechos, no sólo a los prisioneros, sino también a los guardias y a los oficiales de  policía,

En un momento, mis piernas y pies empezaron a inflamarse debido a la tortura, y se tornaron color violeta oscuro. Obviamente mi estado era grave por lo que en el campo de trabajo planearon mandarme al hospital para evitar cargar con la responsabilidad si me moría. Para validar el Fa, le dije a un guardia de la prisión, “Dame un día para mejorar mi salud, y yo voy a eliminar la inflamación de mis pies. Si no funciona, mañana todavía estarán a tiempo de enviarme al hospital”. Aunque no estaban muy convencidos de mi pedido, finalmente aceptaron. Le expliqué al preso al que le habían asignado monitorearme, que la razón por la cual mi cuerpo estaba en tan mala condición era porque los guardias de la cárcel no me permitían practicar allí. Si retomaba mi práctica de Falun Gong me iba a recuperar pronto. Me llevaba bien con mi supervisor porque yo era amable y considerado con los otros y me mantenía bajo estrictos estándares de acuerdo con los principios del Fa. Comencé entonces a meditar allí y le pedí a Shifu que me fortaleciera mientras los otros prisioneros controlaban que no llegaran los guardias.

Debido a la gran inflamación, era difícil para mí cruzar las piernas en doble loto, y me retorcía de dolor.  Durante la meditación recitaba, “Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer.” (Lección Novena, Zhuan Falun), mientras apretaba mis dientes para poder aguantar sentado. Pasaron veinte minutos, uno atrás de otro. Durante este período, sentía la punta de mis dedos como si estuvieran en llamas. Mis pies se volvieron transparentes y exudaban un líquido de una nueva herida. Usé un rollo entero de papel higiénico y no pude terminar de limpiar el líquido. A la mañana siguiente el guardia de la prisión estaba sorprendido de lo que vio: yo era capaz de caminar normalmente, y la hinchazón había desaparecido. Solo había quedado una nueva capa de piel. Fueron testigos de lo maravilloso que era el Fa. El guardia dijo, “Ya no necesitamos llevarte al hospital. Es increíble”.   

A comienzos de 2005 detuve mi bicicleta para atender una llamada cuando un auto se abalanzó sobre mí. Con un “bang” mi cabeza pegó directamente contra el auto y el parabrisas quedó completamente destrozado. Entonces pensé instantáneamente: un practicante real nunca va a tener ningún problema.

Cuando el conductor salió del auto para ver que había pasado yo simplemente agité mi mano, “No se preocupe, por favor, váyase.” Mi bicicleta estaba deformada e inservible, así que opté por llamar un taxi. El conductor del taxi vio fragmentos de vidrio roto mezclados con mi cabello y me preguntó que había pasado. Después de contarle todo lo sucedido me dijo con un fuerte sentido de justicia, “¿Qué auto? ¡Yo te voy a ayudar a buscarlo!” Me reí y le dije: “No es necesario, soy un practicante de Falun Gong. Mi Shifu quiere que seamos considerados con los otros cuando algo nos pasa. Como conductor, puedo entender la situación. Nadie quiere tener un accidente automovilístico”. El conductor se sintió conmovido y dijo: “Uno de mis amigos también es un practicante de Falun Gong. El siempre me dice cuan bueno es Falun Gong. Yo solía dudarlo. Hoy pude ver y entender que Falun Gong realmente alienta a todos a ser buenas personas”. Luego, le conté más cosas sobre Dafa. El finalmente dijo: “¡Falun Dafa es bueno!”

Como empleado de logística, soy el responsable del mantenimiento de los vehículos. Para otros, esto es considerado un “trabajo bien remunerado”. Sin embargo, no soy ambicioso. Yo juego limpio, mantengo mis manos limpias (sin aceptar sobornos), y valido la bondad del Fa a través de mi comportamiento. Una vez entregué un conjunto de facturas a mi líder para que las firmara, y mi líder comenzó a firmarlas rápidamente sin siquiera examinarlas. Alguien cuestionó al líder, “¿Por qué no miras las facturas antes de firmarlas?” El respondió: “Si hubieras sido tu quien me trajo las facturas, yo definitivamente habría hecho eso. Pero con él, no necesito hacerlo, ¡porque él es un practicante de Falun Gong!”

De esta forma yo validaba el Fa en mi lugar de trabajo y permitía que todos supieran que “¡Falun Dafa es bueno!”

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2012/9/5/135291.html