[Minghui Net] Leí una historia titulada “La historia de dar”, en la que un hombre se perdió en el desierto y bebió toda su agua. Continuó andando bajo el sol abrasador. Estuvo a punto de desplomarse varias veces, pero con gran determinación siguió adelante. Finalmente encontró una choza abandonada. Buscó por toda la choza varias veces pero no encontró una gota de agua. Estaba tremendamento desilusionado. No obstante, no se rindió y buscó agua al lado de la choza. Finalmente encontró una bomba manual. Tiró fuerte de la manivela pero no pudo oír ni un indicio del sonido del agua, solo el sonido seco y silbante del aire.

De repente, vio una tetera al lado de la choza cerrada apretadamente con un corcho. Había una nota enrollada encima del corcho. La nota decía: “La tetera está llena de agua. Vierte el agua en la bomba, y a continuación puedes sacar agua. Pero por favor llena la tetera cuando hayas bebido suficiente agua”. Dudó: “Si me llevo esta tetera, quizá todavía pueda salir del desierto y sobrevivir. Si vierto el agua en la bomba, ¿qué pasa si no sale agua? ¿No habría desperdiciado esta agua?” En esta situación desesperada, la tetera de agua era tan preciada como la vida. Lo pensó una y otra vez y finalmente siguió las instrucciones de la nota. Como decía la nota, manó una fuerte corriente de agua al llenar la bomba. Bebió todo lo que quiso y a continuación llenó su propio recipiente. Después llenó la tetera y la volvió a poner donde la había encontrado. Finalmente pudo salir del desierto con vida.

Realmente deberíamos celebrar la habilidad de este hombre para tomar la decisión correcta y salir del desierto. Lo que es más importante, deberíamos felicitarle por escapar del desierto del alma – el egoísmo. Cuando decidió verter la olla de agua en la bomba en lugar de beberla, su alma fue salvada, porque fue capaz de dejar el impulso más egoísta – el apego a su propia vida y muerte. En una situación tan extrema aún consideró a otros – a otras personas – que podían estar en la misma situación, y fue capaz de echar el agua, que era tan preciada como su vida, no en su boca sino en la bomba. De este modo fue bendecido por el Cielo y salvado.

Si no hubiera considerado a otros y simplemente se hubiera llevado la olla de agua, quizá hubiera podido sobrevivir algunos días, pero probablemente no hubiera salido del desierto con vida. Llevarse el agua egoístamente y no devolverlo hubiera sido contrario a las características del universo, y probablemente hubiera sido castigado por el Cielo.

Hoy, hemos obtenido Dafa, lo cual es una oportunidad que sólo se presenta en diez mil años. Pero muchos seres conscientes no son tan afortunados como lo somos nosotros y siguen buscando en el “vasto desierto”. Deberíamos darles también el oasis de la verdad de Dafa. No podemos ser egoístas sobre nuestra propia salvación y no considerar a otros. Entonces no habríamos escapado del desierto del alma. La materia y la mente son una cosa. Al final, si nos aferramos al egoísmo, temo que no podremos salir del desierto externo – el universo viejo.

Difundamos el oasis de la verdad de Dafa. ¡Salvemos seres conscientes y salgamos del desierto de mente y cuerpo juntos!