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La Sra. Xie Zhiying muere después de ser torturada y perseguida

Ago. 29, 2011 |   Por un corresponsal de Minghui de la Región Autónoma Uighur de Xinjiang, China

 

Nombre: Xie Zhiying (谢志英)
Sexo: Femenino
Edad: 52
Dirección: Desconocida
Profesión: Empleada del gobierno del departamento de Impuestos de Akasu
Fecha de la muerte: 6 de agosto de 2011
Fecha del arresto más reciente: 2001
Lugar de detención más reciente: Hospital psiquiátrico de Alar
Ciudad: Aksu
Provincia: Región de Xinjiang
Persecución sufrida: Descarga eléctrica, privación del sueño, trabajo forzado, lavado de cerebro, sentencia ilegal, administración de drogas/inyecciones forzadas, palizas, aislamiento solitario, arresto y abuso en el hospital psiquiátrico, prohibición del uso del baño y de visitas

 

La Sra. Xie Zhiying, nació en la provincia de Henan, fue una autoridad del departamento de impuestos de Aksu, en la provincia de Xinjiang. Estuvo detenida dos veces en un hospital psiquiátrico sin razón alguna, sólo por cultivar Falun Gong. Su patrón, bajo la influencia de la oficina 610, la mantuvo cautiva siete años sin el derecho a tener visitas de su familia. El 6 de agosto de 2011 murió repentinamente, pero las autoridades de la oficina 610 no permitieron que la familia viera su cuerpo.

Antes de cultivar Falun Gong, la Sra. Xie era una persona amable y una empleada experta. Pero de repente sufrió una enfermedad desconocida que la dejó sin poder caminar. Ningún medicamento le servía. Su vida dio un giro en 1997, después de que su madre, Yuan Jingyun, empezara a practicar Falun Gong y se animara a intentarlo. En un mes, sucedió un milagro, ¡La Sra. Xie podía caminar! Atesoró esta segunda vida, firmemente cultivando su corazón y mente.

Después de que empezara la persecución en 1999, fue incomprendida totalmente por su jefe y colegas, quienes basados en falsas presunciones llegaron al punto de forzarla a entrar en un psiquiátrico. Aunque perfectamente normal, la torturaron violentamente en el hospital psiquiátrico de la ciudad de Alar, incluyendo maltrato con picanas eléctricas, alimentación forzada, inyecciones con elevadas dosis de drogas, aislamiento solitario, prohibición de visitas de familiares y más. Le dijeron que necesitaba el llamado “tratamiento directo”, el cual necesitaba el “tratamiento psiquiátrico” de lavado de cerebro forzado, aunque parezca increíble. Sin embargo, ninguna de estas torturas consiguió que los perseguidores tuvieran éxito.

Después de ser liberada del hospital psiquiátrico, fue a Beijing a pedir justicia. El departamento de seguridad doméstica de la ciudad de Aksu la condenó a tres años de trabajo forzado en 2001, los que cumplió en el campo de trabajo forzado de Wulapo. En noviembre de 2002, fue trasladada a un campo de trabajo de mujeres recién construido. La Sra. Xie fue sometida a fuertes lavados de cerebro durante su cautiverio, junto con otros abusos, como descargas con picanas eléctricas, privación del sueño y del baño, inanición, obligada a estar de pie durante  mucho tiempo, palizas brutales, y blasfemias de las reclusas toxicómanas.

La Sra. Xie se negó a cooperar con los perseguidores de diferentes maneras, incluyendo prohibición para leer o ver cualquier difamación a Falun Gong, de gritar números mientras le preguntaban, llevar una tarjeta identificativa, cantar canciones malvadas, recitar las normas de la prisión, o seguir las órdenes de trabajo. También empezó una huelga de hambre en protesta por las torturas físicas y palizas brutales. En una ocasión el campo realizó una reunión, donde todos los reclusos miraban cómo la arrastraban a la plataforma de la reunión. Sin embargo, los guardias no pudieron obligarla a unirse a la reunión. También otros atestiguaron cómo era arrastrada al comedor durante una huelga de hambre. Sus desafiantes actos públicos a la persecución, impactaron fuertemente a los malvados perseguidores y animaron a aquellos practicantes que habían dicho palabras contra su conciencia, para que dijeran la verdad.

