[Minghui Net] El campamento de verano de Minghui de 2012, que duró seis semanas, concluyó exitosamente el 10 de agosto de 2012. Para muchos de los jóvenes practicantes de Falun Gong, se les hizo muy corto. “¿Puedo venir el próximo año?". "Echaré de menos a las profesoras”. “El campamento de verano podría durar más tiempo”, comentaban los jóvenes practicantes antes de marcharse.

 

 

 

 

Los jóvenes practicantes en el campamento de Minghui haciendo los ejercicios.

 

 

 

Los jóvenes practicantes en el campamento de verano de Minghui estudiando las enseñanzas de Falun Dafa


La Escuela Minghui, anteriormente llamada Doudou Garden, en Toronto, fue establecida en 2005. Cada año hay unos 50 participantes en el campamento de verano. Los niños son jóvenes practicantes de Falun Dafa de Canadá, Japón, Hong Kong, y Corea del Sur. Sus padres estaban dispuestos a hacer un largo camino para que sus hijos pudieran tener un buen ambiente de cultivación. El campamento de verano de este año fue otra vez un éxito en el cual los niños aprendieron mucho y también se divirtieron.

Beneficiándose desde una edad temprana

Chengcheng tiene diez años. Ha estado yendo a Doudou Garden desde que tenía tres años. Cada año acude al campamento de verano de la Escuela  Minghui. “Mi madre ya me ponía para que escuchara las lecciones de Shifu antes de nacer. Cuando tenía tres años ya podía recitar Hong Yin. Empecé a leer Zhuan Falun a los cuatro años. Ahora ya puedo leer el libro solo”, dijo Chengcheng.

 “En la Escuela de Minghui aprendo a cómo mejorar mi carácter. Una vez participé en un evento de la comunidad y un chico intentó quitarme los zapatos. Estuve tentado en pegarle, pero inmediatamente miré dentro. Vi que tenía los apegos de lucha, ostentación y envidia. Precisamente porque tenía esos apegos que el chico quiso quitarme los zapatos. No quise pegarle nunca más y le traté amablemente. Paró de quitarme los zapatos y después estaba lloviendo y me prestó el paraguas”.

Chengcheng prosiguió: “En otra ocasión mi madre me preparó un fantástico almuerzo. Cuando mis compañeros lo vieron, todos querían un poco y lo compartí con todos ellos. Cuando vi que la caja estaba vacía y no tenía nada para comer, me sentí un poco decepcionado. Mis compañeros luego compartieron su almuerzo conmigo. Fue un almuerzo muy variado”.

Lee tiene también diez años. Ha estado asistiendo a la Escuela de Minghui desde que tenía tres años. “Me gusta la escuela porque ahí aprendí a cómo ser un verdadero practicante de Dafa”, comentó Lele.

Lele dio un ejemplo. Una vez tuvo fiebre y no tenía ganas de comer. Se preocupó porque no podría unirse al desfile de Falun Dafa al día siguiente. “Al día siguiente me seguía doliendo la cabeza. Mis padres me dijeron que me pondría bien, así que fui. Otros practicantes y yo repartimos muchos folletos de Falun Dafa a los espectadores, y nos lo agradecían. No sé cuando desaparecieron la fiebre y el dolor de cabeza durante el desfile. Agradezco a Shifu por permitirme recuperarme tan rápido”, dijo Lele.

Participantes por primera vez

Doudou de nueve años se mudó a Toronto el año pasado y era la primera vez que iba al campamento. “El poder estudiar y hacer los ejercicios con los demás me ayudó mucho. Cuando lo hacía sola, a menudo no podía acabar los cinco ejercicios. Cuando tenía preguntas durante las sesiones de estudio, los profesores ayudaban a contestar mis preguntas”, comentó Doudou.

Doudou empezó a aprender Falun Gong cuando tenía tres años. Desde los cinco, su madre le ha leído una lección de Zhuan Falun cada día. A veces estudia las nuevas conferencias de Shifu o memoriza Hong Yin con su madre.

Por un tiempo, Doudou sintió que la práctica era muy difícil. La mayoría del tiempo, no podía comer lo que le gustaba, comprar lo que quería, ni jugar al ordenador como sus amigos. Sus padres siempre le instaban a que “estudiara el Fa e hiciera los ejercicios y mandara pensamientos rectos”. “Me obligué a hacer lo que querían, pero mi mente estaba en otra parte”. Uniéndose a la Escuela de Minghui cambió su actitud reacia hacia la práctica.

 “En el campamento de verano, los profesores nos enseñaron a cómo hacer cosas a mano. Pintábamos y hacíamos papiroflexia. Fue muy valioso. Cuando tenía conflictos con otros estudiantes, los profesores me recordaban que pensara en ello basándome en el Fa y que mirara lo que había hecho mal. Me permitió elevarme”, dijo Doudou.

