Nombre: Yu Peiling (虞培玲)
Género: Femenino
Edad: Unos 46
Dirección: Desconocida
Profesión: Investigadora médica
Fecha del arresto más reciente: Desconocida
Lugar de detención más reciente: Prisión para mujeres de Beijing (北京女子監獄)
Ciudad:
Beijing
Persecución sufrida:
Privación del sueño, lavado de cerebro, sentencia ilegal, palizas, encarcelamiento, aislamiento solitario, tortura, despedida del trabajo, limitación física, prohibición del baño.

[Minghui Net] La Sra. Yu Peiling fue arrestada junto con la Sra. Wang Mingziang cuando fueron vistas distribuyendo materiales de Falun Dafa en el condado de Donghai, provincia de Jiangsu. Fueron citadas para comparecer ante el tribunal, un día de noviembre de 2012.

La Sra. Yu, de unos 46 años, con un máster en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Beijing, era investigadora en ciencias médicas y también era muy apreciada por sus colegas. Ha estado condenada ilegalmente dos veces y la han despedido del trabajo por su creencia.  

Apeló por su derecho legal a practicar Falun Gong en 2000, pero la condenaron a tres años en la cárcel para mujeres de Beijing. Allí fue torturada y sometida a lavado de cerebro. Una vez, los guardias no le dejaron dormir durante seis días consecutivos para tratar de forzarla a renunciar a su creencia.

Le arrestaron de nuevo por distribuir los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y la condenaron a tres años en 2005. La trasladaron a la octava sala en la prisión para mujeres de Beijing. Cuando se negó a firmar una declaración de garantía renunciando a su creencia, el guardia Huang Qinghua y otros guardias de la prisión la maltrataron física y verbalmente. Huang ordenó a las reclusas que la atacaran. Le patearon las piernas y las nalgas, provocándole graves hinchazones y moretones. Los guardias no le dejaban ir al baño cuando lo necesitaba. Cuando se negaba a ir al “consultor clínico”, los guardias se la llevaban arrastras por el suelo. Durante su lucha gritaba: “¡Falun Dafa es bueno!” y revelaba lo que los guardias le habían hecho. Por esto sufría más maltrato.

El guardia Huang la puso en aislamiento solitario y la forzaba a sentarse en una pequeña banqueta sin moverse durante largos periodos de tiempo. Cuando se quedaba dormida de puro cansancio, Huang le echaba agua fría por encima y le pateaba hasta que le dañaba gravemente las nalgas.

La Sra. Yu no podía caminar ni quedarse de pie sin perder el equilibrio. Su salud estaba muy débil y frecuentemente se desmayaba. También le costaba mucho concentrarse por los largos periodos de tiempo de privación del sueño. Los guardias mentían y le decían a otros que tenía problemas mentales y constantemente le insultaban delante de los demás. Debido a que no le dejaban ir al baño, se orinaba y defecaba encima. No le permitían lavarse ni cambiarse de ropa durante días. Como resultado, las heridas de las nalgas se llagaron y no se curaron en mucho tiempo. La liberaron en 2007.

Las autoridades chinas están de nuevo abusando del sistema judicial para incriminar a la Sra. Yu en el tribunal con el fin de forzarla a renunciar a sus creencias.