[Minghui.net] Soy una mujer de 30 años que vive en el área rural de la ciudad de Shenzhou, provincia de Hebei. La pasada primavera, de pronto me sentí muy mal. La exploración que me realizó  el doctor de la oficina reveló que tenía cáncer de páncreas. Tuve que dejar a mi hijo de un año de edad en casa e ir a Tianjin para ser hospitalizada. Gasté una gran cantidad de dinero en la hospitalización pero mi situación no mejoró. El doctor  le dijo a mi familia que la cirugía no sería una opción viable y que mi cáncer era incurable. Me indicaron que tenía como mucho uno o dos meses de vida, y que debía irme a casa.

Después de volver a casa, una practicante de Falun Gong en mi pueblo me visitó al enterarse de mi estado. Dijo: “En tu situación, ahora solo Shifu puede salvarte”. Me dijo que recitara sinceramente: “¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. También me dio un reproductor de MP3 con las lecciones de Shifu. Más tarde me di cuenta que Dafa es genuino, y es para salvar vidas, así que comencé a practicar. Después de esto, cada día me sentía más saludable.

Seis meses después, volví al hospital para una revisión. El cáncer de páncreas se había curado mágicamente. Incluso los doctores estaban sorprendidos. En la página web de Minghui, me gustaría decir a todo el mundo que Dafa realmente salva vidas, y es una ciencia extraordinaria, y que todas las calumnias a Dafa por el partido comunista chino (PCCh) consisten en mentiras absolutas. Muchas gracias a nuestro Shifu y la misericordiosa salvación de Dafa. Siempre seguiré a nuestro Shifu y practicaré hasta el final.

Después de recitar “Falun Dafa es bueno”, el marido de una practicante se curó de cálculos gástricos 

Fui muy afortunada por comenzar a practicar Falun Gong en febrero de 1999, y desde entonces mi marido ha sido un gran apoyo en mi práctica y en mi aclaración de la verdad a la gente sobre Dafa y la persecución.

En la mañana del 6 de diciembre de 2011, mi marido de repente tuvo nauseas, vómitos y flatulencia. Fue al hospital para una endoscopia. Después del examen, fue diagnosticado con edema y erosión de la pared inferior del esófago acompañado de intensos vómitos. Tuvo que ser ingresado en el hospital, donde un doctor le realizó una entubación gástrica, y le colocaron una vía intravenosa. Tres días después, se sometió a una segunda endoscopia. Esta vez, el doctor encontró una piedra de 10 centímetros en su estómago. Mi marido vio la piedra.

El médico usó el gastroscopio en repetidas ocasiones para romper la piedra. También aconsejó a mi marido que bebiera mucha agua y tomara comida blanda para ayudarle a expulsar las piedras. Después de dos endoscopias, tuvo fiebre. Vomitó violentamente, y su estómago se hinchó tan gravemente que no podía comer. Las dos entubaciones gástricas duraron cuatro días y cuatro noches, tiempo durante el cual solo fue capaz de recibir alimentos a través de inyecciones. Estaba muy incómodo y apenas podía dormir.

El médico dijo que se estaba preparando para una tercera gastroscopia para intentar triturar las piedras con litotricia. El procedimiento era muy caro y estábamos preocupados acerca de cómo seria de efectivo. Mi marido recordó que desde que fue ingresado en el hospital, había estado diciéndole que recitara sinceramente, “¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”. Así que comenzó a recitar sinceramente esas palabras.

Entonces sucedió un milagro. La noche antes de que litotricia fuera a ser realizada, después de no tener heces durante cinco o seis días, excretó la cantidad del tamaño de un puño de material duro. Me dijo felizmente, “Mis piedras estomacales deben haberse ido”. Al día siguiente, el médico examinó a mi marido para preparar el tercer tratamiento pero no encontró ninguna piedra. Estaba perplejo, “¿Cómo pudieron desaparecer?”. Para confirmar, inspeccionó el intestino delgado, y sin embargo tampoco pudo encontrar ninguna piedra. Así que finalmente confirmó que las piedras desparecieron, y que el tracto intestinal de mi marido estaba limpio, sin signos de patología.

Después de salir de la consulta, mi marido gritó alegremente: “¡Las piedras se han ido!¡Maravilloso!”. Al oír esto, los ojos de más de una docena de pacientes y sus familias de repente se enfocaron en él. Mi hija también estaba contenta y exclamó: “¡Maravilloso! Recitando ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’ realmente puede hacer milagros!”.

Me sentí muy emocionada también, así que les dije a todos los presentes la verdad sobre Dafa, y los animé a renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas (la liga juvenil y los jóvenes pioneros). Todos recitaron, “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Dos caballeros renunciaron al partido en ese mismo momento.

¡Mil gracias a Shifu por salvar a las personas misericordiosamente!

 

Mujer de 70 años asombra a los médicos

Una mujer de 70 años en el pueblo de Yangfan, en el distrito de Xi’an de la ciudad de Xining, provincia de Shaanxi, de repente desarrolló hipertensión el 24 de diciembre de 2011. Entró en coma y fue llevada para tratamiento de urgencia, pero no mejoró. El hospital emitió una “notificación crítica” y dijo a su familia que la llevaran a casa para prepararle el funeral.

El hijo de la mujer es un practicante de Falun gong. Llegando al hospital, gritó “Falun Dafa es bueno” en el oído de su madre y le pidió que recitara estas palabras con él. Su madre tenía problemas crónicos de oído, y tenía dificultades para oír, pero su hijo no se dio por vencido. La sacudió y le dijo en voz alta: “Madre, ahora este es el momento para escoger tu futuro. No puedes irte. Necesitas estar aquí para practicar Falun Gong. ¿Vas a dejar este mundo sin haber aprendido Falun Gong o te vas a quedar aquí y cultivar conmigo? Su madre soltó: “Por su puesto, voy a quedarme aquí y aprender Falun Gong”. Su hijo siguió diciendo. “La elección es poderosa. Por favor recita ‘¡Falun Dafa es bueno!’”.

La mujer mayor recitó con su hijo: “Falun Dafa es bueno”. Mientras recitaba, su audición mejoraba, sus ojos se abrieron, la presión sanguínea decreció, y sus funciones corporales volvieron a la normalidad. Los médicos y enfermeras que estaban presentes estaban asombrados.

La mujer contaba ahora a todo el mundo cómo se encontraba: “Mi vida ha sido salvada por Falun Dafa”. Presenciando el milagro, su hija también comenzó a practicar Falun Dafa.