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Impresión de materiales para aclarar la verdad

Cuando leí el artículo “Nuestro Compasivo y Venerable Shifu”, en Beijing el 19 de julio de 2000, mi cara estaba bañada en lágrimas. Le dije varias veces: “Shifu, has sobrellevado tanto por nosotros. Como practicante, me siento culpable y estoy decidido a proteger el Fa con mi vida.”

Unos doce practicantes de todo el país se alojaron en un departamento del sótano. Tenía cuatro o cinco diferentes folletos para aclarar la verdad, pero sólo una copia de cada uno. Como eran de diferentes zonas esperaban tener algunos de los materiales para llevarlos cuando regresaran a sus casas. Encontramos una imprenta y pedimos 20 copias de cada una. Lamentablemente, cuando sólo estaba impreso la mitad del trabajo, un hombre corrió hacia la tienda de modo terrible. Gritó: “¡Atención! ¡Ninguna tienda puede imprimir materiales de Falun Gong! Si descubre practicantes o materiales de Falun Gong, debe reportarlo. Hay una recompensa”. El malhechor dejó su número telefónico y registró la tienda. Me puse nervioso y le pedí a Shifu que me ayudara a conservar los materiales sin que los descubriera. Después de buscar un tiempo se fue enojado. Antes de irse, puso una nota en la puerta: “Cerrado temporalmente.”

Me calmé y le pedí al dependiente que terminara de imprimir nuestro pedido. El dependiente actuó como si nada hubiera pasado. Cuando terminó, me llevé los materiales de regreso al departamento y el di a cada practicante dos copias. La persecución en el año 2000 estaba en la cúspide. Sin embargo, estuve a salvo incluso en esos tiempos peligrosos. Shifu dijo en su poema.

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo.” (Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin II) 

¿No era la manifestación del resurgimiento de la grandeza de FoFa en el mundo humano?

La policía no tuvo consciencia de muchos libros de Dafa

El 2 de agosto de 2000, funcionarios de la Oficina 610 local y un guardia de seguridad de mi trabajo irrumpieron en mi casa.  Hurgaron en cajas y armarios, lugares donde  guardaba mis libros de Falun Dafa, retratos de Shifu y los casetes de las conferencias del Fa. No sólo eso, en uno de los armarios había una caja llena de materiales de aclaración de la verdad que había traído de Beijing. Estaba muy preocupado y les dije: “¡No toquen mis cosas!” La fuerza de mi voz traspasó el techo hacia el cielo. Resultó que las manos del jefe de la Oficina 610 se volvieron inseguras. Abrió todos los armarios, pero no pudo llegar al interior. Era como si hubiera fuego dentro. No se atrevió a tocar nada. Finalmente, se apresuró a cerrarlos y se fue con las manos vacías.

La policía no pudo encontrarme

Cada vez que tenía materiales nuevos, enviaba una copia a la policía, a la fiscalía y al departamento judicial. Después de algún tiempo, la Oficina 610 de la jurisdicción comenzó a buscar al responsable. Comenzaron a sospechar de mí. En mi trabajo les dieron una foto mía, la enviaron a las jurisdicciones y ciudades circundantes. Cuando detuvieron a varios practicantes de otras partes del país, sus familiares y yo fuimos a la Oficina 610 local a solicitar su liberación. Me di cuenta que mi foto estaba en el escritorio de los oficiales. Me quedé tranquilo y seguí aclarándoles la verdad hasta que accedieron a liberarlos. No me reconocieron.

Los funcionarios de la Oficina 610 de mi localidad comenzaron a peinar la zona donde vivía en un intento de arrestarme. Solicitaron información a los compañeros practicantes, acosaron a los que me conocían bien. Un día, un practicante sin querer divulgó la hora en que regresaba a casa. Ese día me fui de la casa del practicante “A” después de terminar los ejercicios alrededor de las 6 am. Menos de cinco minutos después la policía allanó la casa del practicante “A”. Él me dijo más tarde que la policía estaba buscándome.

Llevé los materiales a la casa de la practicante “B” y luego me fui directo a la casa de la practicante “C”. Yo tenía varios libros de Dafa en mi poder. “B” me dijo más tarde que, después de irme, tomaba una taza de agua y estaba a punto de cerrar la puerta cuando la policía entró. Saquearon la casa y confiscaron los libros de Dafa.

Dejé la bolsa con los materiales de aclaración de la verdad en la casa de “C”, compartí unas cosas con ella, y le pedí que viniera al grupo de estudio del Fa. No fue conmigo, así que me fui solo. Cuando regresé a la casa de “C”, vi una patrulla dejando su casa, los espectadores seguían hablando de ello. La familia de “C” me dijo que la habían detenido y que era a mí a quien querían y no a “C”. Esperaban que yo fuera a la comisaría y tomara el lugar de “C”. Sabía que los malhechores eran muy astutos, así que salí corriendo de su casa. Justo en ese momento una motocicleta se precipitó hacia mí. Saludé al conductor y me subí. Antes de que me sentara bien, vi una patrulla en frente de la casa de “C”. Me enteré que tres policías se habían quedado en la casa de “C” durante toda la noche, esperando detenerme. Estaban cada vez más cerca, pero siempre lograba salir en segundos antes de que llegara la policía. Era como dijo Shifu:

“Algunos dicen algo como que cuando un dao crece un pie, el demonio crece diez veces más. Ése es un dicho perverso entre la gente común, pues esos demonios jamás sobrepasan a un dao.” (Zhuan Falun, Lección Quinta)

Salir del Centro de detención con un pensamiento

A mediados de septiembre de 2006, la oficina 610 de la jurisdicción me envió al campo de trabajos forzados. Durante el chequeo médico un doctor tomó una muestra de sangre. Se fue sin decir nada y luego vinieron otros dos médicos. Envié un pensamiento poderoso, “cuanto mayor sea la presión sanguínea, mejor”. En consecuencia, subió. El campo de trabajos forzados solicitó a dos grupos de médicos de otro hospital que me tomaran la presión. Los resultados fueron iguales. El último doctor dijo que mi presión le daba miedo. El campo de trabajos forzados se rehusó a admitirme, me regresaron al centro de detención. Allí todo el mundo estaba emocionado, diciendo: “Falun Gong es realmente grandioso. Cuenta con poderes divinos”. Al día siguiente, todos en el centro de detención comenzaron a aprender Falun Gong.

Fecha de publicación: 21/4/2011