[Minghui Net]  Después de estudiar el Fa he llegado a entender por qué no se están vendiendo bien las entradas de Shen Yun en nuestra área. La razón es que no estamos coordinando bien, y especialmente no estamos cooperando incondicionalmente con los coordinadores. Mi entendimiento ha cambiado después de tropezar.

Hace unas semanas, fui a Berlín a vender entradas. Durante este periodo de tiempo, volví al trabajo en mi ciudad por unos pocos días. Un día, cometí dos pequeños errores y mi jefe se enfadó conmigo. Me gritó frente a un empleado nuevo. Sus palabras eran como espadas. Casi amenazó con despedirme. Le dije que no entendía por qué reaccionó de esa manera e intenté explicarle lo que había sucedido. Él actuó como si yo estuviera desobedeciéndole. Se llevó al nuevo empleado con él y me dejó solo.

Más tarde íbamos en un coche. Mi jefe aún estaba enfadado y reiteraba su punto de vista, intentando convencerme de que tenía razón. Le ignoré porque aún no me sentía bien porque había explotado conmigo, pensando que no era considerado. Él estaba decepcionado con mi actitud. Cuando llegamos a nuestro destino, dijo adiós a mi colega y a mí con la mano de forma brusca.

A través de esta experiencia, llegué a entender lo que significa cooperar incondicionalmente con otros. Me doy cuenta de que cuando tu jefe se enfrenta a ti, no le importa su actitud, como te sientes, o si se ha equivocado contigo. Su foco está en mostrarte que no está contento con tu actuación y está haciéndote entender por qué no está contento, esperando que aprendas de tu error y hagas las cosas a su manera sin que tomes su actitud como algo personal.

Me he dado cuenta de que si soy realmente una buena persona que usa los principios del Fa como estándar, debo dejar ir mi ego (se hayan equivocado o no conmigo), mirar dentro sin pensar que me han hecho daño, aprender de los errores, hacer como mi jefe quiere y cooperar incondicionalmente con él.

Al mirar atrás, entiendo por qué me encontré tales tribulaciones repetidas veces. En los dos proyectos anteriores en los que participé, también fui criticado abiertamente por los coordinadores, y no pude superarlo completamente. Solo dos días antes de que mi jefe me echara una reprimenda, estaba en casa pensando cómo los coordinadores me habían reprendido el otro día, y me quejaba sobre cómo se estaban comportando como gente común. Mi corazón estaba movido. Más tarde, fui de mala gana al estudio del Fa en grupo, solo porque Shifu dijo que deberíamos ir.

A través de este incidente con mi jefe, de repente me iluminé al tipo de actitud que debería tener cuando trato con coordinadores, es decir, cooperar incondicionalmente. Independientemente de quién tenga razón (incluso si realmente están equivocados conmigo), debo ignorar mis sentimientos personales. En lugar de ello, debo mirar dentro y aprender de mis errores, ser considerado y seguir sus órdenes, justo como lo haría con mi jefe en el trabajo.

En cuanto a si los coordinadores tienen apegos humanos o no, cuán bien o mal ellos se cultivan, o si utilizan o no mi idea, no debería dejar que este pensamiento se entrometa. Debo cooperar incondicionalmente con ellos y no mirar fuera a otros o exigir que se adapten a mi forma de pensar. El requisito para un practicante genuino está en cultivarse, elevar el nivel de xinxing y mirar dentro incondicionalmente para cumplir con el estándar de Shifu.

Si nos enfadamos tanto con los coordinadores y nos sentimos resentidos, y consecuentemente no queremos participar en el estudio del Fa en grupo, entonces creo que esto es un signo de no querer cooperar con ellos. Es porque nuestros corazones están movidos y no queremos abandonar nuestros sentimientos (y egos). La verdad es que, incluso con asuntos comunes, no podemos dejar de ir a trabajar solo porque estamos enfadados con nuestro jefe.

Sé que cuando somos reprendidos o criticados, nos sentimos mal. Entonces ¿cómo podemos abandonar nuestro ego y ser considerados con los coordinadores? ¿Qué deberíamos hacer? El otro día leí Exponiendo el Fa en Canadá, 2006, donde Shifu trata este asunto:

“En el último Fahui de la costa oeste, ¿no hablé de cómo muchos practicantes de Dafa son incapaces de aceptar críticas? Se rehúsan a ser criticados. Ni bien otros dicen algo, explotan, se enojan, o empiezan una confrontación con alguien. Sólo quieren oír cosas lindas. Así que sólo quieres transitar un camino tranquilo, ¿no? ¿Quieres ascender a los Cielos cargando un gran bulto? ¿No es eso en esencia lo que quieres hacer? Tienes que deshacerte de todos los malos pensamientos humanos y todo tipo de apegos que tengas. ¿Acaso no querer escuchar críticas no es un apego? Sólo quieres oír cosas placenteras, pero ¿cómo podría ser eso? [Se hacen arreglos] exactamente para hacer que los otros te digan cosas desagradables y ver si se mueve tu corazón. Un dios no le haría ningún caso a lo que un ser humano diga sobre él –tú no puedes afectarlo. No intentaría en lo absoluto comprender cómo se relaciona con él eso que tú haces. No le presta ninguna atención, porque no puedes afectarlo. Los dioses pueden controlar la mente humana y llevar a los humanos a hacer ciertas cosas, no viceversa. ¿Cómo podrían los seres humanos afectar a los dioses? Así que si deseas convertirte en un ser divino, ¿no deberías ser de esa manera? ¿No debes eliminar esos apegos? ¿Y no debes abandonar esos sentimientos tuyos que pueden ser provocados por los seres humanos?”.

Cuando miré atrás en mis experiencias pasadas de cultivación, me di cuenta de que lo hicimos bien como grupo la primera y la segunda vez que estuve en Berlín. Vendimos seis entradas todos porque coordinamos bien entre nosotros. La tercera vez, sin embargo, no fui al estudio del Fa en grupo porque estaba quejándome de los coordinadores (más tarde eso llevó a que mi jefe me criticara). Me di cuenta de que cuando estaba en Berlín, debido a que no abandoné mi ego ni me iluminé al Fa (de cooperar bien con otros practicantes), no vendimos ninguna entrada. El público tampoco hizo buenos comentarios. La cultivación es un asunto muy serio.

Además de iluminarme a cooperar bien incondicionalmente con los coordinadores, también he llegado a entender que no deberíamos mirar siempre a los apegos de los practicantes. Por ejemplo, cuando estuve en Berlín la segunda vez, durante mi último día allí, vi un apego que una practicante tenía y quería compartir con ella. Ella dijo: “No compartamos ahora. Nuestro foco está en vender entradas”. Creo que ella tenía razón. Deberíamos centrarnos en salvar seres conscientes. Al final, me encontré con dos personas que estaban interesadas en comprar entradas. Una de ellas dijo que compraría cuatro.

Más tarde recordé un pasaje de la conferencia de Shifu Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes de la región Asia-Pacífico:

“Si todos pueden coordinar los muchos asuntos será aún mejor; espero que utilicen menos energía mental en sus cabezas pensando quién tiene y quién no tiene faltas, quién está o no está bien, quién es así o no es así. Utilicen esta energía mental en sus cabezas para validar el Fa. (Aplausos) Si todos pueden coordinar entre sí, hacer bien la validación del Fa, eso es establecer vuestras poderosas virtudes. Cuando están comentando quién está bien o quién no lo está, los dioses no los miran”.