[Minghui Net] Los compañeros practicantes son como verdaderos reflejos de nosotros mismos. Recientemente leí un artículo, “Sólo al cultivar verdaderamente, se puede pasar la prueba de vida y muerte”, que realmente me impactó. ¿No son todos estos ejemplos como la historia del “Fo Dorado”? Si en el curso de la cultivación sólo prestas atención a la forma externa de cultivación y no cultivas verdaderamente tu corazón, nunca pasarás esta prueba fatal que es la línea que diferencia a un cultivador de una persona común. Viendo a un compañero practicante de mi área ser perseguido en la forma de ye de enfermedad me ayudó a ver los apegos pasados más claramente.

También me ayudó a darme cuenta de lo que dijo Shifu:

En cuanto a si puedes dejar la mentalidad de una persona común o no, es un paso crítico para convertirte en un ser realmente extraordinario. Cada discípulo que cultiva genuinamente tiene que pasarlo, porque esto es la línea de demarcación entre un cultivador y una persona común. (“Cultivación genuina” de Escrituras esenciales para mayor avance)

En el pasado, como a este practicante, encaré pruebas fatales similares de si podía dejar apegos humanos o no y si verdaderamente creía en Shifu y en el Fa estando en medio de las tribulaciones. Recuerdo que la primera vez que fui arrestado ilegalmente por el partido comunista chino encaré una prueba fatal: si podía o no dejar el miedo de perder mi trabajo y el miedo de ser sentenciado; fallé en pasar esta prueba. Cuando estaba en un campo de labor forzado encaré una prueba fatal por segunda vez: si es que podía o no dejar el miedo de morir ahí y el apego al qing a la familia. Me comprometí y firmé las tales llamadas tres declaraciones. No fue hasta unos años más tarde que realmente entendí.

En la superficie parecía que tenía miedo de esto o aquello, o de que no había dejado este o aquél apego, pero en realidad el hecho era que no creía completamente en el Fa. No fui capaz de creer completamente en Shifu y en el Fa porque no le di a Falun Dafa la posición correcta que se merecía y no lo traté como lo más importante. ¿No es esta la característica de la vida del viejo universo –el ser egoísta? ¿No es esta una falsa cultivación?  El asunto de raíz es si realmente creemos o no en Shifu y en el Fa. Durante el proceso de práctica entero, si logramos pasar una prueba o no depende si en cada momento y cada vez podemos entender completamente y aceptar cada prueba y tribulación.

Shifu dijo:

“Si aún no tienes una convicción fundamental hacia el Fa, olvídate de todo lo demás”. (“Para quién haces la cultivación” de Escrituras esenciales para mayor avance)

A partir de las amargas lecciones que aprendí durante la década pasada, a partir de compartir a lo que los practicantes locales y miles y miles de otros practicantes se han iluminado, aprendí que la cultivación es un asunto serio. Entendí que ser capaz de pasar las pruebas fatales mientras estás sufriendo es la línea de división entre un cultivador y una persona común. Es un paso que determina si una persona se está cultivando de verdad o no. La cultivación es como oro, no puede ser ni un poquito falsa y sólo así brillará resplandeciente. La cultivación de una persona es también el cultivar el corazón de uno y sólo así puede uno pasar las pruebas con éxito. En el cuento del “Fo dorado”, el carnicero no cultivó la forma externa pero dio su corazón entero al Fo. El Fo entonces le dio un cuerpo de Fo dorado. Los otros dos que cultivaban el estado de fo sólo cultivaron la forma externa y no cultivaron realmente sus corazones. Al final no obtuvieron nada.

En el pasado, practiqué y me cultivé todos los días, sin embargo no me iluminé a la verdadera esencia de la práctica de cultivación. Tomaba la práctica y hacer las cosas como lo más importante y tomaba la cultivación de mi corazón como secundario. Esta fue una profunda lección que aprendí. No se puede permitir ser ni un poco falso en la práctica de cultivación. Si una persona sólo flota en la superficie de la práctica, y no cultiva firme y sólidamente su corazón, entonces está en verdad engañándose. Para verdaderamente captar la esencia de la práctica de cultivación, uno debe cultivar el corazón sobre cualquier otra cosa.