[Minghui Net] En septiembre de 2011 la policía de la ciudad de Luoyang, provincia de Henan, puso al descubierto un crimen; un hombre mantuvo secuestradas a seis mujeres para su placer sexual en un sótano por más de dos años, luego mató a dos de ellas. Cuando los periodistas locales trataron de publicar esta historia, la policía los amenazó con el cargo de “violación de secretos de estado”. ¿Cómo puede considerarse secreto de estado? Después de todo, el caso ya lo habían investigado, el sospechoso ya estaba condenado. De hecho, las autoridades deberían de tomar la iniciativa de compartir los detalles del caso con el público, para que todos puedan reflexionar e impedir estos delitos en el futuro. Fue una sorpresa que la policía de Luoyang intimidara así a los periodistas.

Por supuesto, este caso de “esclava sexual”, finalmente fue reportado por diferentes medios de comunicación de todo el país. Pero vamos a pensar en ello, ¿cuántos casos más de abuso brutal a las víctimas se rotulan como “información clasificada” y siguen ocurriendo sin que el público lo sepa?

En los últimos 12 años o más, se han visto numerosos casos de practicantes de Falun Gong víctimas de atrocidades de todo tipo, sin embargo, muy pocas personas conocen su situación. Cuando algunos delitos se hacen públicos, las autoridades intentan todo lo posible por encubrir sus crímenes y castigan a los que ayudan a difundir la verdad. Los siguientes dos ejemplos dan fe de esta triste realidad.

El primer caso se refiere a la Sra. Zhao Jinhua, practicante del pueblo de Zhaojia, municipio de Zhangxing, zona urbana de Zhaoyuan, provincia de Shandong. El 27 de septiembre de 1999, mientras trabajaba en su cosecha de cacahuate, fue capturada por varios agentes y llevada directamente a la Comisaría de la ciudad de Zhangxing. Fu Wenhui, hijo del secretario del partido del pueblo de Gailing, la agarró del cabello, la pateó y le dio puñetazos. Luego, la azotó con una cachiporra de goma. El oficial de policía Zhang Hai, dirigió a sus matones a ponerle encima la manivela de un teléfono antiguo para generar electricidad y darle una descarga. Cada vez que ella se desmayaba, la revivían y continuaban con los electrochoques, hasta que volvía a perder el conocimiento. Una y otra vez la torturaron de esta forma alrededor de cuatro o cinco veces.

La Sra. Zhao murió a sólo diez días después de su arresto, a la edad de 42 años. Cuando su hermano mayor fue a ver su cuerpo, se dio cuenta de que estaba cubierto de moretones y cortaduras del cuello para abajo. La autopsia confirmó su observación, el médico forense encontró también extravasación de la sangre en un área de aproximadamente 120 x 60 cm de tamaño. La causa de la muerte se debió a las golpizas con objetos blandos. Por ser el caso de un torturado hasta la muerte revelado por primera vez al público, la historia de la Sra. Zhao despertó fuertes repercusiones en todo el mundo.

En el momento en que la Sra. Zhao falleció en un hospital de sus lesiones inducidas por la tortura, Qiu Shanqiang (entonces secretario general del partido de la ciudad de Zhaoyuan), Dong Xibin (entonces subsecretario del partido en la misma ciudad), Jiang Zhongqin (entonces secretario del comité judicial y político de la ciudad), y el entonces jefe de la policía, Ping Cai, intentaron salir con una excusa de la muerte, pronto se decidió que la causa fue un “infarto al miocardio” (ataque al corazón). Con el fin de evitar que se propagara la noticia, la policía y el personal del gobierno del pueblo de Zhangxing vigiló las intersecciones principales en el hospital, no permitió que nadie pasara. El vicealcalde, Zhang Guifen, se trasladó urgentemente al hospital a dirigir estas medidas. El gobernador de Zhangxing también colocó gente en cada posible salida de la ciudad, para que los practicantes no pudieran salir ni entrar a la ciudad. Nadie pudo ponerse en contacto con la familia de la Sra. Zhao.

A pesar de los esfuerzos frenéticos de las autoridades por ocultar su crimen, los practicantes locales se las arreglaron para enviar la noticia a la página web de Minghui. En respuesta, las autoridades no sólo no hicieron nada para castigar a los asesinos, sino que no escatimaron esfuerzos para averiguar quién había revelado este “secreto de estado”. Formaron 10 equipos especiales, cada uno con al menos seis miembros, a la sombra de los practicantes sospechosos. Al final, arrestaron a cerca de 100 practicantes, condenaron a dos de ellos a trabajos forzados por “interferir la estabilidad social y revelar secretos de estado.” (Lea el informe completo en inglés:  http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/5/1/47595.html )

El segundo caso, Wei Xingyan, estudiante de posgrado con especialización en “Tecnología de alta presión en transmisión y simulación de corriente continua” en la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Chongqing. El 11 de mayo de 2003 fue arrestada por aclarar la verdad de Falun Gong en su campus y trasladada al Centro de Detención de Baihelin en el distrito Shanpingba de Chongqing.  Dos noches después, el 13 de mayo, la policía instigó a dos presas a que la desvistieran, luego un policía vicioso la violó delante de varios testigos.

Después de la noticia de la violación de la Sra. Wei cautelosamente y bajo la directiva de la Oficina 610, la Universidad de Chongqing eliminó de su sitio web toda información relacionada con la especialidad “Tecnología de alta presión de transmisión y simulación de corriente continua”, y la “Escuela de Ingeniería Eléctrica”, simplemente la introducción a sus especialidades se convirtió en páginas en blanco. Por otra parte, la “información de admisión” resultó ser una página que no se podía encontrar. La Oficina 610 también ordenó a la universidad que negara la existencia de cualquier estudiante llamada Wei Xingyan y la de su especialización.

Todos los funcionarios con conocimiento del caso fueron transferidos a otras posiciones. Además, se arrestó a muchos practicantes que sabían del caso y condenaron a siete de ellos: Chen Shumin, Yuan Qiuyan, Li Jian, Yin Yan, Lu Zhengqi, Liu Fanqin, y He Mingli, con 5 a 14 años con el cargo de revelar secretos de estado.

(Para detalles vea en inglés:

   http://clearwisdom.net/html/articles/2003/6/7/36645.html
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2003/6/26/37374.html
http://clearwisdom.net/html/articles/2003/6/21/37196.html
http://clearwisdom.net/html/articles/2003/7/3/37650.html )

Es evidente cómo la maldad del partido comunista chino (PCCh) alberga asesinos y violadores, castigando a los ciudadanos que exponen la verdad. Muy pocos de los numerosos casos de practicantes han recibido el debido proceso o los han tratado con justicia. Todos ellos se consideran secretos de estado y de la total discreción del partido. También incluye los casos organizados por el PCCh (como la “autoinmolación” de Tiananmen) que calumnia a Falun Gong. Muy pocas personas conocen la verdad de estos casos escenificados.

Cuando el PCCh designa a sus crímenes como “secretos de estado”, priva a los ciudadanos de su derecho a conocer la verdad y, al mismo tiempo, involucran conductas delictivas. Sólo un régimen maligno haría tal cosa ¡para encubrir sus crímenes! El PCCh aterroriza al pueblo chino y de por sí es un terrorista.

 

Fecha de publicación: 19/1/2012