Chenchen acaba de llegar de China. Tiene diez años. “Mi madre me dijo que me enseñó a leer Zhuan Falun cuando tenía un año. A la edad de 5 años, podía leer el libro sola, y cuando tenía cuatro años podía hacer el segundo ejercicios durante 30 minutos. Pero a medida que he ido creciendo no podía hacerlo durante tanto tiempo. Después de unirme a la Escuela de Minghui, pude aguantar de nuevo los 30 minutos”.

 “Cada mañana cuando hacia los ejercicios, podía sentir la fuerte energía. Cuando hacía el tercer ejercicios, era muy fácil para mi, como si mis manos flotaran solas. Me sentía muy cómoda”.

Comentó que ya podía hacer la meditación sentada por 50 minutos. Cuando le dolían las piernas, se decía: “Si bajo las piernas, ese pedazo de yeli no se eliminará. Bajaré las piernas cuando me dejen de doler”. Esta era la manera que podía persistir más minutos. 

Ahora Chenchen puede hacer una hora de meditación con su madre cada noche. A veces le duele tanto que llora, pero puede perseverar. Se sentía muy bendecida y feliz de poder estar con otros practicantes de fuera de China. Apreciará el nuevo ambiente.

多伦多明慧学校夏令营里,孩子们合作完成项目

Jóvenes practicantes trabajan juntos para acabar una tarea en el campo de verano.

Conmovidos por la inocencia de los estudiantes

Esta era la primera vez que María enseñaba en la Escuela de Minghui. Enseña a los niños de entre 6 y 8. Estaba muy impresionada por un estudiante llamado Christ cuando le dijo: “Creo que no estudiamos el Fa suficiente”. Algunos estudiantes no saben chino, mientras que otros han estado estudiando Zhuan Falun con sus padres desde que eran pequeños. Con  el fin de ocuparse de los niños que no saben chino, María leía el libro lentamente. Lo que Christ le dijo a María le iluminó que la naturaleza pura de un niño sabía que debemos estudiar más el Fa.

Christ era un niño muy amable. Siempre cuidaba de los demás y estaba muy bien considerado. Ahora es el delegado de la clase, y a menudo organizaba la clase para jugar juntos.

Una vez, María quiso darle un premio a Crhist porque se tomó el estudio del Fa seriamente. Christ le dijo: “No quiero este premio. Creo que estudiar el Fa detenidamente es lo que debo hacer”. María se emocionó hasta llorar.

María quería compartir con los padres. Espera que sus padres puedan enseñar a sus hijos chino cuando sean pequeños. “Enseñarles chino y dejarles leer Zhuan Falun aunque sea diez minutos al día. Verán los resultados después de haber persistido por un tiempo. Es lo que hice con mi hijo que tiene ahora diez años. Ahora tiene curiosidad por las historias y libros chinos tradicionales, y no le cuesta comprender el significado”.

 “Loa niños están cambiando, y yo también”

Judy enseña a niños de entre 3 y 5 años. Esta era la primera vez que lo hacía en la Escuela de Minghui”. A medida que cambian los niños, yo también lo hago. Aprendí mucho de estos niños puros. Es un trabajo duro pero merece la pena”, dijo Judy.

Judy trataba de ser muy paciente con los estudiantes  y les explicaba los principios del Fa de forma que lo pudieran entender. 

Allen de cuatro años, al principio no sabía cómo intercambiar con los otros estudiantes. También se negaba a seguir las normas. Era muy egocéntrico: “Quiero esto…no quiero eso…” A través del estudio del Fa y memorizar Lunyu y los poemas de Hong Yin, Allen gradualmente cambió. Ahora otros estudiantes quieren jugar con él.

El estudiante más joven tenía tres años, Diandian. Era muy enérgico y solo quería jugar. No le gustaba estudiar el Fa ni hacer los ejercicios. Después de seis semanas en el campamento de verano, ahora puede memorizar Hong Yin y tiene la voluntad de estudiar el Fa y hacer los ejercicios con los otros estudiantes. Ahora es el primero en levantar la mano cuando los profesores piden que reciten Hong Yin delante de la clase.

Los padres necesitan ayudar a sus hijos en la práctica

La Sra. Xia ha estado enseñando desde 2005. Sus estudiantes tienen de 9 a 11años. Los estudiantes la quieren.

En su larga experiencia de enseñanza, la Sra. Xia vio que los estudiantes pasan la mayoría de su tiempo en la sociedad común, y a medida que crecen, aprenden muchas cosas malas. Aunque en la Escuela de Minghui, pueden corregir rápidamente sus comportamientos erróneos, ella quiere recordar a los padres que deben prestar atención a la práctica de sus hijos.

 “Definitivamente no es suficiente solo dejar que pasen seis semanas en la Escuela de Minghui. Los padres deben pasar tiempo y poner esfuerzo en ayudar a sus hijos en la práctica regularmente. Tienen  que perseverar en estudiar el Fa y hacer los ejercicios con sus hijos cada día. Los hijos evitarán los malos comportamientos cuando estén en el Fa. Por otro lado, son tentados fácilmente en la sociedad común. Espero ver que el año que viene hayan hecho un gran progreso”, añadió la Sra. Xia.