Después de la primera vez que regresó del campo de trabajo, los agentes constantemente le acosaban y enseguida se la llevaron de nuevo al hospital psiquiátrico de Alar. Su familia fue privada de su derecho a visitarla. Varios meses después de liberarla, perdió el habla. Su patrón también le retuvo su salario y le privó de su libertad. Asignaron a alguien para que la vigilara todo el día, puesto que tuvo que soportar un estado de aislamiento en su casa desde 2004.

Durante los últimos siete años, su marido no podía visitarle debido al comité judicial y político del PCCh. Fueron forzados a vivir separados. A su hijo tampoco le dejaban verla. Mientras tanto su madre, Yuan Jingyun, se negó a aceptar lavado de cerebro, y fue a pedir justicia a Beijing. Allí la arrestaron y la mandaron a hacer trabajo forzado. Hasta su liberación, estuvo vigilada muy de cerca por su jefe del departamento de impuestos del condado de Wushi. A su hermano, Xie Zhiming, lo enviaron dos veces al campo de trabajo debido a que practicaba Falun Gong. Estuvo bajo custodia de su patrón durante 8 meses y le mandaron una vez al lavado de cerebro. Una vez él se reunió secretamente con una persona que vigilaba  a la Sra. Xie Zhiying, para saber que el aislamiento de su hermana en casa fue ordenado por la oficina 610, y liderado por su jefe.

La madre de la Sra. Xie a finales de mayo de 2011 sufrió un desmayo que la dejó incapaz de caminar o cuidar de sí misma. Dejaron que su hijo la recogiera y viviera en su casa. Ella estaba preocupada por su hija. El 23 de junio de 2011 demandó a Bao Liqun, director de la oficina 610 de la prefectura de Aksu, por no dejarla ver a su hija. El 28 de junio de 2011 le notificaron que podía ver a su hija acompañada de su hijo.

Más de una docena de agentes la rodearon en su visita, y la urgían a que se marchara después de media hora. La Sra. Yuan insistió en su derecho de comer y dormir en la casa de su hija, y que permitieran a su hija cocinar. Con tantos agentes reunidos en su casa, la Sra. Xie parecía amenazada de abrir su boca al recibir el abrazo de su madre, pero fue incapaz de decir “Mamá”. Su madre siguió abrazando a su hija, que estaba temblando, e intentó calmarla mientras le animaba. Cuando escuchó a su madre mencionar la comida, cocinó una comida sencilla, y rápidamente comió con su madre y hermano.

La Sra. Yuan solicitó dormir en la casa de su hija. Yang Jing, director de la oficina 610 de la prefectura, dijo que debían vigilarla cinco personas simultáneamente o llevarían a la Sra. Yuan de vuelta a la ciudad de Wushi. Finalmente Yang Jing declaró que si la familia quería verse, debían estar presentes muchos agentes. La razón inventada y citada era para prevenir que la Sra. Xie se fugara, puesto que estaba enferma o porque podría matar a su familia cuando estuvieran juntos.

Alarmada por semejantes declaraciones sobre su hija, la Sra. Yuan se preocupó aún más por su seguridad. Solicitaron repetidamente ver a la Sra. Xie Zhiyin más a menudo, y permitir que sus familiares se reencontraran. Wang Jihong, director de la oficina 610 de la ciudad de Aksu, pidió que cada uno de ellos escribiera unas declaraciones de garantía prometiendo no distribuir folletos o contactar con otros practicantes. Al negarse a hacer eso, todas las solicitudes de la Sra. Yuan y el Sr. Xie fueron rechazadas.

Sólo 39 días después, el 6 de agosto de 2011, de repente la policía anunció que la Sra. Xie Zhiying había muerto. La policía ordenó la autopsia sin la presencia familiar. Después de notificar a su marido del resultado, informaron a su madre que no le dejaban ver el cuerpo de su hija. Cuando su hermano, Xie Zhiming fue a la oficina 610 de la prefectura de Aksu, el guardián dijo: “La oficina 610 ha ordenado que no se permite la entrada a nadie con apellido Xie”.

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2011/8/23/127638.html

Reconstrucción de tortura: descargas con picanas eléctricas