[Minghui Net] Soy un practicante veterano que obtuvo el Fa en 1997.  Me gustaría compartir con los practicantes, mis experiencias de eliminar el ye de enfermedad.

En septiembre de 2008, comencé a toser seguido por varios días, lo que terminó en asma. Mi hija y su esposo trabajaban en el extranjero y mi pequeño nieto vivía conmigo. En ese momento, no me traté  como practicante de Dafa y fui al hospital. A fines de agosto de 2009, el asma regresó y era peor. Esta vez casi me muero. Estaba tan débil que me costaba mucho ir desde mi habitación hasta el baño. Tampoco podia domir ni acostarme. Me sentía tan miserable que vivir parecía peor que morir.

Me di cuenta que las viejas fuerzas se habían aprovechado de mis brechas y tenían la intención de acabar con mi vida. Me decidí pasar la prueba. Me arrodillé ante Shifu y le pedí ayuda. Definitivamente no iba a reconocer los arreglos de las viejas fuerzas. Mientras intentaba atravesar la prueba, Shifu arregló que mi hermana, que vive a cientos de kilómetros, me visitara. Ella envió pensamientos rectos para mí y sentí la energía tan fuertemente que mi cuerpo tembló.

En los días siguientes, estudiamos el Fa, hicimos los ejercicios y enviamos pensamientos rectos juntas. Mi hermana me ayudó a mirar hacia dentro e identificar mis apegos fundamentales como también otras fallas mías. Mi mente no estaba calmada ni enfocada cuando estudiaba el Fa. Solo quería hacer la meditación y el ejercicio dos en vez de la serie de cinco ejercicios. Me di cuenta que esto era debido a mi falta de respeto por Shifu y Dafa. Aunque estaba haciendo las 3 cosas, no tomaba la iniciativa para hacerlas. Pasaba la mayor parte de mi tiempo haciendo tareas domésticas y tenía mucho qing. Recuerdo justo hace un año atrás, me enojé por unas pequeñas cosas e incluso maldije a otros. Después de ver estas cosas, me determiné a cultivarme bien y mi condición física comenzó a mejorar.

Un día, hice una video conferencia con mi hija en el extranjero y me contó una historia sobre cómo Shifu trabajó duro para ayudar a un practicante. Me alentó mucho y rompí en llanto. Fui al baño y escupí. Luego me sentí tan cómoda como si hubiera nacido de nuevo. Me arrodillé frente al porta-retrato de Shifu e hice heshi. El compasivo Shifu no dejó atrás a una practicante tan decepcionante. ¡Me sentí muy bien!

Todavía tengo muchos apegos que necesito eliminar. Todavía hay una brecha entre los practicantes diligentes y yo. Escribo este artículo para validar el Fa y animar a los practicantes a eliminar el ye de enfermedad.